La obra de reparación de la carretera de García Aldave en el
tramo de la curva de las canteras ha superado ya el ecuador
con la conclusión de la primera fase, consistente en la
instalación de los micropilotes que sustentarán el terreno,
afectado por un desprendimiento. A continuación, y según
explican los técnicos de la GIUCE, se procederá a la
colocación de “anclajes” y el recubrimiento de la pared con
“gunita”.
Las obras de reparación del tramo de la carretera de García
Aldave afectado por un desprendimiento, en la conocida como
la ‘curva de las canteras’, han superado su primera fase,
consistente en el micropilotaje para asegurar el terreno.
Tal como señalaron ayer los técnicos de la Gerencia de
Infraestructuras y Urbanismo (GIUCE), la segunda fase
consistirá en la colocación de “anclajes” y el recubrimiento
de la pared externa de la carretera con el sistema de “gunitado”.
La “gunita” es una mezcla de agua, árido, cemento y aditivos
que, con la bomba y el cañón adecuados, se proyectan sobre
la superficie a recubrir. La técnica de proyección de
hormigón se aplica en taludes, y en Ceuta se ha empleado por
ejemplo también en la construcción del aparcamiento
subterráneo de la barriada de San José.
La parte exterior de la vía, que se desprendió hacia el
precipicio de una de las canteras, se ha asegurado asimismo
con la construcción de un muro de hormigón.
Estas obras fueron adjudicadas a la empresa Construcciones
Jomasa con un presupuesto de 134.545,35 euros y están
financiadas en casi el 50% por el Ministerio de Política
Territorial, que en junio de 2010 concedió a la Ciudad una
subvención dentro del programa de ayudas para paliar los
efectos de los temporales en las infraestructuras.
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