Trece años después de que casi 40 personas perdieran la
señal que habían dado para adquirir viviendas que nunca se
construyeron, los responsables de aquella promoción se han
sentando en el banquillo imputados por un delito de
apropiación indebida. La sección VI de la Audiencia
Provincial será la encargada de dictar sentencia.
Trece años son los que han hecho falta para que los
afectados por el caso ‘Llano de las Damas’ hayan visto en el
banquillo a aquellos que llevaron a cabo la promoción de
unas viviendas que nunca se construyeron y por las que casi
40 personas pagaron cantidades de hasta un millón y medio de
pesetas en concepto de señal.
La Sección VI de la Audiencia Provincial de Cádiz en Ceuta
acogió ayer la vista en la que Agustín Malia, Antonio
Martín, Carlos Sánchez, José Ramón Carabante y Carlos
Bárcena, fueron juzgados por un presunto delito de
apropación indebida, tras la retirada del Ministerio Fiscal
de la acusación de estafa, por la que también se les
imputaba.
El juicio, que comenzó en torno a las 11 de la mañana, se
inició con la absolución de uno de los acusados, Carlos
Sánchez, que solamente participó en la vista como testigo.
De los otros cuatro procesados, tanto Carabante como Bárcena,
llegaron a un acuerdo con la Fiscalía por el cual ambos
admitían el uso del dinero depositado por los compradores de
las viviendas para otros fines ajenos a la construcción de
las mismas y asumían la indeminzación que se les fijará
cuando se dicte sentencia. Ambos contestaron a las preguntas
del Ministerio Fiscal y de sus abogados, sin embargo, se
acogieron a su derecho a no declarar ante las preguntas de
los letrados de los otros dos imputados. Tras la
declaración, los dos se marcharon de la sala.
Por su parte, tanto Malia como Martín defendieron su
inocencia durante un proceso en el que se retomó el caso
desde la creación de la sociedad que iba a construir las
viviendas en Llano de las Damas, la empresa ‘Orsino
Innovaciones’. En ella participaban Carlos Bárcenas (60%),
Antonio Martín (30%) y Agustín Malia (10%), mientras que su
administrador, desde octubre de 1997 hasta el 27 de febrero
de 1998, fue Carabante. Durante este período se realizaron
todas las operaciones de compraventa de las viviendas, a
través de la comercializadora ‘Multiservicios Financieros’
cuyos propietarios eran Malia y Sánchez.
Sin administrador ni dinero
En febrero, en junta extraordinaria de ‘Orsino’ se decidió
el cese de Carabante, una operación que Malia afirma que
desconocía en aquel momento, ya que creía estar firmando la
venta de las acciones que tenía en la sociedad. Tras este
cambio de administración desapareció todo el dinero que
había en las cuentas de ‘Orsino’, donde los propietarios de
las viviendas habían depositado la señal y letras de los
inmuebles adquiridos.
La construcción nunca se llegó a iniciar, ya que faltaba
escriturar el terreno, del que ‘Orsino’ sólo había
conseguido los derechos de superficie. Sin embargo, los
propietarios no recibieron el dinero que ya habían entregado
como adelanto. Durante más de una década, los afectados han
intentando recuperar un abono del que nadie se hizo
responsable ya que el dinero ‘desapareció’ del banco después
de que Carabante lo transfiriera a otra cuenta, según contó
en su declaración Malia, quien aseguró que el administrador
era el “único que podía disponer de dinero” y el que daba
las órdenes, a pesar de no contar con ninguna participación
en la empresa. Sin embargo, los damnificados no dudaron en
increpar a Malia a las puertas de la Audiencia, reclamándole
el dinero de sus viviendas.
Los tres perjudicados del caso ‘Llano de las Damas’ que
declararon en la vista de ayer señalaron a Malia como la
persona que tramitó los contratos de compraventa. Estos
venían firmados por Carabante o Malia, que en ausencia del
primero se ocupaba de formalizar este trámite.
Por su parte, Martín, que entró en ‘Orsino’ con el objetivo
de ser el arquitecto técnico de la obra en Llano de las
Damas afirmó que Carabante le había “estafado 12 millones”,
los que entregó para formar parte de la sociedad. “Bárcenas
(el socio mayoritario de Orsino) era el hombre de paja de
Carabante que dominaba toda la sociedad”, manifestó Martín.
Sin embargo, Carabante aseguró que después de su marcha
“quedaba dinero en las cuentas” y que no conocía el paradero
de los fondos. No obstante, el empresario asumió hace unos
meses el pago de la deuda que se contrajo con las personas
que adquirieron los inmuebles que nunca se llegaron a
construir.
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Entre el delito de apropiación indebida y la absolución
Después de casi cuatro horas de
juicio, y un descanso para la comida, tanto la Fiscalía como
los abogados de Malia y Martin procedieron a exponer sus
conclusiones. No se encontraban en la sala los letrados de
los otros dos acusados que se marcharon durante la mañana
tras la declaración de sus representados, ya que ambos
habían llegado a un acuerdo con la Fiscalía.
Aunque en un principio, el Ministerio Fiscal contempló en la
acusación el delito de estafa, finalmente se retiró al
entender el fiscal que los responsables de ‘Orsino’ tuvieron
la intención de construir las viviendas en un principio y
por tanto la promoción urbanística no se hizo con la
intención de provocar un perjuicio patrimonial mediante
engaño y con ánimo de lucro. No obstante, la Fiscalía
mantuvo la acusación por apropación indebida, un delito por
el que se pueden dictar penas prisión de seis meses a cuatro
años. Ambos acusados negaron este delito, por el que sus
abogados pidieron la absolución, al entender que ambos
fueron la ‘cara visible’ de unas acciones que no
controlaban, ya que la defensa argumentó que la mano
ejecutora fue Bárcena, quien “compró el terreno”. El juicio
ha quedado visto para sentencia.
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