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OPINIÓN - MARTES, 17 DE MAYO DE 2011

 
OPINIÓN / ANÁLISIS

Análisis sobre el Análisis


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

De cara a las elecciones del próximo domingo, resulta interesante retrotraer a nuestra realidad actual los resultados electorales del año 2007 en Ceuta. Y puede ser revelador porque, las circunstancias han experimentado un empeoramiento radical en toda España por la cronicidad del desacierto del Gobierno de la Nación. Gobierno hoy huérfano de la legitimidad que le confirieron las urnas ya que el Partido Popular supera en más de quince puntos al PSOE en todas las encuestas.

En Ceuta el color político del año 2007 por sectores arroja una sistemática mayoría del PP en todos ellos con excepción del distrito 6 en el que se encuentra la barriada del Príncipe donde la antigua UDCE alcanzó 1916 votos y el PP 723. De ahí las continuadas visitas del lider de la formación política Mohamed Alí hoy coaligado con el partido de Aróstegui a la zona D6-el Príncipe, que considera su mayor vivero de votos. De hecho lo fue en el 2007, pero las circunstancias han variado ya que los vecinos de esa zona gozan de perspectivas más amplias y de mayor información, han sido golpeado muchos de ellos por la crisis económica que ha arrojado al paro a cinco millones de españoles y no obstante han sido testigos directos de como el Gobierno de la Ciudad Autónoma ha tratado de paliar, aún careciendo de competencias, la falta de trabajo con los Planes de Empleo y con toda clase de ayudas sociales. La barriada se ha beneficiado de una inversión por valor de veinticinco millones de euros y el Gobierno de Juan Vivas ha tratado de que la grave situación financiera de España repercutiera lo mínimo en la realidad ceutí.

Los 1916 votos de UDCE y el simbólico puñado de votos del partido de Aróstegui pueden muy bien convertirse en “el voto útil” y apoyar abrumadoramente al partido que en menos de un año gobernará y sacará adelante a España que es el Partido Popular. El “voto localista” sirve poco o nada de cara al proyecto colectivo que hemos de llevar adelante no solo en Ceuta sino en toda la Nación.

Y del voto útil a la abstención, elevada en Ceuta donde no votaron 21.000 ciudadanos, la participación del 60,25% del año 2007, igualada en todos los sectores de la ciudad, ha de superarse en esta ocasión y los ceutíes han de tomar plena conciencia de la importancia de todos y cada uno de los sufragios que se depositen en las urnas. No hay excusa para la abstención en estas elecciones del 22M que son un “ensayo general” y un prolegómeno de las Generales. Así si en las estadísticas del año 2007 aparece una abstención del 39,75% hoy, en el 2011 hemos alcanzado una situación tal de precariedad que acudir a las urnas para el cambio y la regeneración es un imperativo moral y ético que a todos nos alcanza. Ceuta tiene que dar ejemplo de plena participación y superar en porcentaje todos los resultados del año 2007. Lo que no es de recibo es que el análisis del año 2007 el centro de la ciudad arrojara una abstención entorno al 40%, abstención que debemos erradicar ya que los ciudadanos nos encontramos plenamente concienciados de que para “cambiar las cosas” no caben excusas ni posturas de dejación, que este domingo no nos jugamos ‘sólo’ unas municipales y autonómicas sino un ansiado adelanto de las Generales ya que los españoles rechazan al Gobierno de la Nación y los sondeos y estadísticas lo demuestran.

En lo relativo al voto a formaciones localistas con ninguna proyección nacional y sin peso concreto específico en el futuro de la Nación, han de prevalecer la utilidad y la practicidad por encima de “gestos simbólicos”. La mayoría absoluta del Partido Popular ha de ser más absoluta para subir un peldaño más y con absoluta firmeza de cara a las Elecciones Generales y es en el próximo Gobierno de la Nación en el que hemos de depositar todas las expectativas y es al que hemos de aupar entre todos con nuestro incondicional apoyo. Si logramos llegar a un 90% de participación daremos a escala nacional una lección del compromiso del pueblo de Ceuta con la España, no de pasado mañana, sino de mañana.
 

Vivas versus Carracao: debate entre caballeros


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Segundo debate electoral, esta vez entre el Presidente Juan Vivas y el cabeza de lista del PSOE José Antonio Carracao. Buena puesta en escena, el socialista de corbata rojo pasión y el Presidente corbata azul-gaviota. Lógica expectación pero antes de nada la conciencia de que se enfrentaban dos oponentes pero también dos políticos que unen su talante moderado a su talento de ser personas excepcionalmente corteses y que saben “estar” en un plató. Y esto pese a la juventud de Carracao que es cierto que comenzó con una entonación algo “subida” pidiendo a Juan Vivas que se excusara por considerarse “insultado” en una Nota de Prensa del PP, pero como el Presidente se disculpó (aun recordando que el socialista le había llamado “mentiroso”) y no le dolieron prendas en el momento de hacerlo, el debate tomó un tono riguroso y comedido.

Normal entre quienes se enfrentaban, por mucho que, lógicamente discreparan, el líder de la izquierda ceutí recitando sus propuestas económicas de incentivos y de bonificaciones. El tema era el empleo y Vivas reiteró la falta de competencias, dando un cortés capotazo ya que todos entendíamos que los buenos propósitos de Carracao podían chocar con alguna respuesta especialmente ácida del líder del PP sobre los cinco millones de parados y a ver quién iba a dar lecciones de políticas de empleo a quién y revestido de qué autoridad moral. Pero no se rompió el buen tono dentro de las muy distintas ideas que exponían los políticos. Frente a las críticas del socialista tal vez un poco demasiado “estudiadas” el abrumador contingente de datos sobre logros concretos, expectativas cumplidas y fines alcanzados durante los diez años de Gobierno de Juan Vivas en general y sobre los últimos cuatro años, el de los recortes de hasta un 60% por parte de la Administración Central a Ceuta, en particular.

