Josema Yuste, Agustín Jiménez y Felix Álvarez ‘Felisuco’
protagonizaron anoche, en el Auditorio del Revellín, la obra
de teatro ‘La noche de los idiotas’, una comedia de Francis
Veber, dirigida por Juan José Alfonso. El público no dejó de
reírse a carcajadas durante toda la representación. El
argumento gira en torno a un ejecutivo que cada martes
organiza, junto a sus amigos, una cena donde el invitado es
un idiota.
El público no dejó de reírse desde el minuto uno hasta
pasado el 120 -la brevedad no fue, precisamente, una de las
cualidades de la función-; más de una vez, y de dos, y de
tres, se despertaron oleadas de aplausos entre un público
que más bien pensaba que, en lugar de en el Auditorio del
Revellín, estaba en las gradas de un partido de fútbol,
desde las que igual charlaban (cual cotorras) por el móvil
que comentaban la partida.
Anoche, a Ceuta llegó el humor, y fue con un toque teatral,
durante la representación de una versión de ‘La cena de los
idiotas’, una comedia de Francis Veber, dirigida por Juan
José Alfonso.
Personajes caricaturizados que dejaban claro qué es ser un
idiota. En esta ocasión, hacer reir hasta el dolor de
barriga con las técnicas de siempre: voces transformadas y
cliché de personajes.
El argumento gira en torno a un ejecutivo que cada martes
organiza, junto a sus amigos, una cena en la que compiten
por llevar al invitado más estúpido: a un idiota del que
burlarse.
Pero una de esas noches, el anfitrión es el que se vuelve
idiota -es lo que pasa, que nadie esta libre de acabar
convertido en un idiota), cuando su mujer lo abandona,
avisándole mediante un mensaje en el contestador del
teléfono.
Lo demás, una retahíla de escenas con diálogos pronunciados
a gran velocidad, en la que, sin giros de argumento, pero
con algunos puntos divertidos, conseguir encontrar a la
despechada dama antes de que acabe en la cama de algún buen
amigo.
Un humor muy en la línea de al que nos tienen acostumbrados
los actores que la protagonizaban, que estaban encabezados
por Josema Yuste, Agustín Jiménez y Felix Álvarez ‘Felisuco’.
Lo mejor, una llamada de teléfono interpretada con mímica
por Josema Yuste. No tiene desperdicio. Lo demás, risa
fácil, pero contagiosa. Ideal para un público que quiso
relajarse en la noche previa a la jornada de reflexión
electoral.
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