Parece, si es que hacemos caso al
“hombre del tiempo”, que en Estados Unidos se están dando
este año con más amplitud de lo que han venido dándose en
los últimos cincuenta años los tornados, cosa que ocasiona
problemas a todos cuando y donde menos se espera.
Ahora bien, entrando en nuestro país, el pasado domingo fue
un día de auténticos tornados para el PSOE, en las
elecciones autonómicas y municipales, tornados que traen
aparejados una larga serie de tormentas y aguaceros
torrenciales en las altas esferas del partido, cara a lo que
puede o no ser una situación para un adelanto de elecciones.
Mirándolo bien, no hemos bajado de lo auténticamente
estatal, bien en plan de cuestiones climáticas o en
cuestiones de votaciones, algo en lo que no me quiero quedar
hoy, porque me apetece más volver a Ceuta y estarme por
aquí.
Y en Ceuta, el verdadero tornado que se prepara está en
Caballas. No se ha formado Gobierno aún, no han tomado
posesión de sus escaños los recién elegidos y ya está el
dedo acusador, marcando la cabeza de quien debe hablar y
quienes serán los que se tengan que conformar con escuchar,
simplemente.
Claro que para ahuyentar fantasmas, desde la candidatura esa
de los cuatro elegidos, el fracaso mínimo que se podía
esperar el pasado domingo, ya se ha empezado a espolvorear
con todo lo cierto o lo incierto para ver si así pasan
desapercibidas las desavenencias que se están larvando,
desde que se conocieron los resultados del domingo.
En Caballas podrían estar contentos por el resultado
logrado, al no haber sido los últimos, pero claro hay
quienes, con toda la razón, ya están diciendo que para ese
viaje no habrían hecho falta alforjas y que para eso ellos
solos habían seguido con su UDCE y los cuatro escaños serían
propios, en vez de tenerlos que compartir con los de ese
partido al que no solían votar ni los familiares de los que
se presentaban, cosa que ha sucedido ahora igual.
Así están las cosas y así las vamos a ir analizando, a
nuestro paso que es el de la situación diaria, sin la prisa
que ellos parecen tener en que Hacienda u otros organismos
oficiales que no se distinguen por su celeridad, de
ordinario, actúen sobre ciertas cuentas o ciertos pagos, sin
que haya terminado aún la temporada futbolística.
Por hoy, me basta y me sobra con este mensaje, a partir de
ahora iremos relatando, también, eso pero sin correr a
velocidad de tornado.
Y vuelvo al tornado político, a lo que se avecina en cuanto
empiecen a actuar los recién llegados, alguno tras 16 años
fuera del Ayuntamiento.
Yo ardo en deseos de saber en qué orden van a actuar los
“líderes de la bicefalia”, porque aquí no creo que Juan
Vivas permita que actúen en cada asunto todos los
componentes de cada candidatura, aunque me cuesta trabajo
creer que Juan Luis Aróstegui vaya a actuar en plan del
“gordo y el flaco” en aquellas películas que se ponían
cuando yo era pequeño, y en las que los personajes no
hablaban.
Y si es que salen a escena para debatir un mismo asunto dos
personajes de una misma candidatura, lo que sería imposible
es que a la hora de las subvenciones, pongamos por caso,
fueran a estar de acuerdo Mohamed Alí y Aróstegui.
Y digo subvenciones porque cada uno de ellos y, por
distintos motivos u organismos conoce un poquito ese tema.
Mohamed Alí no sería capaz de que por una subvención se
fueran a perder 20 años de cierta entidad deportiva. Volveré
sobre el asunto.
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