PORTADA DE HOY
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OPINIÓN - JUEVES, 12 DE
MAYO DE 2011 |
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OPINIÓN / ANÁLISIS |
El reto de Ceuta ante el
fracaso escolar |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Cada vez que se aborda el tema de
la educación en Ceuta surge inevitablemente la alusión al
fracaso escolar. Lo he escuchado en todos los foros y en las
manifestaciones de los diferentes partidos políticos sin que
ninguno alcance con exactitud a determinar de una manera
estricta, coherente y fundamentada las causas exactas del
fracaso.
La Coalición Caballas, con su habitual tono quejumbroso,
habla de “falta de plazas de guardería” pero la política
educativa del Gobierno de Juan Vivas está llevando adelante
un programa que hará que “sobren” plazas en esta ciudad el
próximo año .Y tampoco se alude directamente a un tema de
falta de escolarización, ya que los niveles son normales y
lo digo desde la perspectiva de haber estado trabajando con
colectivos donde existían gravísimos problemas y un fracaso
escolar medio-alto sobre todo entre los alumnos varones,
amén de una gran conflictividad entre el alumnado y
problemas de violencia para con los maestros. En este caso
concreto los alumnos padecían una situación socioeconómica
precaria, no humilde, sino “muy” precaria. Algunos tenían al
padre, a la madre o a ambos en prisión y estaban más que
acostumbrados a ver a los progenitores en la comunicación
semanal “por cristales” si tocaba el sábado o una vez al mes
un par de horas de comunicación familiar. Y a esos niños y
niñas se les nota la pena de la ausencia.
También existían hijos de drogadictos o de drogadictas, de
familias cruelmente desestructuradas, de hogares donde la
violencia doméstica sin denunciar y como algo habitual era
el pan nuestro de cada día. Alumnos con problemas, algunos
que acudían a clase por el servicio social del
“despertador”, donde un trabajador social avisa a las madres
para que levanten a los niños y lo primero que les entra en
el estómago por las mañanas es la leche que les dan en la
escuela. Y luego las denuncias por absentismo escolar a
Fiscalía de Menores hasta llegar a los casos especialmente
trágicos en lo que, por gravísimos problemas familiars, la
Junta de Andalucía tiene que hacerse cargo de los niños y
las niñas porque está visto que en sus familias no les
pueden educar ni se ocupan dignamente de su atención y
cuidado.
Existe un ignorado universo de pequeños que van peregrinando
de la puerta de las comisarías a las puertas de los juzgados
y de ahí a los rastrillos de las cárceles siempre doloridos,
siempre en pos de los familiares. Y de estas circunstancias
se deduce el largo camino que queda por recorrer en España
hasta llegar a una “auténtica” protección del menor. Porque
su lugar no está ni debe estar en esos lugares, es más,
deberían tener prohibido el acceso, porque el daño que
sufren es irreparable, se les queda y no solo eso sino que
llega un momento en que consideran “normal” ese peregrinar.
Pero en Ceuta la realidad que apercibo es distinta, existe
fracaso escolar pero no he tenido noticias de que esos niños
vengan de familias atrozmente desestructuradas ni con serios
problemas. Pueden ser chicos y chicas de origen humilde,
pero nada más. Y la escasez de recursos, a menos que se
circunscriba a los pequeños que vienen directamente de los
núcleos de chabolas sin luz, sin agua y sin sanitarios, que
aquí parecen no existir, la relativa precariedad económica
no fundamenta el fracaso escolar. Tiene que haber algo más.
Y ese algo más puede residir en que no se sigue la norma
habitual del seguimiento y diagnóstico de los escolares por
parte de los equipos de psicólogos para averiguar la raíz de
la falta de rendimiento académico. Y caso de determinar que
el examinado pudiere entrar dentro del grupo de alteraciones
etiquetadas como “trastorno de la personalidad” proceder con
ayuda neuropsiquiátrica.
Ya se conoce ampliamente que dentro del diagnóstico de THDA
o hiperactividad se incluyen, a modo de cajón de sastre una
gran variedad de síntomas y de conductas, hay niños
disléxicos y dispráxicos y los hay incapaces de concentrarse
debido muchas veces a una deficiencia de ácidos grasos
esenciales en el cerebro. De hecho existen y han sido
señalados hasta trece desequilibros bioquímicos que pueden
conducir al fracaso escolar. Por ello los diagnósticos
psiquiátricos tienen que utilizar herramientas diagnósticas
objetivas tales como evaluaciones psicométricas y pruebas
bioquímicas como la prueba diagnóstica de Hoffer-Osmond
destinada a determinar los desequilibrios bioquímicos. Hay
que considerar y hago un inciso, que la infancia y
adolescencia actual es la de la “fast-food”, la “comida
basura”, muchos conservantes y colorantes en los alimentos,
mucha química en los productos de bollería industrial y en
las bebidas refrescantes. Me digan ¿Existen algunos
privilegiados padres en Ceuta que puedan afirmar sin mentir
que sus hijos comen a diario las cinco raciones de frutas y
verduras que señala la OMS?. No las comen porque no las
quieren, prefieren un donuts y una coca cola, los mínimos
alimentos naturales y eso nos ha conducido a generaciones
donde se centuplican las alergias alimentarias y la
intolerancia a alimentos que lleven entre sus componentes
productos químicos.
