La acusación ejercida por el Ministerio Fiscal ante un
delito de injurias sentó ayer en el banquillo del Juzgado de
lo Penal a un bombero al que tres de sus superiores
señalaron como autor de varias publicaciones en internet
sobre “graves irregularidades” en dicho Cuerpo; hechos que
el procesado negó.
‘Milanuncios.com’ y ‘Bomberosdemarbella.com’ fueron las
páginas web en las que el 13 de agosto de 2009 aparecieron
varios mensajes en los que se achacaban “ciertas
irregularidades graves” al Cuerpo de Bomberos de la Ciudad
Autónoma, concretamente, sobre dos de sus superiores y
firmadas por otro funcionario.
Estos hechos fueron los que sentaron ayer en el banquillo de
los acusados del Juzgado de lo Penal a un bombero ceutí por
el delito de injurias graves con publicidad que le imputaba
la representante del Ministerio Fiscal en la ciudad, que
solicitó sentencia condenatoria para el procesado
consistente en 1.800 euros de multa. Además, los dos
superiores del Cuerpo y el funcionario al que se otorgaba la
firma de dichos mensajes también participaron en el juicio
personándose como acusaciones particulares, cuyos letrados
pidieron a la titular del órgano judicial condenas de hasta
seis meses de prisión y multas que oscilan entre los 1.800 y
9.720 euros.
Reclamaciones anteriores
Sobre las seis de la tarde de aquel 13 de agosto aparecieron
los mensajes en las citadas páginas web y tres horas más
tarde, el acusado, que estaba de servicio, discutió con tres
de sus compañeros a raíz de la “supresión del puesto de
conductor”. Categoría que uno de los denunciantes negó
puesto que “todos somos bomberos y todos conducimos”.
El procesado admitió que aquella noche se había “alterado”,
llegando incluso a “golpear” algunos muebles del Parque de
Bomberos pero que, “en ninguno de los casos”, “escribió
mensajes en la web “contra sus jefes”. A preguntas de la
fiscal sobre su relación con estos, el imputado sí confirmó
haber tenido “algún problema” a raíz de una reclamación que
interpuso en la Ciudad ante la “falta de un protocolo de
actuación en viviendas”. Reclamación que posteriormente
retiraría ya que “el enlace sindical, se suponía, que lo
había solucionado, aunque no fue así”, añadió. Sobre su
declaración en sede policial, en la que al parecer el
procesado reconoció la autoría de las injurias y calumnias,
“el instructor de la Policía y el secretario no me dejaron
llamar al abogado porque me aseguraron que esto quedaría en
un puro trámite administrativo y unas disculpas. Pero, una
vez finalizada la declaración, me dijeron que llamase al
letrado de oficio y que lo sentían, que era su trabajo”.
Ante tal grave acusación sobre “coacciones”, la jueza
preguntó al acusado si no conocía los derechos
constitucionales que le asistían al haber estudiado las
oposiciones para el Cuerpo de Bomberos, y este manifestó que
la situación le había cogido “desprevenido, nervioso y sin
saber qué hacer ni cómo responder”, que lo único que quería
no era envolver de problemas a su familia. Pero insistiendo
en que era inocente después de haber permanecido en el
Cuerpo 25 años de servicio sin ningún expediente contra él.
“Molestos por nuevos turnos”
Los tres perjudicados aseguraron a la magistrada de lo Penal
que los miembros del Cuerpo de Bomberos, por aquella fecha,
estaban “molestos” ante los nuevos turnos de refuerzo que se
habían implantado, cuyas designaciones iban por “orden de
listados” y sin ninguna diferencia en cuando a funciones.
Uno de los denunciantes incluso reveló durante el juicio que
días más tarde de las publicaciones “me pidió perdón,
excusándose con que había estado con pastillas, pero le dije
que no retiraba la denuncia puesto que había afectado a mi
familia y a mis más de 30 años de servicio”.
Varios bomberos, presentes la noche de la discusión,
declararon en calidad de testigos, y aseguraron no haber
visto al acusado por la zona de acceso a ordenadores del
Parque. Pero sí reconocieron la “agitación” que ese día se
palpaba en las instalaciones municipales y haber escuchado
“rumores” sobre la implicación del procesado en los hechos
enjuiciados. Juicio que la magistrada dejó visto para
sentencia.
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Los mensajes en la web revelaban “graves y ciertas
irregularidades”
Las publicaciones aparecidas en
las páginas web ‘Milanuncios.com’ y ‘Bomberosdemarbella.com’,
aquel 13 de agosto de 2009, hacían referencia a “ciertas
irregularidades graves” producidas dentro del Parque de
Bomberos, a nivel administrativo y material. Sobre uno de
los superiores del Cuerpo, los mensajes relataban supuestas
“tapaderas a subordinados durante las bajas de trabajo”
mientras que a otro de los cargos le imputaban la
“sustracción de gasolina, neumáticos y otros utensilios para
beneficio personal”. Además de frases que incluso acusaban a
ciertos bomberos de “omisión del deber de socorro”. Motivo
por el que los denunciantes nunca aceptaron retirar la
acusación, “recomendada desde la propia Consejería y a tenor
del daño sufrido no sólo por nosotros, sino también por
nuestras familias”, repitieron los tres bomberos personados
como acusación particular. El acusado, por su parte, reiteró
su inocencia ante la magistrada del Juzgado de lo Penal en
varias ocasiones.
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