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La ciudad ha vuelto a confiar
masivamente en el Partido Popular para seguir gestionando el
presente y el futuro de Ceuta. Han sido los 65,20% de los
votantes los que han repetido respaldo a un presidente que
vuelve a erigirse como el más votado de los de España en
unos comicios locales-autonómicos, por delante a diez
puntos, nada menos, que el segundo que ha obtenido mayor
respaldo popular, Ramón Luis Valcárcel de la Región de
Murcia.
Y la victoria del PP se ha sustentado también en las
barriadas. Los populares han manejado números históricos en
barrios como El Príncipe y Benzú y ha crecido o mantenido su
presencia en las demás barriadas con sus correspondientes
distritos, lo que evidencia que la labor desarrollada más
allá del centro, con sus incuestionables realizaciones, han
calado en la población que no se ha dejado llevar por la
propaganda de la oposición.
En una jornada de marcado carácter abstencionista, habrá que
analizar tal cuestión y realizar un llamamiento a los
partidos políticos a que tomen en consideración este asunto,
los ceutíes han dado su veredicto alejándose de los
localistas que, aunque mantienen 4 escaños, deberán analizar
el bajón de votos respecto de 2007 pese que UDCE entendió
que su unión pudiera haberle reportado más apoyos. Se han
equivocado. Es un fracaso.
El PSOE ha mejorado y ha recuperado representación después
de más de tres lustros anclados en los dos diputados.
Carracao adornará la Asamblea con tres representantes
convirtiendo al PSOE ceutí en el único que avanza en la
debacle socialista en España.
La jornada tiene sus lecturas pero, en cualquier caso, los
ceutíes han dado muestras de lo que no quieren. Y no quieren
crispación, ni división, ni estar permanentemente instalados
en el miedo. Una lección que deberá aprender quien se arrojó
en brazos de quien representa precisamente todo lo contrario
a la unidad y cohesión entre los ceutíes.
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OPINIÓN / EDITORIAL
