Hoy tengo ganas de cantar aunque,
por cierto, canto muy mal pero a pesar de ello me he
atrevido hasta componer una canción. Ya tienes lo que
querías / tu trabajo te ha costado / No ha sido con tus
votos/ Ha sido con votos prestados / Pues no te han votado
ni los tuyos / Sigues siendo un fracasado “
Oiga, no es por nada, ni por darme de compositor, pero es un
pedazo de canción. Vamos, que no se yo si el próximo año
presentarla para Eurovisión, llevando como cantante al “más
grande” de los cantantes nacidos en esta tierra. Porque,
aunque ustedes no lo crean, es tan grande como cantante, que
siempre da el “cante”.
Sin aplausos, por favor, que siento una gran vergüenza de
mis grandes éxitos como compositor y lanzador de estrellas
hacia el firmamento de los más grandes artistas del mundo
mundial, pues este cantante, que va defender mi canción, es
una estrella aunque siempre se haya “estrellado”.
¡Por fin lo ha conseguido!, la suprema inteligencia de éste
pueblo, qué digo de éste pueblo del mundo mundial, va a
formar parte de los consejeros de la Ciudad Autónoma de
Ceuta. ¡Qué tiemble el ayuntamiento, incluido el edifico
llamado inteligente!.
Que gran juego, para todos los que os dedicamos a esta
bendita profesión, va a dar en los plenos. Unos plenos que,
con sus geniales intervenciones, van a durar más que la obra
del Escorial. ¡Que ya es decir!
Que tiemblen el resto de los consejeros, a los que va a
poner de chupa domine, en cada una de sus intervenciones,
con su discurso retrogrado y medieval, aparcado en los años
setenta y de los que no ha sido capaz de adaptarlo al siglo
XXI.
Oiga, otra vez me ha dado por cantar pero, en esta ocasión,
no he compuesto ninguna canción, me vale una que me cantaba
mi madre cuando era pequeño, en el supuesto que alguna vez
haya sido pequeño. Cosa que desconozco.
La canción, esa que me cantaba mi madre, y que me imagino
también se la cantaban todas las madres a los niños pequeños
de mí época, es una canción muy conocida por todos ustedes,
es esa que dice “Que viene el coco mamá / y se lleva a los
niños que duermen poco”.
La pena es que esa canción ya no se la cantan ninguna madre
a ningún niño, por la sencilla razón que los niños nacen con
los ojos abiertos y cantarles lo del el temido “coco”, es
exponer a las madres a que los niños pequeños se rían de
ellas, e incluso les digan a sus madres “Mamá, te quieres ir
con el cuento a otro sitio, que ya el “coco” no asusta
nadie”, añadiendo “no ves mamá que el “coco” se ha quedado
más antiguo que los balcones de maderas
Por cierto, hablando de “coco”. Saben ustedes que el mono es
el único animal que come “coco” y caga “caca”. Pues, eso,
que si a los niños pequeños no les asusta el “coco”, más
bien se lo toman a cachondeo. Imagínense lo que les va a
importar a los mayores que les digan que viene el “coco”, y
más si éste “coco” es un “coco” de pega, más bien de
carnaval con un disfraz prestado. Seguro que mirándole todos
dirán ¡Nene, “caca”!
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