Los amantes de la gastronomía tuvieron ayer una cita
ineludible con el Parador Hotel La Muralla. Este
establecimiento, junto a más de 90 paradores españoles, dio
a conocer al gran público una iniciativa que lleva en marcha
desde comienzos de este año: un almanaque culinario, es
decir, un menú para cada estación.
El director del alojamiento ceutí, Pedro Fernández Olmedo,
presidió la degustación y constató que el objetivo
fundamental era el “turismo sostenible”, centrado en el
concepto de ‘ecococina’, un sistema que promueve los huertos
de temporada y las granjas para, de esta forma, revalorizar
los productos de la zona.
La ciudad autónoma tiene una gran riqueza culinaria y eso ha
querido plasmarse en el almanaque, explicó Fernández Olmedo.
Dentro de la sostenibilidad también es necesario que perdure
la “gastronomía tradicional”, aquella que alejada de grandes
artificios tiene más posibilidades de agradar a la mayoría
de los clientes, ensalzando cómo fueron “los orígenes de la
cocina que se practicaba en los primeros paradores”.
El menú del Parador Hotel La Muralla se compone de un
aperitivo, un primero, un segundo y un postre. Todo a un
precio de 20,11 euros, “los once céntimos es para recordar
el año en que se ha implantado”, bromeó el director del
hotel.
El almanaque que se pone a disposición de los clientes
explica cuáles son los productos de temporada en cada mes.
Mayo, por ejemplo, destaca por sus “hortalizas de manantial,
de fruto y de tubérculo”, así como los pescados “de agua
dulce” y las frutas de “pulpa fresca”.
El menú de primavera se inicia con una “tosta de anchoas en
salazón con picadillo y mermelada de tomate”. La degustación
continúa con dos alternativas, por un lado “sopa de verduras
de temporada” o bien, “huevos revueltos con bacalao en
piperrada y salsa de chipirón”. Como plato contundente el
parador ofrece “medallón de solomillo en salsa mozárabe con
patas confitadas”. Y para finalizar una suculenta comida,
nada mejor que un “pastel de arroz con leche y tocinillo con
‘coulis’ de fresa”.
El verano dará paso a otros ingredientes más ligeros y el
invierno, sin embargo, los platos se volverán más
contundentes. Una apuesta por la tradición bajo la batuta de
cocinero Carlos Delgado, quien llegó al parador el pasado
mes de enero.
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