Para acercarnos a las democracias
que más tiempo llevan instauradas en algunos países, sin
duda alguna, deberíamos cambiar la Ley Electoral, haciendo
desaparecer de ella todos esos partiditos que nada
representan a nivel nacional.
Mientras no se cambie la actual Ley Electoral, seguirán
existiendo todos esos partidos nacionalista y localistas
que, a fin de cuentas, al servir como partidos bisagras con
sus votos pueden dar el gobierno de una ciudad a aquellos
partidos a quienes no hemos votado.
Por poner un ejemplo de todos conocidos, tenemos el caso de
Cantabria, donde el presidente de esa Comunidad Autónoma es
un señor que menos ha sido votado, pero que sus escasos
votos le permiten ser el presidente a cambio de que gobierne
aquel partido que le deje seguir siéndolo.
Se mire como se mire es una incongruencia que nunca
ocurriría en aquellos países donde la democracia lleva
asentada muchos años antes de que nosotros llegásemos a este
sistema de gobierno que según, Churchill es le menos malo de
los sistema.
Y no hablemos de los partidos nacionalistas que imponen sus
leyes a cambio de dejarte seguir gobernando, puesto que si
te quitan sus votos, por no haber sacado mayoría absoluta,
tienes que dejar de gobernar.
Otra enorme incongruencia que unos partidos que sólo se
presentan en su territorio y no a nivel nacional tengan un
mayor número de diputados, que aquellos otros partidos que
se presentan en todo el territorio nacional.
Caso éste como el que ocurre con IU y ERC. Resulta que IU
que se presenta en todo el territorio nacional sacando un
millón de votos, tiene menos diputados que ERC que sólo se
presenta en Cataluña y tiene muchos menos votos. Esto no
tiene razón de ser, por mucho que me lo quieran explicar, en
el caso de que se pueda dar alguna explicación.
Para acabar con todo esto y parecernos, cada día, a una
auténtica democracia, hay dos soluciones. Primera ir a una
segunda vuelta, donde desaparecen todos estos partidos que
nada representan a nivel nacional o bien obligar a todos
estos partidos nacionalista a presentase en todo el
territorio nacional en el caso que quieran estar en el
Gobierno de España.
Con cualquiera de estas dos propuestas, para ello habría que
cambiar al Ley Electoral, se acabarían los partidos bisagras
que hacen que sean presidentes aquellas personas que menos
han sido votadas, y al mismo tiempo se acabaría con el
chantaje de aquellos partidos que son insaciables a la hora
de pedir cada vez más y más, si el Gobierno quiere contar
con su apoyo.
Y ni te cuento para qué valen los partidos localistas. No
valen para nada, pues carecen de fuerza suficiente para
poder solicitar algo al Gobierno central que, incluso cuando
le hablan de algunos de estos partidos no tiene ni la más
remota idea de quienes son.
Y qué caso le pueden hacer en Madrid a quienes han
conseguido un puñadito de votos, en la mayoría de los casos
insignificantes y que, por supuesto, nada pueden aportar al
desarrollo de su localidad. Ninguno con los que saque.
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