Estoy, como diría Santa Teresa de
Jesús, que vivo, sin vivir en mí. Lloro a moco tendido ante
la enorme emoción que me embarga que, por cierto, es lo
único que me pueden embargar, pues estoy más seco que una
mojama con poniente fuerte.
Y es que nada más que pensar la de cosas que nos va a poder
solucionar la mayor lumbrera política nacida en éste pueblo,
se me pone la carne de gallina e incluso hago un enorme
esfuerzo por besarme, pero me es imposible ante el dolor
insoportable de los caballitos del pescuezo.
No me digan qué no es para emocionarse el saber que con la
llegada de la mayor lumbrera política jamás conocida en el
mundo mundial, a la Ciudad Autónoma de Ceuta, no vamos a
pagar impuesto de basura. Desde luego digan lo que digan,
sólo a un genio de la política se le puede ocurrir semejante
cosa. Ni te cuento, serrana del alma, la cantidad de parné
que nos vamos a ahorrar con esa gran genialidad.
Del mismo modo felicitamos a todos los padres que tengan
hijos que enviar a la universidad, pues todo será gratuito
gracias a la gestión que va a realizar la suprema
inteligencia política de este pueblo nuestro ¡Grande eres
suprema inteligencia política del mundo mundial!.
Bueno y esto es lo máximo tendremos en nada, como quien
dice, gracias a su labor, el poder disfrutar de una vivienda
de alquiler por la módica cantidad de ciento cincuenta euros
mensuales. Esto es como lo que cantaba el tío de las cunitas
en la feria ¿queréis más?.Y todos gritábamos Sí, pues “chin
ta ta chin”. Y nos daba un par de vuelas más.
Y todo esto porque ha llegado gracias a unos votos prestados
pues con los suyos, seiscientos en total, no hubiese podido
llegar. Ni te cuento si hubiese llegado con sólo los suyos,
entonces íbamos a vivir mejor que en brazos.
Y no te quiero contar más, eso que te cuento es sólo para
abrir boca, un pequeño aperitivo de todo lo que nos va a
ofrecer. Qué eso de no pagar impuestos por la basura, ir
gratis sus hijos a la universidad y casas de alquiler a
ciento cincuenta euros, usted no se lo cree. Allá usted. Es
su problema
Claro usted no se cree nada de todo eso, porque ese discurso
y promesas las ha escuchado usted en los años setenta. Vale,
de acuerdo, pero nadie tiene la culpa de que al lumbrera, a
la suprema inteligencia política de este pueblo, más bien
del mundo mundial, se le parase el reloj en aquella época y
aún no lo haya puesto en marcha.
Él es así, no ha sabido evolucionar con el paso del tiempo,
se ha quedado anclado en aquella época de los setentas,
donde el personal estaba menos preparado que ahora y seguía
creyendo que los niños venían de París.
En aquella época donde el desconocimiento de la democracia
le hacia decir a algunos, cuando lanzaban insultos a todo
bicho viviente y usted le llamaba la atención, “Tú te
callas, que estamos en “democracia” y ya puedo decir lo que
quiera”. Oiga, seiscientos votos dan para mucho. Manda… el
asunto. Esto va a terminar como ERC en Barcelona, uno y por
los pelos.
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