PORTADA DE HOY
|
|
|
OPINIÓN - MIÉRCOLES, 25 DE
MAYO DE 2011 |
|
|
OPINIÓN / ANÁLISIS |
El número 19 que mereció
estar |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
|
Tarde-noche del domingo 22,
empezaba el recuento con los colegios electorales cerrados a
las ocho en punto y correlativo a la puesta del sol un
vientecillo helado con hechuras de poniente y rezumante de
humedad. Tiritones de los medios de comunicación a las
puertas de la sede del PP, escalofríos de los simpatizantes,
todos arrecidos de frío, atendiendo con el corazón en vilo
los resultados. Y hubo un momento en que el escaño 19
permaneció ¡Bien por Antonio López!. Porque si todos los que
están lo merecen, la presencia de Antonio durante la
precampaña y la campaña, que no era presencia sino más bien
don del Espíritu Santo porque parecía omnipresente. Para mí
que más que omnipresencia tenía el don de la ubicuidad
porque parecía estar en varios sitios al mismo tiempo y eso
ya es serio, es facultad paranormal, es poltergeist
electoral o es que Antonio López pertenece a un contingente
de trillizos y mandaba a sus hermanos de suplentes. Por más
que en las campañas haya que andar siempre con la cautela de
quien anda pisando huevos, porque siempre existen elementos
puntuales de “colmillo retorcido” que adquieren categoría de
anécdota porque su cantinela repetitiva consiste en un “si
este tío está siempre es porque es un pelota y si no está es
porque piensa que vamos a trabajar por él por la cara”. Y
ese tipo de anécdotas de mal gusto acontecen hasta “en las
mejores casas”
Aquella noche el escaño subía y bajaba, por cortesía de la
zarrapastrosa ley electoral y al final faltaron un centenar
escaso de votos de nuestros colegas que iban de “sobrados” y
en plan “Voto más, voto menos ni se nota, lo tenemos
ganado”. Pues no, nos faltaba un centenar para aupar al
escaño a Antonio cuya gestión en Emvicesa durante los
últimos cuatro años ha estado siempre y en todo momento por
encima de cualquier crítica y ha llegado a ser calificada
como “impecable”.Y eso que trabaja en un “punto caliente” de
los que requieren inmensas dosis de aguante y de paciencia,
infinita habilidad y un plus de mano izquierda, porque
currar en Emvicesa no es un paseo militar y para mí que debe
resultar bastante agotador, máxime cuando ha conseguido que
durante toda la anterior legislatura no haya surgido ninguna
polémica importante en el desarrollo de sus funciones.
Antonio López siempre ha dado el perfil adecuado de ser un
gran gestor, con capacidad más que demostrada de
desenvolverse con brillantez en cualquier área o sector
dentro de la Administración.Y tal vez es esa capacidad de
trabajo la que hace su perfil el idóneo para formar parte de
un partido donde se preconizan la excelencia, la disciplina,
el trabajo bien hecho y todos aquellos valores y principios
del Humanismo que conllevan una exaltación del individuo y
el compromiso de potenciar su continuo desarrollo como
productivo integrante del espectro social. El número 19 ha
sido y es un gran profesional y lo ha venido demostrando día
tras día.
Les digo que si había alguien que “merecía” ese número 19
malamente malogrado por mor del exceso de confianza era
Antonio López, porque la pugna 18-19 nos tuvo transidos de
emoción, con las “porras” a punto, con el punto de avaricia
de ganar en las apuestas y ganar al tiempo en el mundo real
(los más encandilados por Sigma 2 llegaron a apostar por
23). En verdad “todo” sabía a poco y la pérdida de ese
número 19 fue una doble decepción: por el escaño en sí y por
la persona que estaba llamado a ocuparlo.
|
|
José Antonio Carracao
elogio de la mesura |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
|
Hay términos idiomáticos que
parecen pasados de moda e incluso de aires decimonónicos,
grandezas del rico idioma del Arcipreste de Hita y de
Cervantes que, de puro extenso se vuelve agotador. Pero hay
términos que, aunque poco utilizados definen con exactitud
características concretas del individuo y virtudes
determinadas, tal vez por ello me parece más adecuado hablar
de José Antonio Carracao y aludir a su mesura, que echar la
pata por alto, usar el lenguaje de las “chelis” y alegar que
es “un tío guay y buena gente” muy coloquial, pero se queda
corto y cojitranqui. Es más oportuno señalar mesura y
calificar al socialista de “mesurado” que es igual que
“comedido” y ambos adjetivos definen una postura y una
actitud de profundo equilibrio a todos los niveles, virtud
que convierte al joven líder en una “rara avis” política.
