El 6 de mayo, en el primer segundo de esta campaña
electoral, Mohamed Alí invitaba a los ciudadanos a votar
comparando los programas electorales. Solo tres días después
ya nos decía que la coalición estaba “satisfecha” con la
recepción que sus propuestas habían tenido entre los
vecinos. Y la verdad es que no es para menos. Con la
materialización del programa electoral de Caballas,
viviremos tan bien que seremos la envidia de Europa y del
mundo. Tanto que parece que a la coalición se le olvidado
incluir en su programa un plan que evite las seguras
migraciones masivas de ciudadanos llegados de todos los
rincones que no podrán resistir la tentación de Eldorado
caballa.
Será el precio que tendremos que pagar por vivir mejor que
en Suecia, pero con menos impuestos que en Mozambique.
Porque si los economistas se debaten entre recetar más o
menos Estado, en Ceuta unos hombres llamados Mohamed Alí y
Juan Luis Aróstegui han descubierto que todo es posible y
han hallado la fórmula mágica: infinitas inversions +
infinito empleo público + infinitas ayudas sociales +
infinitos servicios = impuestos anecdóticos. Y, mientras
tanto, el mundo, y en especial los suecos, haciendo el
imbécil.
Y si no se lo creen, les desgrano la ecuación. Para ver el
poder que tiene la fórmula hallada por la coalición de la
igualdad, basta con ver cómo la ecuación es capaz incluso de
encontrar soluciones para temas en las que la Ciudad carece
de competencias, como la educación. La fórmula permite:
construir un instituto de formación profesional (que por
supuesto, pondrá fin a una oferta de estudios y una dotación
de personal insuficientes), abrir los colegios todo el día,
poner transporte escolar gratuito, ampliar plantillas y,
desde luego, con guarderías y becas y libros texto gratis
para todos.
Pero no solo eso: la fórmula de Alí y Aróstegui alumbrará
incluso la Universidad de Ceuta y pagará los estudios
superiores (ya sean universitarios o de FP) a los hijos de
todos los trabajadores, y si la familia ingresa menos de
1.800 euros y su hijo estudia en una Facultad en la
península, la ecuación hace posible que el Ayuntamiento
pague hasta la residencia durante todos los años que
necesite su vástago hasta que termine la carrera.
Y si alguien pensara que todo esto es insuficiente: convenio
con el Ministerio de Educación “para proporcionar los medios
materiales y humanos que éste no pueda promover”.
LOS GRANDES PROBLEMAS: EMPLEO Y VIVIENDA
Pero vayamos a los grandes problemas. En cuanto al empleo,
con la fórmula de Caballas se puede incluso superar
cualquier obstáculo legal que nos imponga el Ministerio de
Economía y Hacienda y el Consejo de Política Fiscal y
Financiera, y mientras los gobiernos de todo el mundo tratan
de rebajar el gasto público, la coalición será capaz de
crear en una sola legislatura 600 puestos de trabajo, que se
unirían a los más 600 más que conseguiríamos con unas
empresas públicas de limpieza, autobuses urbanos y (hasta
de) alumbrado. A ello habría que añadir los empleos que
arrojaría la municipalización de los servicios que prestan
las asociaciones de carácter social y una naviera pública
que imprimiría billetes a 5 euros. Pero si aún así usted
sigue siendo una de las pocas personas de Ceuta que no es
funcionario, no se preocupe: habrá infinitas ayudas a las
empresas para la creación de puestos de trabajo, un PER como
el de Andalucía y unos planes de empleo de un año de
duración y que permitirán que ningún joven esté más de un
año en el paro.
