La Caravana Popular dedicó ayer su segundo día de campaña a
visitar el Mercado Central, el Tesorillo y el Polígono
Sepes, lugares donde los 250 seguidores del PP que
participan en el puerta a puerta están transmitiendo a los
melillenses el resultado de la gestión que ha llevado a cabo
el Gobierno local en los últimos años. El cabeza de lista
del PP, Juan José Imbroda, subrayó ayer que este mensaje
constructivo se contrapone al discurso de otros partidos,
que han optado en esta campaña electoral por “los insultos,
las agresiones, difamaciones y las coacciones” contra la
formación popular.
Imbroda, en declaraciones a los periodistas, explicó que en
esta campaña electoral, la Caravana Popular está repartiendo
entre los melillenses un libro llamado ‘Centrados en ti’, en
el que se resumen los proyectos y actuaciones que ha llevado
a cabo la Ciudad Autónoma en los últimos años.
“Esto es lo que refleja nuestra forma de hacer política,
nosotros no vamos por ahí insultando, agrediendo,
coaccionando o asustando. Vamos con nuestra verdad, que son
nuestras realizaciones”, destacó Imbroda, que insistió en
que la labor que ha desempeñado su Gobierno ha permitido
hacer de Melilla “una ciudad distinta, mejor y con más
servicios que, además, es orgullo de todos los melillenses,
nos voten o no nos voten”.
Imbroda se mostró convencido de su victoria el próximo 22 de
mayo, lo que le permitiría hacer dentro de cuatro años “otro
libro del PP” resumiendo su gestión en la legislatura.
Asimismo, aprovechó la ocasión para agradecer a sus
compañeros de partido el esfuerzo que están realizando en
esta campaña electoral. Según dijo, unos 500 afiliados y
simpatizantes están trabajando en la calle o en la sede del
PP para transmitir a la ciudadanía las ideas y la gestión
del PP, lo que “quiere decir que hay un espíritu de lucha e
ilusión por ir a los ciudadanos y convencer con nuestros
mensajes”.
Respuesta a Aberchán
Por último, Imbroda aludió al boicot que el PP sufrió en su
pegada de carteles, al asegurar que aquello fue “una
operación montada” en la que Mustafa Aberchán “se quitó de
enmedio”. Del presidente cepemista criticó su “personalidad
de tipo amoral” por insinuar que Imbroda estaba ebrio en la
pegada de carteles cuando, tras ser agredido, acusó a los
cepemistas de querer “convertir Melilla en una separación
como un Líbano entre cristianos y musulmanes para matarnos”.
Según Imbroda, Aberchán “pasa por encima de los derechos más
elementales, de la ética y de la vergüenza”, y advirtió de
que “no nos van a callar ni a amilanar y vamos a seguir
adelante con más fuerza que antes”.
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