PORTADA DE HOY
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OPINIÓN - VIERNES, 20 DE
MAYO DE 2011 |
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OPINIÓN / ANÁLISIS |
¿Debemos participar y
apoyar la acampada 15M? |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Convocatoria por la red de los de
“Democracia real” y empezó a llegar la gente a la Puerta del
Sol. Jóvenes y menos jóvenes, desempleados y los inevitables
greñudos antisistema con las rastas en plan “perejil de
todas las salsas”, miles de personas en la plaza madrileña y
efecto de imitación en Barcelona, Sevilla y Granada, por
ahora. Declaraciones de Esperanza Aguirre (nuestra Espe) en
el sentido de que la grimosa progresía de la izquierda trata
de capitalizar las acampadas, curioso el que la propia
izquierda vaya contra “los suyos” del PSOE y al tiempo
denuncian lo que desde este diario hemos venido denunciando
con especial amargura que es el hecho de que, la Banca,
tiene de rodillas a los españoles. Y no hay que olvidar que
Botín es el hombre que más gana de España y que en una
reunión ZP-banqueros, el que con mayor ímpetu rechazó el
adelanto de las Generales y rogó a Zapatero que permaneciera
en su puesto, impasible el ademán. Lo malo es que cuando la
Banca “adora” a un Gobierno el pueblo soberano es el que
suele estar como puta por rastrojos e hipotecado hasta las
amígdalas.Aunque los bancos no son “tan” malos, por ejemplo
en la catástrofe de Lorca con cientos de familias fuera de
sus hogares y las viviendas en ruina inminente, se plantean
“hasta” llegar a algún “arreglillo” con respecto al
aplazamiento del pago de la ex-vivienda convertida en
cascotes, pero pagar hay que pagar. Por ahora. Porque no hay
un Gobierno que ponga los huevos sobre la mesa y que les
ordene a los bancos no cobrar hipotecas de pisos agrietados
y arruinados, que se queden los directores de las sucursales
con los montones de cascotes y que les aproveche.
Con los acampados compartimos ideas, rectifico, con el
sector de los acampados y asistentes que como mi hijo
mileurista y su novia que ni a eso llega pese a ser abogado,
ni comulgan con la izquierda radical, ni tienen nada en
común con los antisistema, pero todo en común con
mileuristas con contratos temporales, parados de larga
duración, expulsados por los bancos de sus casas por impago
de la hipoteca, jubilados “pobres del 22” que son los que
pululan en la última semana de cada mes por bares y
supermercados para solicitar muertos de verguenza que se les
invite a un café o a un cartón de leche porque la pensión se
acaba el 21 y el resto del mes se mueren de hambre. Mi
opinión es que “hay que estar” y “hacerse notar” para que
los radicales no copen las penurias de tantos ni
instrumentalicen la angustia de los españoles. Los
lidercillos que van surgiendo hablan de que no están con
ningún partido sino “contra” los partidos e incluyen el PP a
modo de propina porque les da “cosa” el arremeter tan solo
en dirección al PSOE, pero el desmadejado Cayo Lara de
Izquierda Unida (yo creía que ya no existía) ha aparecido
apañando un micrófono y en plan “la ocasión la pintan calva”
para mostrar su solidaridad a los de las plazas y tratar de
apuntarse un tanto.
Y por pura estrategia política y por un elemental sentido
lógico ni se puede ni se debe consentir que algún grupúsculo
“se apodere” de las penalidades de cinco millones de
parados, de miles de profesionales que se quitan de almorzar
para pagarse cursos intensivos de alemán para emigrar, de
las agonías de los mileuristas, de las familias endeudadas
de por vida y expulsadas de sus viviendas, de los jubilados,
de los reclusos que se hacinan en las cárceles porque los
presupuestos se van a Nanclares a construir el Ritz-Penitenciario
para los asesinos de ETA. Y tenemos que estar allí porque la
España que hoy tiene el corazón helado y congelado es la que
nos va a regalar su confianza, sus aspiraciones y sus
anhelos en las urnas, el domingo y dentro de unos meses y
por ellos es nuestra obligación irrenunciable encajonarnos
entre las tiendas de los de las rastas, compartir botella de
agua con el greñudo, obligar a los de Nuevas Generaciones
que si hay que dormir en el suelo se duerme y se hay que
mear entre los coches se mea, pero que con cualquier
segmento del corazón de España nosotros estamos. Sin señales
identificativas ni la gaviota en la frente para hacer
marketing político que es lo que ha intentado Cayo Lara,
líder del partido más zarrapastroso de la Nación, nada de
“simbolismos” ni de “hacernos los concienciados” nuestro
voto es el voto del cacho de pan con aceite para cenar, de
las colas de los comedores de Cáritas, de las pymes
arruinadas porque no se dan créditos, de los comerciantes
agobiados por los impuestos, de los jóvenes explotados en
las empresas, de los creyentes humillados y perseguidos, de
los pobres del 22. “El voto de los tiburones” no es del PP.
“Ese” está siempre con el Poder puro y duro, aplaude al
poder y compadrea con él tragando carnaza y relamiéndose
como un gran cabrón. Ni está ni lo queremos, por cuestión de
valores y de principios morales.