Y si de grandes problemas hablamos, no podemos olvidarnos de
la vivienda. La ecuación permite construir 1.000 casas en
solo cuatro años. Y lo mejor de todo es la hipoteca que
tendrá que pagar el adjudicatario: tan solo 192,42 euros (el
30% del Salario Mínimo Interprofesional). Y si eres joven y
huyes de los créditos, no pasa nada: alquileres a 150 euros
o si lo prefieres suelo gratis del Ayuntamiento para que
formes una cooperativa con tus amigos y te construyas una
casa aún más barata. Y si ya tienes un hogar, podrás
arreglarla gracias a la ayuda de 6.000 euros “a fondo
perdido” que te dará Caballas, y si lo que te preocupa es el
exterior, podrás beneficiarse de su plan de rehabilitación
de fachadas.
AYUDAS SOCIALES Y SERVICIOS
Pero la fórmula que han parido Alí y Aróstegui estaría coja
si no proporcionara un mayor grado de protección social. El
salario social (el famoso IMIS) llegará a cientos de ceutíes
más gracias a unos criterios más flexibles, y desde luego su
cuantía crecerá hasta casi duplicarse. Y si usted convive
con un discapacitado o con una persona mayor, no se
preocupe, en ambos casos tendrá una paga de 300 euros. Si es
una mujer autónoma y se queda embarazada, Caballas no se
olvida de usted y le dará dinero para que contrate a alguien
en su casa.
Y en los servicios, está otro de los grandes puntos fuertes
de la fórmula de la coalición: en cuatro años contaremos con
dos centros socioterapéuticos para 100 mayores que estarán
abiertos 13 horas al día, un Centro Especial de Atención a
Discapacitados, dos centros de menores (uno de reforma y
otro para extranjeros), una red de viviendas de acogida, un
albergue juvenil, un Centro de Tecnificación para deportes
náuticos, un polideportivo, un campo de fútbol, una pista de
atletismo, otra de patinaje y, no se lo van a crear, pero
tendremos hasta “un circuito para deportes de motor”. Y
aunque la Ciudad tampoco tiene competencias en sanidad, con
la ecuación de Caballas cualquier déficit tiene solución:
tendremos una clínica de salud mental.
Pero el compromiso de la coalición de la igualdad no queda
ahí: en las barriadas se tejerá una red de centros cívicos
“con una dotación mínima de biblioteca, ludoteca y acceso
gratuito a las nuevas tecnologías”. Los locales sociales
contarán con una cibersala en la que habrá al menos 50
ordenadores con conexión a Internet. ¿Y cómo conseguiremos
meter medio centenar de equipos informáticos en los locales
sociales? Muy sencillo, basta con seguir leyendo el
programa: mejora de los locales sociales y, desde luego,
“ampliación”. Y los locales municipales que sobren se
cederán para talleres ocupaciones. En el capítulo de
inversión podríamos seguir hablando de nuevos viales, de
soterramientos, de aparcamientos y reformas en barriadas…
pero pueden imaginárselo.
IMPUESTOS
¿Y cómo se paga todo esto? Ahí, precisamente, radica el
éxito de la fórmula de la coalición; su gran hallazgo. A
tenor de su discurso todo esto se conseguirá con menos
endeudamiento y con un menor grado de dependencia financiera
del Estado y, según su programa, desde luego, con menos
impuestos. Las tasas de agua, basura y alcantarillado serán
directamente suprimidas. Lo mismo ocurrirá con las de
juventud, tercera edad, guardería, cementerios y extinción
de incendios. Además, el Impuesto de Circulación se
reducirá, como también se bajará el IPSI. Y si ni tan
siquiera el plan de Caballas le libra del desempleo, no
pagará ni un solo impuesto.
Por si fuera poco, con la mágica ecuación –y aunque nada se
diga en su programa– tenemos fundados motivos para pensar
que la cesta de compra será más barata, teniendo en cuenta
que la ecuación permite además un transporte de mercancías a
“coste cero”.
Y encima en la ciudad de la igualdad y la convivencia... Si
esta fórmula no les vale a Ali y a Aróstegui el Nobel de
Economía, será imposible explicárselo porque desde luego no
puede haber una mayor contribución al progreso de los
pueblos. Mientras tanto, los suecos, seguirán haciendo el
imbécil.
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