Es a lo que se dedicó el PP en la
mañana del sábado, cuando el mercado central estaba en plena
ebullición y cuando más amas de casa intentaban hacer la
compra para el fin de semana y para algún día más.
Esta es una nueva moda que, desde hace ya unos cuantos años,
empezaron a utilizar los líderes en las grandes ciudades,
para aproximarse un poco más a las personas de a pie y que,
a medida que van pasando las distintas elecciones, se va
acrecentando la moda, para así, dicen, arañar esos pocos
votos más que, a la larga, son los que logran el último de
los escaños.
Una gran “familia” acompañaba a Juan Vivas en esta visita al
mercado, pero lo que me produce muchas dudas es si todos los
que le iban siguiendo son, realmente, votantes de Juan
Vivas, o si es que muchos se dejan ver ahora para poder ir,
de aquí a un mes a decirle en su despacho:” Presidente ¿Qué
hay de lo mío?”.
Aquí en el post elecciones está la situación, en las
colocaciones o en el intento de ser colocados, y para eso lo
que hace falta es estar bien situados en las filas de los de
colocación segura.
Al ser tan larga la “procesión” que le seguía al presidente
y futuro presidente, más de uno tuvo que hacer cola en los
distintos puestos y no porque ninguno de los del “séquito”
del presidente estuviera comprando naranjas, puerros, peras
o fresas, no es eso, los acompañantes no suelen comprar nada
y los líderes menos, pero al haber tantos ilusionados por
acercarse al presidente, según en el pasillo que iba
tocando, hubo ratos en los que no se podía comprar en varios
de los puestos, por la aglomeración de personas, en busca
del saludo del presidente.
Y ya tiene mérito meterse en un mercado en busca de los
votos, muy especialmente cuando el propio Vivas sabe que las
elecciones las tiene ganadas, con sólo asomarse a la puerta
del Ayuntamiento.
Simultáneamente, en el comienzo del Paseo del Revellín había
otro grupo político, UPyD que, también, repartía su
publicidad y explicaba a quienes querían oírles lo que es su
programa y como se puede llevar a cabo en Ceuta.
Aquí las aglomeraciones eran mucho más cortas, había
personas que se “asomaban” para conocer lo que estos
pretenden, pero es un “producto” totalmente nuevo,
totalmente desconocido para la mayoría del personal y en
caso de dudas, quien más, quien menos se arrima a aquellos
que llevan la vitola del triunfo acompañándoles.
Y era el primer fin de semana de la campaña, cuando la pasta
de haber pegado los carteles, todavía, estaba blanda, ya
veremos a partir de ahora.
La situación no tiene por qué cambiar mucho y quienes ahora
gritan y se ponen del lado del candidato que apunta, más
alto, esos mismos, si apareciera la propia Rosa Díez serían
los primeros en cambiarse de acera, para ir a decirle que
ellos votarán su candidatura, porque es la mejor.
Antes de las elecciones con posibilidades de hacer
propaganda queda otro fin de semana y, sin que sirva de
precedente, para poderle echar una mano, al grupo que sea,
lo que menos falta hace es estar dorando la píldora a este o
a aquel candidato para cubrirse las espaldas cuando haya que
ir en busca de algo a los despachos.
A lo largo de la semana, habrá más tranquilidad, pero el
próximo sábado y el domingo, todos saldrán a apoderarse de
la calle y a buscar los votos que aún necesitan.
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