Algunos estudios vinculan la aparición del cáncer de mama
con determinados variantes. Uno de los últimos es el
realizado por unos científicos catalanes que relacionan la
enfermedad con las pastillas anticonceptivas. A este
respecto, Manuela Camacho, secretaria de ACMUMA (Asociación
ceutí de mujeres mastectomizadas) explica que las hormonas
“juegan un papel muy importante en la aparición del cáncer”,
por lo que “a una menor exposición de estrógenos, menor
riesgo de padecerlo”.
“Hay muchos estudios, pero la fiabilidad de estos depende”,
explican desde ACMUMA (Asociación ceutí de mujeres
mastectomizadas). La secretaria de la entidad, Manuela
Camacho Macías, hace referencia a los estudios publicados,
frecuentemente, sobre el cáncer de mama y los factores que
pueden acelerar o provocar su aparición.
Uno de los últimos es el que han realizado unos
investigadores del Centro de Regulación Genómica (CGR) de
Barcelona, que publicarán a finales de mes en la revista
‘Cancer Research’, y en el que analizan la teoría de que
tomar anticonceptivos aumenta, en determinadas mujeres, el
riesgo de padecer cáncer de mama.
El estudio refleja que las personas que tienen el gen BRCA1
mutado —es el que se encarga de equilibrar los niveles de
progesterona en el organismo—, al no disponer de ese
regulador de la hormona, tienen mucho más riesgo de aumentar
las células y también de desarrollar la enfermedad.
A este respecto, Camacho explica que a la hora de
identificar las causas del cáncer de mama, “se están
llevando a cabo muchos estudios, incluso un análisis del
papel que juegan las alteraciones en los genes BRCA1 Y
BRCA2”, y que es el tipo de cáncer del que habla la citada
investigación. “El BRCA1 es responsable de aproximadamente
entre el 5 y el 10% de los cánceres diagnosticados, y de la
mitad de los cánceres de mama familiar, por lo que en el
caso de que una mujer con hijas lo presente, estas estarán
controladas”, explica. En este sentido, añade que también
afectan otro tipo de variantes, como podrían ser “la
frecuencia y el tiempo de la revisión, la cirugía
profiláctica, la terapia hormonal sustitutiva y la
quimioprofilaxis”.
Por otro lado, otra relación que establecen con frecuencia
los estudios sobre el cáncer es la que se podría establecer
entre las mujeres que no han tenido hijos y las que sí en
relación a las posibilidades de padecer un cáncer. “La
vinculación sería con la lactancia”, anota la secretaria de
ACMUMA.
“Las hormonas juegan un papel muy importante en la aparición
del cáncer de mama”, explica Camacho. “Uno de los factores
de riesgo conocidos en relación con la aparición de la
enfermedad es la exposición excesiva del tejido mamario a
los estrógenos y, propablemente, a la progesterona, que son
unas hormonas segregadas por los ovarios y por las glándulas
suprarrenales, entre cuyos efectos está la maduración de los
órganos sexuales incluidas las mamas”, comenta, y añade: “Su
función es estimular a las células a multiplicarse”. En este
sentido, Camacho ha explicado que como el cáncer de mama “es
un proceso oncológico en el que las células sanas de la
glándula mamaria degeneran, se multiplican cuando no es
necesario y se transforman en tumorales”; lo que significa
es que cuando una mujer está embarazada “la secreción de
estrógenos disminuye a favor de otras hormonas de la
gestación”.
Esto se traduce en que como el embarazo (y también la
lactancia, si la mujer opta por ella) provoca “un cierto
descanso estrogénico” al no haber menstruación, ese periodo
conlleva, según explican desde Acmuma, “una menor exposición
a estrógenos, y por tanto, menor riesgo de padecer cáncer de
mama”.
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