La Comisión Ejecutiva del Banco de España ha acordado el
cierre, con fecha efectiva 31 de mayo, de las siete
sucursales con menor actividad de las 22 que están
operativas actualmente. Se trata de Melilla, Ceuta, Logroño,
Pamplona, San Sebastián, Santander y Toledo.
El Banco de España ha aprobado un protocolo para acordar con
el Ministerio de Economía las condiciones del traspaso de
los edificios de las siete sucursales que cesarán sus
operaciones a Patrimonio del Estado, que será el encargado
de decidir el uso que se dará en el futuro a estos
inmuebles.
El coste anual conjunto de las siete sucursales que cesarán
sus operaciones el 31 de mayo supone el 16 por ciento de los
costes totales de la red, sin embargo, sólo prestan el 9,3
por ciento del total de los servicios realizados por las
sucursales.
Sólo dos de estas siete sucursales, Melilla y Ceuta,
realizan funciones relacionadas con el efectivo, pero su
volumen es escaso, a pesar de que prestan servicio de caja a
las entidades de crédito. En conjunto, estas siete
sucursales realizan un 7 por ciento de las tareas
relacionadas con el efectivo que se producen en las 22
sucursales.
El cierre de estas sucursales responde al objetivo, según el
BE, de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos
económicos y humanos de que dispone.
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