Tenemos que okupar la acampada con la realidad que no es la
realidad virtual sino la de cada perjudicado por el PSOE y
si la izquierda radical quiere “copar” el invento no hay que
permitirlo ¿Que se está metiendo mucho antisistema? Y
también otros que no lo son y nada hay de malo y todo hay de
bueno en compartir vigilia entre los nuestros. Y estar.
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Juan Luis Aróstegui, 25
años insultando y crispando |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Basta con consultar las
hemerotecas para constatar que, la trayectoria vital del
personaje discurre salpicada de polémicas, desencuentros,
crispaciones, acusaciones, oposiciones, enfurecimientos,
emberrechinamientos, vaderretros, enganchadas,
enfurruñamientos y follones cronificados y no puede alegarse
en modo alguno lo de “nemo propheta in patria” es decir que
nadie es profeta en su tierra. Las hemerotecas cantan y no
hay que esperar que llegue un virtuoso documentalista para
que empuje para atrás nuestros linderos cronológicos, sino
que basta con consultar y fotocopiar los derivados del
escarbe entre papel añejo a fuerza de chuparse el dedo para
pasar las hojas.
Y tiene su mérito, aunque la aseveración resulte
discutibles, el permanecer de forma endémica en un estado
anímico de crispación dirigida de forma inalterable sobre
todos los sectores que abarca su existencia. Ayer le tocó la
andanada a este diario léase “panfleto indecente hábil en
engañar e intoxicar”, lo que hace aparecer como inaudito la
reiteración en convocarnos para sus comparecencias, debe ser
algún tipo de sentimiento insano el insistir en invitarnos a
las ruedas de prensa para luego rociarnos con sus
malquerencias que nos desgarran el corazón.
Aun cuando seamos conscientes de que no es “nada personal”
cuando Aróstegui comienza a lanzar hisopazos resulta
imparable, casi tanto como el triunfo electoral del Partido
Popular, aunque en lugar de agua bendecida por el tonsurado
de turno rocía iracundos esputos biliosos contra este o
contra el otro, en plan aspersor bíblico recargado con hiel
y acíbar. ¿Remojados por la pócima? miembros del partido
Popular, empleados de Correos, trabajadores de la televisión
y de este diario, el Gobierno de la Ciudad, el descansado
Prisciliano, el equipo de fútbol, las losetas de las calles,
quienes con él compartieron quehaceres político en tiempos
remotos y los amigos y allegados de todos los anteriormente
citados, para que luego no se diga que existe
discriminación. Todos pillan. Incluso Prisciliano.
Y para deducir el razonamiento y la aseveración no hace
falta más que tirar de la lógica y del coñocido libro “Ceuta
a corazón abierto” no, no he errado el término ni ha
existido confusión con “conocido”, este es coñocido porque
quienes leen las frases sueltan un inevitable ¡coño!.
Continúo... En las explicaciones sobre sus antiguas
creencias usa y abusa del “Donde dije digo, digo Diego”.
¿Diego? procede de Yago, que a su vez procede de Santiago.
¿Asocian?. Sí “ese” Santiago el que llegó cadáver a bordo de
una embarcación a la costa neblinosa de Finisterre para
recibir cristiana sepultura en una tierra esotérica en el
“campus stella” campo de estrellas, Compostela, fraguando el
mayor camino espiritual de Europa siempre que se alargue uno
a Iria Flavia. ¿Y no sostuvieron ciertos tocacojones que el
cuerpo que reposa en la cripta no corresponde al Santo sino
al controvertido predicador, hombre del exótero, gnóstico,
cristiano viejo donde los haya, esenio fetén creador de
doctrinas, Prisciliano el mesiánico apóstol de la Iberia
vieja. Bien, cultureteo al margen, a la vera del conflictivo
Aróstegui pilla estopa hasta el apuntador.
Podría incluso decirse que tiene un pequeño problema de
“actitud” porque cuando considera que no se otorga la debida
relevancia a sus pontificaciones esa actitud deriva hacia
una irrefrenable hostilidad. Y hostilidad nada tiene que ver
con crispar que es irritar ni con ser indecente que es no
tener decencia y que, a la larga y a la corta carece de
significado ya que el concepto “decencia” es moldeable como
la arcilla, lo que es decente para una adolescente de Nueva
York puede no serlo para su coetánea afgana o iraní. Pero
Aróstegui nos convoca, nos da techo y asiento e incluso un
cacho de mesa para apoyar el cuadernillo y luego tacha de
“indecente” a quien nos dispensa el pan que es nuestro
diario en cuya representación acudimos para ser
vilipendiados, insultados, pregonados, desacreditados,
crispados, alterados, vejados y denostados, es decir, que
hemos sido víctimas de una conducta carente de decencia
=indecente.
Para no mentir diré que el impacto psicológico ha sido
irrelevante y el anímico menos aún, pero el espectáculo de
la crispación por la crispación es plenamente “coñocido” por
quienes han topado con Juan Luis Aróstegui, Magna Mater de
las rabietas, Salomón del templo de los cabréos y supuesto
porculerillo filosofal en el reverso tenebroso del ágora de
Sócrates, es decir, un periódico local de modesto contenido
intelectual.
Podríamos alegar que este tipo es un puro arquetipo y que
debería entrar en el apartado de “especies protegidas” por
su idiosincrásica singularidad. Consulten las hemerotecas y
van a flipar
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