De hecho se sabe que una alergia al gluten sin diagnosticar
puede producir graves problemas de salud mental y llevar
directamente a la hiperactividad y a la dislexia y la medida
preventiva es utilizar el test de IgE ELISA donde se examina
en sangre el potencial alérgico de 50 alimentos y productos
químicos. Idénticos síntomas de dislexia, hiperactividad,
falta de concentración e incluso síntomas de depresión van
asociados a las deficiencias o desequilibrios en ácidos
grasos esenciales relacionados con la función cerebral,
concretamente Omega 3 y Omega 6, estas carencias de
nutrientes indispensables para el buen funcionamiento del
cerebro se diagnostican así mismo con un análisis de sangre,
al igual que las deficiencias en niacina-piridoxina-acido
fólico o vitamina B12 que son los mejores amigos del
cerebro.
Se ha comprobado en innumerables estudios desde hace veinte
años como escolares con bajo rendimiento evolucionaban e
incluso aumentaban su CI tan solo aportándoles en la escuela
dosis de vitaminas, minerales y oligoelementos. El fracaso
escolar puede ir muy bien asociado a una nutrición
equivocada que se traduce en problemas de salud mental
expresados en problemas de comportamiento, falta de
rendimiento, desmotivación, hiperactividad y mala conducta.
Y no considero significativo el que se alegue en el caso de
esta ciudad que los alumnos pueden tener problemas con el
idioma por hablar en sus casas una lengua distinta a la de
sus estudios, es decir, por ser bilingues y no lo considero
significativo porque a día de hoy al menos la mitad de los
colegios de España han encajado perfectamente bilinguismo y
trilinguismo, el cerebro juvenil es absolutamente receptivo,
poroso, en continua transformación y con sus capacidades
intactas. Y existen clases específicas de “inmersión” ocho
horas diarias en un solo idioma para quienes cojeen en
alguna lengua. Todo está previsto en nuestro sistema
educativo.
Y me consta el afán del Gobierno de Juan Vivas por encarar
el tema del fracaso escolar desde todas sus perspectivas y
con una visión lo más amplia posible, aunque haya que
realizar seguimientos exhaustivos del alumnado escuela por
escuela y clase por clase. Si algo existe en lo que destaque
y haya destacado históricamente el Partido Popular en su
preocupación casi obsesiva por la educación, por la
aplicación de las metodologías más punteras, de los últimos
avances pedagógicos, motivar a los alumnos, determinar el
problema si existe de cada cual para una respuesta
individual, potenciar la educación en valores, disciplina,
constancia, voluntad, esfuerzo, empeño, excelencia...
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Merienda con quienes no se
jubilan del milagro del amanecer |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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El Presidente Vivas lanzó la
pregunta ante un auditorio de ciudadanos de la “edad de
oro”, mal llamados “jubilados”: “Los aquí presentes ¿os
consideráis jubilados del milagro del amanecer?”. Un rotundo
“Nooo...” como respuesta y la consiguiente algarabía en las
mesas donde se arremolinaba lo “más guapo” de la madurez
ceutí, docenas de elegantes señoras con predominio de
peinado con mechas (ya se sabe que las rubias con mechas
históricamente han votado al PP) damas musulmanas con
pañuelos muy bien conjuntados y caballeros, aunque estos se
notaban menos, por no decir nada, porque no alborotaban y
permanecían silenciosos y un poco impresionados por la
vitalidad de las féminas.
Merienda-convención-encuentro con la tercera edad,
rectifico, con la “madurez” ceutí. Ancianos centenarios no
vi a ninguno, el contingente estaba compuesto por exponentes
de una madurez siglo XXI bien gestionada y con aspecto de
estar muy bien llevada. Encuentro con el candidato Vivas al
que dio la entrada el innegable desparpajo ante los
micrófonos de Yolanda Bel que no dudó en criticar con tono
ácido la congelación de las pensiones y los recortes
sociales perpetrados por el Gobierno socialista, los
maduros-as aplaudieron indignados ante las tropelías de las
que están siendo víctimas y satisfechísimos al ver
reflejados sus anhelos en las palabras de la Portavoz a la
que ovacionaron merecidamente. El inevitable pachanguéo
chumba-chuma del himno del PP y la irrupción en el escenario
del Presidente ante el delirio colectivo de los asistentes
que se mostraban espontáneos y bullangueros y más aún cuando
dos guapísimas azafatas peperas que parecían de televisión,
comenzaron a repartir camisetas entre las asistentes que se
apresuraban a ponérselas, de hecho, si un acto con
“supuestos” mayores tiene ese ritmo no quiero ni imaginarme
lo que puede llegar a ser un encuentro con los de Nuevas
Generaciones, siempre que exista un lugar capaz de albergar
la proverbial energía de los “vivaces” yogurines.