Especial insistencia en el tema de las bonificaciones del 50%, ese mismo que Zarrías quiere debatir junto a los Presupuestos Generales del Estado para que el PP al rechazar los presupuestos por insostenibles, le meta un estacazo a las aspiraciones de los ceutíes. Vivas podía haber hecho un poco de “sangre”, pero no es su estilo, ni el líder de la izquierda ceutí, que es un tipo correcto y que cumplía con su obligación de criticar, lo merece. Cierto es que el Presidente con su particular e intransferible calculadora mental puede pasar por el famosísimo “Hombre-Dato que es el que coge los números y aquí te pillo aquí te mato”. En temas económicos el número uno del PP es muy difícil de “tumbar” y a nivel de mejoras concretas y evidentes muy complicado de abatir. Por mucho que el socialista hiciera alguna que otra concesión a la demagogia y preguntara al Presidente que cuántas veces había salido de la ciudad para contar sus bondades, a lo que Vivas contestó que siempre y ya no hubo más chicha por ese camino concreto.

Carracao estuvo bien pero le faltaba una pizca de espontaneidad y le sobraba un exceso de cuestiones preparadas de antemano, lo que le encorsetaba un poco a la hora de sus intervenciones. Como al tratar del tema concreto de Europa y poco menos que acusar de malgastar los fondos europeos, concesión poco afortunada a comentar el estado de las casas que se encuentran en torno al Centro Penitenciario y recuerdo del Presidente acerca de que los fondos europeos no se manejan libremente sino que una comisión decide su destino concreto, que no son precisamente las viviendas sino obras de envergadura que ahí están para ser visitadas. ¿Podrá quejarse alguien del control exhaustivo de las ayudas de Europa?. Pero normal el discurso del socialista que es el líder de la oposición y debe ejercer de tal, por mucho que hiciera excesivo hincapié en las “prioridades” y mostrara la foto de una cancela de apariencia bastante precaria y que correspondía a un lugar para discapacitados para demostrar en qué consiste “priorizar” y añadió que no lo era todo “poner macetones con flores”. Vivas discretísimo, podría haber respondido sesudamente eso de “mi Gobierno pone flores, plazas y jardines pero el suyo se dedica a hacer mastodonticos e inútiles aeropuertos como el de León o el de Castellón que los utilizan un par de pasajeros a la semana”. ¿Quiénes les van a dar lecciones de coherencia y utilidad, los de Zapatero?.

Aunque en Ceuta aún queda por hacer en las barriadas, porque una ciudad se hace y rehace de forma ininterrumpida, las actuaciones realizadas son espectaculares y han habido cuatrocientas intervenciones, igualito que la política de la Junta de Andalucía que ha permitido la proliferación de poblados y más poblados de chabolas donde las criaturas viven peor que los animales. Pero se logró que predominara la moderación en cada intervención, la juventud del líder de la izquierda de Ceuta le hacía “lanzarse” de cuando en cuando en plan “usted tiene un discurso victimista y lastimero” para atacar al Presidente que, curiosamente, siempre ha hecho gala de un proverbial optismismo. ¿Hablaría Carracao de Juan Vivas o pensaba estar debatiendo con miembros de otras formaciones que “sí” han hecho del victimismo y de la lobreguez de sus listas de agravios su forma de vida política para crear descontento y luego capitalizar ese mismo descontento? Para mí que el socialista se estaba equivocando de contertulio.

Y también resbalaba, pero con buena fe, cuando recitaba la importancia de las personas como centro de atención de la política, idéntico guiño al Humanismo parido por el Renacimiento que esgrime sistemáticamente el PP en su ideario, respuesta de Vivas con otra avalancha imparable de datos y estadísticas de logros culminados, aparcamientos, rehabilitaciones, plazas y jardines, sellado del vertedero para el nuevo parque, las playas, el campus, las faraónicas inversiones en la barriada del Príncipe y una larga y abrumadora retahíla de datos y más datos. En algún momento se temió que el líder de la izquierda quedara enterrado bajo una montaña de datos y después tuviéramos que ponernos a escarbar hasta dar con él.

No obstante se respetaron los tiempos de manera casi perfecta, con algún leve error subsanable y subsanado con muy buenas maneras. Realmente los dos políticos, tanto el joven como el experto, exudaban las mejores intenciones y un claro amor por la Ceuta del hoy y del mañana, con puntos de encuentro y puntos de desencuentro. Jose Antonio Carracao no es culpable de la trastienda que tiene en la Moncloa y Vivas se esponja por la bonanza futura al ser consciente de que Rajoy es el inquilino inmediato de la Moncloa.

Pero lo fundamental fue que ambos actuaron y debatieron con ese estilo al que se refería el politólogo francés Alain de Benoist al señalar que “el estilo es el hombre”. Fue un debate serio, pero no hostil. Se enfrentaron pero desde la cortesía política. No existió ninguna salida de tono notable y cada cual argumentó sus razones respetando el guión establecido.

Conclusión: fue un debate político y antes que nada un debate entre caballeros.
 

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