Un joven, al que denominan ‘Brahim Manolo’ fue alcanzado
ayer de un disparo en la pierna cuando caminaba sobre las
15:00 horas por la zona de Arcos Quebrado, próxima al
Príncipe. El herido, que fue transportado hasta el Hospital
Universitario ingresó en Urgencias donde fue asistido de una
herida de bala con orificio de entrada en la zona baja de la
rodilla. No tuvo que ser intervenido, pero entró en
quirófano para la extracción de la bala. La Policía ya ha
detenido al presunto autor.
El Cuerpo Nacional de Policía, a través de los funcionarios
adscritos a la Brigada de Policía Judicial estaban ayer
tarde tras la pista del autor de una acción violenta, con
arma de fuego, cerca de la mezquita de Arcos Quebrados con
el resultado de un herido de bala. Al filo de las 21:30
horas, el presunto pistolero estaba detenido en su propio
domicilio en donde los agentes procedían al registro, tras
la orden judicial pertinente que fue solicitada pasada la
media tarde, para intentar hallar la principal prueba del
delito, la pistola.
El nuevo suceso, según los especialistas consultados, se
circunscribe a las luchas intestinas que se producen entre
clanes o bandas de delincuentes con base en el barrio del
Príncipe.
El herido de bala, A.L.A. de unos 25 años de edad es el
coocido como ‘Brahim Manolo’, un elemento al que le constan
numerosos antecedentes policiales y penales, quien -según
testimonios del propio barrio- fue objeto de una reciente
agresión.
Al parecer, ‘Brahim Manolo’ iba caminando por la zona de
Arcos Quebrados, cerca de la mezquita sobre las 15:00 horas
cuando fue atacado. Había dos individuos sentados charlando
y uno de ellos, a cara descubierta -el ahora detenido-
desenfundó el arma que llevaba escondida entre sus ropas y
se acercó a la víctima para dispararle al menos en dos
ocasiones. Sólo una fue certera.
Los disparos tenían trayectoria de arriba hacia abajo y una
bala penetró en una de las piernas de ‘Brahim Manolo’. Tras
la acción, (siempre según testimonios de vecinos) el
pistolero huyó del lugar, así como el compañero con quien
charlaba, no sin antes ‘limpiar’ los pocos casquillos caídos
al suelo.
El herido fue trasladado en un coche particular hasta el muy
cercano Hospital Universitario, mientras ya había sido
alertada la Policía Nacional que se presentó en el lugar en
pocos minutos. Allí se desplegaron los operativos. Unos
analizando la zona del suceso visualmente (Policía
Científica) y otros (Investigación Criminal) iniciaron las
pesquisas que dieron sus frutos de inmediato.
Poco después de las primeras declaraciones tomadas sobre el
terreno, los agentes ya conocían el perfil del presunto
autor. Ya sabían quien podía ser el autor, y ya estaba
localizado. Era cuestión de esperar.
La petición judicial de registro domiciliario se tramitaba
al tiempo que en el Hospital, el herido se hallaba en el
quirófano para serle extraída la bala (en manos ya de la
Policía Judicial) y recuperarlo en la zona de observación.
No hubo intervención quirúrgica. Fue una herida limpia.
El herido durmió anoche en su casa donde se recupera ahora
de la herida recibida.
Por su parte, el detenido pasó anoche custodiado en los
calabozos de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía, en
espera de que hoy se complete el atestado policial. Después
de ese trámite y en el plazo de las horas legalmente
establecidas para que un detenido permanezca en sede
policial, será conducido y puesto a disposición judicial.
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