¿Y como estuvo el Presidente que fue capaz de preguntar a
los invitados si alguno de ellos se consideraba jubilado
“del milagro del amanecer”?. Pues ¡milagro! esta vez no nos
lanzó toneladas de cifras, números, porcentajes y
estadísticas ni impartió su habitual lección magistral de
economía aplicada a la gestión pública que suele dejarnos
bastante abrumados, sino que decidió “dejarse ir” y
“explayarse” porque se le veía muy a gusto y muy contento
por el tipo de auditorio, porque, como va para “madurito de
buen ver” se siente especialmente cercano a la edad de oro y
a las abuelas y abuelos. Cercano y agradecido. Así se
embarcó en los recuerdos que conforman nuestra memoria
sentimental (o al menos la mía de niña de los años cincuenta
y hoy madurescente es decir madura/adolescente) y lo hizo a
la manera comparativa del “abuelo Cebolleta” de los viejos
teléfonos de pared donde se pedía la vez a la centralita a
las novísimas tecnologías; de la vieja locomotora renqueante
al AVE; de la penicilina a la medicina nuclear.
La generación madura de hoy ha vivido unos cambios
radicales, de la “ley de vagos y maleantes” a la
jurisprudencia del Tribunal Europeo de derechos Humanos. La
humanidad entera ha avanzado siglos en un par de
generaciones por las innovaciones y los más espectaculares
avances científicos y tecnológicos, incluso la esperanza de
vida y lo que es más importante, de calidad de vida, ha
aumentado casi al doble que en los oscuros años cuarenta en
plena posguerra, cuando las cartillas de racionamiento y el
estraperlo. Les digo y les cuento que Vivas “habló bonito”
que es una definición que nos viene de nuestros primos
hispanos. Que conmovió a los presentes y luego les hizo
reír, que les tocó los corazones y después los estómagos con
los deliciosos pastelillos y los sandwiches de gloria
bendita y café para “achuchar”. ¿Y las ganas que tenía el
personal de cachondeo? Inenarrable, se ve que el mensaje de
Juan Vivas muy “new age” y muy típico de la
psicoinmunoneurología que es la rama médica que ahora mola
junto a la neuroendocronología que es mi particular fetiche
intelectual, se siente que el Presidente aunque a todos los
efectos es un claro ejemplo de la madurescencia bien
asumida, ha deglutido con fruición los principios más
avanzados acerca de que, la vejez es totalmente reversible y
que aplicando la ciencia no hay por qué deteriorarse.
El discurso del candidato iba encaminado a aclarar que,
mientras se mantengan las cualidades intelectuales y
espirituales de la juventud es decir, la espontaneidad, la
curiosidad, la capacidad de entusiasmarse y el afán por
aprender y conocer, la vejez no existe. De hecho puede
encontrarse a un “anciano” aburrido, desmotivado y apático
de veinte años y a una joven brillante, estudiosa,
interesada por las innovaciones, llena de curiosidad y con
deseos de “marchita” de escasos setenta años. De hecho ahí
están las abuelas y abuelos-canguro criando a sus nietos. Y
los mayores que tienen que “tirar” de la familia con sus
pensiones.
Y en Ceuta se han puesto todos los instrumentos para dotar
de la mejor calidad de vida a la etapa de oro, residencia de
mayores, albergue, teleasistencia, cuidadoras, actividades,
clases, cursos y todo lo necesario socialmente para saldar
la deuda impagable que cada uno de nosotros tiene con la
anterior generación y la anterior con la anterior. Porque la
realidad social de hoy es la suma de los esfuerzos y del
ahínco de los de ayer. Reconocimiento, gratitud, negación
del término “jubilación” y la frase clave porque, realmente,
nadie jamás estará jubilado de la maravilla del amanecer.
