El investigador del CSIC Francisco Javier Martínez Antonio
presentó el pasado miércoles en Ceuta su libro ‘La otra
guerra de África’, un trabajo que pretende aportar otro
punto de vista del conflicto marroquí. Uno de los aspectos
que introduce es la implicación en el conflicto de las
tropas francesas, más allá de la más estudiada implicación
española. La otra peculiaridad es que este libro tiene a la
epidemia del cólera como espina dorsal del libro. No en
vano, Martínez es licenciado en Medicina. Además de varios
artículos científicos, en el año 2009 publicó su primer
libro, ‘Intimidades de Marruecos. Miradas y reflexiones de
médicos españoles sobre la realidad marroquí a finales del
siglo XIX’.
Pregunta.- ¿Por qué ‘la otra’ guerra de África?
Respuesta.- La clave de este libro es el título. Me fui a
hacer una estancia post universitaria a Francia y en un
archivo de allí me encontré dos manuscritos, unos informes
de dos médicos en los que hablan de una epidemia de cólera y
de unas unidades militares que están participando en una
expedición por Marruecos en el año 1859, que es un poco
antes de la guerra de África. De ahí surge este libro. Yo
empiezo a mirar y veo que no hay nada escrito sobre el tema,
y me empieza a interesar reconstruir esa expedición. Este
libro analiza esa epidemia de cólera, que ahora ya no se
suelen producir, aunque en Haití hubo una hace poco. Justo
en ese momento es como la edad del cólera, que mata al 20%
de la expedición y deja inutilizado a otro 30%. Más que la
cólera en el caso español, donde aquí en Ceuta hubo que
habilitar hospitales, este libro no sólo analiza la
epidemia, sino también la expedición en sí. Fue un grupo muy
importante, que tenía unos objetivos muy parecidos a los de
la guerra de África que todo el mundo conoce. Yo, por una
parte, reconstruyo eso; y gracias a eso se puede hacer otra
interpretación de lo que es la guerra de África clásica.
P.- ¿Y qué conclusiones se podría extraer de esta campaña
paralela?
R.- Que la guerra de África siempre aparece como un
conflicto bilateral entre España y Marruecos, cuando es un
conflicto más internacional, está España y Marruecos, pero
también está Francia e incluso Gran Bretaña.
P.- ¿Que percepción piensa que tiene la gente sobre esa
guerra?
R.- En Ceuta, la gente sabe más sobre este conflicto que en
el resto de España, donde normalmente se limitan a la
percepción clásica. La gente piensa que los españoles y los
marroquíes siempre se están peleando, pero si consideras
esto con más detalles, te das cuenta de que siempre hay más
gente implicada, en este caso, Francia; y de que siempre es
un problema más complejo. Otra idea habitual de la guerra de
África es que la intervención española vino por incidentes
fronterizos, que la gente de Ceuta estaba siempre molestando
a los destacamentos, y por eso entraron en conflicto; pero
lo que yo cuento es que lo que pasó es que el sultán de
Marruecos, con una enfermedad terminal, se muere. Esto
provoca varios problemas de sucesión, varios candidatos, los
franceses apoyan a unos, y los españoles a otros. Ese es el
problema por el que mandan a las tropas a intervenir. No se
dan cuenta de que siempre, en cualquier conflicto, hay algo
más. A menudo se tiende a subestimar la complejidad de
Marruecos.
P.- ¿Cómo surge su interés por estos temas?
R.- Yo estudié Medicina, pero no he ejercido de médico sino
que me he reconvertido en historiador de la medicina. Me
propusieron hacer la tesis sobre estos mismos temas aunque
más genéricos y así surgió mi interés por Marruecos; y
además del gusto, está también que hay mucho material sobre
Marruecos y poca gente que estudie estos temas lo
suficiente. Después estuve unos meses en Rabat con la ayuda
de la agencia española de cooperación, y en 2009 publiqué
una antología de textos escritos por médicos que habían
estado en Marruecos. Ahora trabajo como investigador del
CSIC en Madrid, donde he estado tres años, pero se me
termina el contrato el martes, así que ahora estoy esperando
a ver si me sale otro contrato. Mientras, mi plan es sumarme
a los cinco millones de parados.
P.- ¿Cómo ha sido el trabajo de documentación e
investigación?
R.-He barajado mucha documentación, sobre todos cartas
diplomáticas. Empecé en París con estos dos manuscritos, que
fueron el origen, y después investigué en la Biblioteca
Nacional de Francia, donde estaba la poquísima bibliografía
que hay sobre este tema. Mucha información también la
encontré por ‘Google Book’. Parece mentira, pero hay veces
la gente escanea libros que no se podrían encontrar en
ningún otro sitio. He buscado también por archivos de muchos
sitios, en el Archivo General de la Administración y en el
Histórico militar. Ahora he estado consultado en el de
Ceuta.
P.- ¿Y no le llega a obsesionar?
R.- No, porque ha sido un proceso discontinuo, ha sido mucho
de esperar, hasta 2009, que encontré unos libros que me
permitieron concretar. Después, escribir en sí fue desde
enero a junio de 2010, que ya se lo presenté a José Luis
Gómez Barcelo y lo ha editado el Archivo General de Ceuta.
P.- ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
R.- Tengo en la mente hacer una biografía sobre un médico
que estuvo en Tánger; siempre cosas vinculadas a la
medicina.
P.- ¿A qué público va destinado su libro?
R.- Tiene una primera parte general que cualquier persona un
poco culta o interesada en el tema puede leer; la segunda
parte son los dos manuscritos iniciales y otros documentos
traducidos del francés, para quien de verdad le interese el
tema.
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