Aunque el temple y el talante socialista made in Ceuta
aparece con un copyright muy distinto al de otros puntos de
la geografía. Aquí la mesura y la cordialidad han sido una
constante, tanto por parte de Carracao como por parte del
Delegado de Gobierno que sigue idéntica línea en cuanto a
sus actitudes que son directamente proporcionales a sus
aptitudes, lo que en términos coloquiales se simplificaría
en que son buenas personas y listos.
Ya señalamos hace un par de fechas cómo en Ceuta parece ser
que ha sido la única ciudad de España en la que se puede
considerar que el PSOE ha obtenido “resultados” y se ha
librado en parte del descalabro de los socialistas a nivel
nacional, la “honrilla” de Carracao está salvada y ahora se
espera de él el que dé la talla y continúe por idéntica
línea conductual: moderación, comedimiento, mesura y trato
cordial con el contrario. La suerte del líder del PSOE es
que es oposición al Gobierno de Juan Vivas con quien es muy
fácil entenderse y llegar a acuerdos en todo lo que
beneficie a la ciudad, de hecho Vivas lo expuso en su
comparecencia. Los Pactos de Gobierno en materias clave
siempre encontrarán en el Presidente una disponibilidad
absoluta. Pero en política también existen Manuales de
Estilo y nos consta que en los escaños del próximo Gobierno
se tratará de que imperen y permanezcan esas cualidades que
han hecho escalar en votos a Carracao, por respeto al
electorado y por un elemental sentido de la decencia de cara
a la ciudadanía.
Sí, esa misma ciudadanía que abomina de
“espectáculos-a-voz-en-cuello”, de crispación cronificada,
de salidas de tono y de la agresividad por la agresividad.
La ciudadanía desea equilibrio porque bastante caótica y
desequilibrada está de por sí la realidad española y no
desea representantes que hagan del enfrentamiento y de los
ataques indiscriminados una constante vital, porque esas
conductas llevadas a los escaños, ese enardecimiento de
tintes histéricos y las intemperancias, causan rechazo y
hacen que los políticos pierdan credibilidad y lo que es más
proceloso, que pierdan respetabilidad porque los
comportamientos desaforados ni merecen ni van a ser
premiados con el respeto de los ceutíes. Si José Antonio
sigue en su prudente línea de equilibrio y ponderación es
fácil el presenciar futuros acuerdos en temas relevantes y
pactos cuando así se requiera. Y creemos que no hay riesgo
de que varíe su postura y saque los pies del plato ni que se
lance a propinar “zarpazos” dialécticos a diestro y
siniestro. “Cuando las barbas de tu vecino veas cortar por
las tuyas a remojar”. El socialista ha presenciado en vivo y
en directo el coste político, el desgaste visceral y la
sangría de votos que conlleva el adoptar en política
posturas pendencieras que se han destacados por las
agresiones verbales y los disparates a granel. ¿Resultado?
Pérdida de la confianza por parte de los electores y vapuleo
en las urnas. De ahí nuestra obligada crítica por sus
declaraciones de ayer en lo relativo al recorte en el número
de cargos al que se ha comprometido Juan Vivas, ahí Carracao
“patinó” máxime cuando va a compatibilizar sus tareas como
asesor de la Delegación de Gobierno con el flamante escaño y
nadie le ha reprochado tener “cargofagia”, hambre de cargos,
sino que a todos les ha parecido correcto y oportuno. Mesura
también en las declaraciones porque nos consta que no es su
intención generar polémicas ni azuzar desencuentros. La
postura que se espera de él es más ponderada porque estoy
segura de que quienes han votado al PSOE lo han hecho con la
vista fija en Carracao.
Es más, hay quienes dicen que no ha aumentado el PSOE, sino
que ha aumentado en votos el PSOE de Carracao y del Delegado
de Gobierno. Es decir que, sin esos dos personajes clave los
resultados hubieran sido mucho más modestos y aunque soy
enemiga de las vanidades comprendo que la simpatía de tantos
por el líder socialista y por el Delgado sea para
envanecerse, de hecho se les da permiso y patente de corso
para envanecerse pero que luego bajen de nuevo a las aceras
para continuar con la misma perspectiva política y el mismo
talante humano, porque eso es lo que se espera y en el caso
de Carracao no se le permite desencantar a nadie, sino
seguir en idéntica postura de hombre mesurado, es lo que se
espera de él.
|
|
|
|
|