Una furgoneta incendiada, varios contenedores quemados,
numerosas señales de tráfico arrancadas de cuajo y una
lluvia de piedras contra los agentes fue el saldo de la
segunda noche consecutiva de altercados que tuvo lugar el
lunes por la noche en la Cañada de Hidum, y que se extendió
a Las Palmeras y Los Pinares, a pesar de que este barrio se
encuentra un poco más alejado de la zona. La Delegación del
Gobierno ha decidido reforzar la seguridad en los barrios
periféricos para evitar nuevas oleadas de vandalismo y
desorden público.
Según informó ayer el delegado, Antonio María Claret, un
subgrupo de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) y otro
de la Unidad de Intervención Policial (antidisturbios),
junto con una Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana,
necesitaron una hora y media para poner fin a los
altercados, que comenzaron en torno a las 23,15 horas en las
inmediaciones del colegio León Solá por un grupo medio
centenar de jóvenes que, al parecer, no está de acuerdo con
los resultados de las elecciones autonómicas. El delegado
del Gobierno explicó que los manifestantes quemaron varios
contenedores y tiraron al suelo basuras. También volcaron
una furgoneta que estaba estacionada, que también fue
incendiada.
La actuación policial permitió el acceso de los Bomberos a
estos barrios para sofocar los incendios provocados y el
restablecimiento del orden y el tráfico rodado en la zona.
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