Despues de impregnarme de los
soles gaditanos, de esas poesias de la Tacita, traía las
pilas bien cargadas y aunque fuera solo unas horas que bien
viene de vez en cuando, cruzar el charco y eso de oler a
gasoil y montarme en el barco aunque solo sea para dar una
vuelta. Y eso me hacía reflexionar sobre varios pensamientos
de como está la sociedad actualmente. Me enseñan un video
del programa del DIARIO DE PATRICIA, donde salen todos los
testimonios habidos y por haber de esos que son CADA CASA ES
UN MUNDO...
Del que más me ha impresionado un niñato, con dos
pendientes, los pelos engominados y esos pantalones caidos
con unos tirantes, vamos que no tiene ni media hostia,
echando cojones en el plató a todo el mundo, y a la vera de
su madre, decir mamá yo por tí mato, yo me cago en mi puta
madre, o sea su propia madre delante de el y está largando
esos improperíos que fue recriminado por los asistentes al
programa, se levantó haciendo aspamientos y mientras cruzaba
las puertas correderas, se escuchaban unos gritos
espeluznantes de ME CAGO EN MI PUTA MADREEE, o sea un
peligro andante de esos con el sindrome del emperador, lo
que antes decíamos LAS OVEJAS NEGRAS.
La frase concluyente que se me vino al momento fue TENIA QUE
VOLVER LA MILI, aunque fuera solo tres meses de Instruccion
en un Cuartel de Reclutamiento de esos de antes, estos
volvían a casa con las OREJAS GACHAS valorando lo que es una
familia , unos padres y unos hermanos.
He recordado estos días, las frases esas tan de moda de
HABER ESTUDIADO... cuando relatan de memoria, todos los
quehaceres de mucha gente que se lamenta en alguna fase de
la vida, y ve como está montado el tinglado hoy dia en la
sociedad.
Claro que recuerdo mi infancia, ese poco tacto de muchas
marías amigas de mi madre, que ponían en duda mi
masculinidad, en toda la cara, diciendo EL MAYOR TENIA QUE
HABER SIDO UNA NIÑA, para ayudarte, o sea que se daba por
sentado entonces que una chica era para hacer tareas
domésticas, criar los hermanos de una numerosa prole, de
chacha, de criada y cuando tuviera los 20, echarse novio
formalito para directamente casarse y ser una más del monton
entre tantas.
He guardado colas en la Peluqueria Paqui, he tirado de
carros de la compra, he tenido dos equipos de futbol de hace
30 años, de dos portones del Poligono, de la Primera Fase,
esperandome a que volviese de las Carmelitas, de aquellos
comestibles, preparado ya de esa rudimentaria vestimenta de
portero de los años 80, y tener que cumplir con los mandados
de casa.
Ya empezaron a recriminarme cuando iba dando el estirón de
hormonas digo yo, y me flipaba por las chicas del barrio, de
la Plaza de Africa y de las discotecas del momento.
Tuve mis ratos de rebeldía, de mis cabreos monumentales, de
irme un año a Madrid, de ver como despues de un tiempo, eras
un extraño, eras de la calle, que no eras hijo de nadie, y
suplicabas ir a urgencias las veces que salias malparado de
algun partido de futbol, ahí empezaba a valorar lo que ERA
UNA MADRE, mi casa, mis hermanos, mis amigos, mi entorno, ya
no era todo chicas, discotecas, marcha, cachondeo, echarme
un cigarrito por la Gran Vía madrileña y deseandito volver a
Ceuta.
A los seis meses de aquello me incorporé a filas a SAN
FERNANDO, no veais como añoraba muchas noches esas papas con
huevo, mi pijama, mi video, esa mantita , mi cama caliente,
y mi madre que medio destapao, me echaba la colcha por
encima .
Esas experiencias me marcaron bastante, sobre todo en la
edad de los 17-18 años, vivir solo en Madrid y la
instrucción en la ARMADA en los tiempos de antes en SAN
FERNANDO.
Así valorarían muchos-as, lo que es un hogar que siempre
estuvo LLENO DE TERNURA.
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