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OPINIÓN - DOMINGO, 22 DE MAYO DE 2011

 
OPINIÓN / PLAN DE SALUD DE CEUTA 2008-2011

La información de los medicamentos (II): El prospecto

Por Mauricio Vázquez Cantero


El prospecto es un documento que acompaña al medicamento y que proporciona información escrita dirigida al usuario o paciente. Mediante él se identifica al titular de la autorización y, en su caso, al fabricante, se menciona su composición y se dan instrucciones para su administración, empleo y conservación, así como sus efectos adversos, interacciones, contraindicaciones y otros datos con el fin de proponer su correcto uso y la observancia del tratamiento prescrito.

Es conveniente guardar el prospecto junto al medicamento en su envase original, para poder consultarlo siempre que sea necesario y para evitar confusiones. Asimismo es muy importante leer el prospecto antes de tomar el medicamento aunque haya sido recetado por el médico, y éste y/o el farmacéutico, nos haya informado sobre él. Nos servirá como recordatorio de la información que nos dieron y nos servirá también, para resolver cualquier duda que se nos haya planteado a posteriori.

Es importante que antes de que el médico nos prescriba cualquier medicamento, informarle de todos los medicamentos que utilizamos, así como alergias u otras enfermedades que se puedan tener, para que pueda recetarnos el tratamiento más adecuado para nuestro caso particular y evitar efectos no deseados. Además es muy importante preguntarle cualquier duda que se nos plantee sobre el tratamiento prescrito. Asimismo, también el farmacéutico, podrá informarnos de cualquier aspecto sobre el que se tenga dudas, ya sea en el acto de dispensación, como tras la lectura del prospecto. La comunicación con el médico y el farmacéutico es fundamental para conseguir el éxito con los tratamientos farmacológicos.

Al principio del prospecto siempre se nos informa de la composición del medicamento, tanto de los principios activos (sustancia con actividad farmacológica) como de los excipientes (sustancias sin actividad farmacológica que se utilizan en la preparación de la forma farmacéutica o medicamento). También se identifican los titulares de la autorización de comercialización y fabricación. Después nos aporta información detallada sobre los siguientes aspectos:

1.- “Qué es y para qué se utiliza…”De una parte informa sobre la forma farmacéutica (comprimido, cápsula, supositorio, pomada,…) y su aspecto, como por ejemplo, en el caso de comprimidos, la forma que tienen, su color, texto que lleve grabado, etc... De otro lado explica el grupo terapéutico al que pertenece el principio activo, y su mecanismo de acción, es decir, cómo actúa sobre nuestro organismo para conseguir su actividad. Finalmente detalla las enfermedades que trata el medicamento, describiendo las situaciones para las que está indicado.

2.- “Antes de tomar… “:Es posible que un medicamento a algunas personas les vaya bien, pero que otras no puedan tomarlo. Pueden existir algunas situaciones que impidan que una persona pueda utilizar un medicamento determinado, como problemas de salud o bien, que se estén utilizando otros fármacos. También es posible que sea necesario tomar ciertas precauciones o realizar ajustes especiales de dosis en algunas personas. En todo caso, los medicamentos que nos prescriba el médico estarán ajustados a nuestras necesidades individuales según la enfermedad que tengamos. Dentro de este apartado encontramos varios puntos:

No tome si: Serían las contraindicaciones del medicamento, es decir, todos aquellos supuestos en los que no debe usarse el medicamento o resultaría perjudicial para algunas personas por padecer determinadas enfermedades crónicas o alergias u otras situaciones.

Tenga especial cuidado si: Proporciona advertencias y precauciones especiales de empleo, y avisa de algunas circunstancias en que, pudiendo tomarse el medicamento, hay que extremar la vigilancia.

Uso con alimentos y bebidas: Dado que la eficacia de algunos medicamentos puede verse afectada por la toma conjunta con alimentos, se informa sobre si el medicamento puede, o debe, tomarse con, o sin alimentos, y el efecto sobre el mismo de las bebidas alcohólicas.

Embarazo: Da recomendaciones de uso en caso de embarazo. Lo aconsejable es que en caso de embarazo, se consulte siempre con el médico antes de tomar cualquier medicamento.