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La estrategia vil y
deleznable de Aróstegui |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Un mesecillo largo le ha durado la
humildad y el permanecer en un discreto segundo plano para
que pudiera “existir” levemente y de forma casi evanescente
el número uno de la Coalición, Mohamed Alí. De nuevo opacado
y apocado por el ímpetu del “protagonista”, que a este ritmo
va a acabar siendo como una especie de “Isabel Preysler
ceutí” por su capacidad para ocupar páginas en la prensa
escrita, de hecho, si le siguen tocando las palmas al
sindicalista va a batir todos los records de la llamada
“reina de corazones” aunque con Caballas y sin Porcelanosa.
Y con pésimas maneras y ofendiendo a la inmensa mayoría de
los ciudadanos, con una dialéctica tan burda que ayer
consiguió lo que parecía casi imposible: enervar al
Presidente Vivas y a veintidos mil votantes del PP. Y
enervar no quiere decir “ofender” porque no “ofende” quien
quiere sino quien puede y por muy gruesos que sean los
calificativos y por más ensañamiento que ponga Aróstegui a
la hora de insultar, nunca conseguirá hacer que el Partido
Popular entre en su dialéctica del “enfrentamiento por el
enfrentamiento”. Ni que responda groseramente que es lo que
desearía el de Caballas, ya que su estrategia se centraliza
de manera absurda en convertir la realidad ceutí en un
siniestro lugar presidido por la crispación y la
confrontación entre los ciudadanos. En algún lugar ha oído
el “divide y vencerás” y trata de retrotraer la táctica a
una ciudad que le rechaza y le viene rechazando desde hace
más de diez años, su deseo sería fragmentar la realidad en
bloques enfrentados y de ahí sacar su rédito y su provecho
electoral.
Siempre se ha dicho que “los napolitanos crean la tragedia
para vivirla” y con ese pensamiento señaló el Presidente
Vivas que Aróstegui “crea los problemas para vivirlos” o
mejor dicho, monta problemas artificiosamente para “poderlos
denunciar” y, como estrategia, resulta bastante vil. Lo que
no ha logrado asumir el portavoz de Caballas, rol que ha
vuelto a detentar Aróstegui es que eso de “las luchas
fraticidas” ni tiene cabida, ni tiene ninguna razón, ni va a
consentirse en la Europa del siglo XXI. Los ciudadanos de
esta ciudad, todos los ciudadanos, se apelliden como se
apelliden, al ser personas sensatas y mentalmente estables,
rechazan los problemas y rechazan con mayor empeño a quien
llega a “causarlos”. Ni es el modo ni es la vía, demasiado
“dramático”, demasiada “sobreactuación” y el que el líder
del Partido Popular se enervara y sin perder nunca las
formas alegara que insultando y provocando a los ciudadanos,
intentando dividir y no sumar, no se llega a ninguna parte,
es la respuesta más protocolariamente cortés que puede
ofrecerse ante la actitud de continuada provocación que va
rotando de la ofensa al insulto y así sucesivamente y de
manera cíclica. Todo muy deleznable.
Pero la culpa no es tan solo imputable a Aróstegui, sino que
deriva en quien o quienes se hacen eco de sus “ofensas,
insultos y amenazas” y las propagan para tratar de
“inquietar” a los ciudadanos.
Su falta de legitimidad es absoluta y se enfrentará en
solitario a la mayoría ¡y suerte tendremos si no nos declara
la guerra!. En verdad el sentido del juego democrático de la
Coalición Caballas expresado por boca de Juan Luis Aróstegui
es bastante discutible y empieza por negar “validez” a la
voluntad del pueblo en forma de votos y termina con una
“declaración de intenciones”, es decir, de “malas
intenciones” contra ese mismo pueblo.
¿Y qué derecho asiste a Aróstegui para capitanear una
especie de “ofensiva” contra la mayoría? Pues ninguno. Ni
ese derecho existe en democracia porque, para ser demócratas
hay que comenzar por respetar la voluntad expresada en las
urnas, que es lo que no quisieron respetar en el 23 F y así
les salió a los golpistas, ¿se imaginan a Aróstegui tratando
de dar un golpe de Estado el 22M en el palacio de la
Asamblea?.
Lo que no resulta de recibo ni se puede encajar es que ande
regurgitando amenazas y despropósitos, empozoñando el
ambiente, tratando de alguna manera de “echar a pelear” a
los ceutíes, porque el pueblo no quiere problemas, ni
peleas, ni confrontaciones, sino trabajar en un proyecto
conjunto, sacar adelante las bonificaciones, que se genere
trabajo, que se aumenten los salarios, que ello repercuta en
el consumo.
El pueblo de Ceuta quiere lo que desea el PP: paz, trabajo y
prosperidad y como cantara Carlos Cano “que la alegría nunca
nos falte, que vuelvan pronto, los emigrantes, haya trabajo
y prosperidad”. Y si Aróstegui, reciclado en “ave de mal
agüero” trata de acojonarnos, por nosotros le pueden ir
dando.
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