Lactancia: algunos medicamentos pueden eliminarse a través de la leche materna, por lo que en esos casos se aconseja NO dar lactancia materna mientras se esté utilizando el medicamento. Consultar en todo caso con el médico.

Conducción y uso de máquinas: Informa sobre si el uso del medicamento puede afectar a la capacidad para conducir vehículos u operar con maquinaria.

Uso de otros medicamentos: Informa sobre posibles interacciones con otros medicamentos y da recomendaciones sobre supuestos específicos para cada medicamento. Las interacciones pueden producirse por la administración simultánea de varios medicamentos, pudiendo ocasionar un aumento o disminución de los efectos de los mismos. Éste es el motivo por el cual es tan importante avisar al médico sobre si ya se está siguiendo algún tratamiento antes de empezar otro, aunque se trate de un medicamento aparentemente inofensivo.

3.- “Cómo tomar…” (Posología): Especifica las dosis o cantidades que deben administrarse en cada toma, y el número de tomas diarias. En cualquier caso, siempre debemos seguir la recomendación que nos haya dado nuestro médico. Nunca debemos cambiar la dosis, ni interrumpir el tratamiento antes de su finalización, sin consultar previamente con el médico. Si hubiera que ajustar la dosis para algunos pacientes (ancianos, niños, o personas con problemas de riñón, o hígado), el prospecto informará de ello, pero siempre corresponde al médico realizar estos ajustes.

Además se nos informará de cómo tomarlo, si se requiere tomar de alguna forma especial, por ejemplo si un comprimido se traga entero o si se deja dispersar en la boca, si lo podemos fraccionar…. También encontramos la información necesaria para el caso de si se toma más de lo que debiera, o para el caso de si se olvidó tomar alguna toma, así como información para aquellos medicamentos con los que se deben seguir instrucciones especiales cuando hay que dejar de tomarlos.

4.- “Reacciones adversas”: Nos informan de las reacciones no deseadas que puede producir un medicamento en nuestro organismo. Al tratarse de una sustancia activa, en algunos casos, el medicamento produce efectos no asociados con la curación o la prevención de la enfermedad. Lo más habitual es que, en caso de aparecer efectos secundarios, sean en forma leve. Las reacciones adversas a un medicamento no tienen porqué producirse en todos los pacientes, ya que dependen de factores propios de cada persona (edad, tipo de metabolismo, enfermedades, etc…) y de otros factores relacionados con las dosis administradas, otros medicamentos utilizados al mismo tiempo, etc..

Si se sospecha de que un medicamento nos está provocando una reacción adversa, se deberá comunicar de inmediato al médico o farmacéutico. Nunca se deberá abandonar un tratamiento sin la consulta previa al médico

5.- “Conservación”: Se detallan las condiciones de conservación en que debe mantenerse cada medicamento. Hay medicamentos que precisarán temperaturas especiales, como conservación entre 2 y 8ºC, lo que implica guardar en nevera y no congelar, o conservar por debajo de 25ºC, o de 30ºC (manteniéndolos en lugares frescos fuera de focos de calor), o bien conservarlo al abrigo de la luz y/o de la humedad (evitar el baño). Es muy importante mantener las condiciones de temperatura y humedad recomendadas porque de lo contrario la estabilidad del producto podrá verse afectada y por tanto su finalidad prevista.

Finalmente los prospectos de todos los medicamentos incluyen unas leyendas que advierten sobre algunas cuestiones básicas, como las siguientes:

-Mantener los medicamentos fuera del alcance y de la vista de los niños

-No tirar los medicamentos por el desagüe ni a la basura. Depositar los medicamentos que no se necesiten en los puntos SIGRE de las farmacias.

En el caso de antibióticos, también incluirán leyendas relativas al uso racional de los mismos con advertencias como:

-Los antibióticos se utilizan para tratar infecciones bacterianas y no sirven para infecciones víricas, como la gripe o catarros.

-Es importarte que se sigan las instrucciones que nos dé el médico en relación a las dosis, el intervalo de administración y la duración del tratamiento.

-No guarde ni reutilice este medicamento. Si le sobra antibiótico tras finalizar el tratamiento, devolver a la farmacia para su correcta eliminación.

*Farmacéutico de la Consejería de Sanidad y Consumo y Coordinador del Grupo de Trabajo de Uso Racional de los Medicamentos.
 

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