Este país de panderetas, fiestas y
juergas y que no decaiga, porque nosotros somos así y nada
ni nadie nos va a cambiar. Que nos gusta más una juerga que
a un tonto una chupa,. Y que vivan los puentes y los
acontecimientos nacionales e internacionales, que aquí
estamos nosotros para celebrarlo por todo lo alto.
Primero, todos pendientes del gran acontecimiento
futbolístico entre el Madrid y el Barcelona, cuya primera
parte del asunto de la Champion la ha ganado el Barcelona en
el campo te los merengues por dos a cero.
Asunto éste que ha tenido entretenido al personal, durante
varios días, discutiendo la actuación arbitral, la táctica
empleada por Mou, y ni te cuento lo que se han dicho ambos
entrenadores, con relación a estos encuentros. O sea que
pensando en el encuentro de hoy, ya tenemos para divertirnos
con lo que acontezca en ese encuentro para un par de meses.
Y para que no nos falte de nada porque hay que darnos una
juerga, cada dos por tres, para olvidarnos de todos los
asuntos importantes, por si ustedes no lo saben, se han
casado el Guillermo y la Kate, El un príncipe inglés y ella,
según diría el “abuelo Cebolleta, Peñafiel, una plebeya”.
Este pobre hombre, que se arrastra por las televisiones
atacando a la princesa de España, Letizia, es tan tonto el
pobre mío que tiene la creencia, que si se le da un pequeño
pinchazo a alguien de la realeza, la sangre que brota es
azul. Otro día hablaremos de este… pero hoy, vamos a lo que
nos interesa que no es más que las juergas.
Les decía qué no sabía si ustedes se habían enterado de esta
boda, porque ninguna cadena de televisión, ni ningún medio
de comunicación, ha comentado lo más mínimo de esta boda de
la realeza británica.
Una pena, que no se haya conectado en directo con el asunto
de la boda, ni se haya comentado nada del traje de la novia,
de lo guapo que iba el novio, su hermano, la hermana de la
novia y todos esos pequeños que acompañaban a los
contrayentes. Y lo que más duele es que no se haya dicho
nada de la reina de los ingleses, ni de los tocados o
sombreros que llevaban los invitados.
Como español estoy tremendamente dolido, de que ninguna de
las cadenas de televisión o de los rotativos, hayan mandado
enviados especiales para cubrir semejante acontecimiento,
con lo importante que es esa boda para el desarrollo
económico de nuestro país. A eso no hay derecho, y desde
aquí y desde ya, mi más enérgica protesta.
Ante estos acontecimientos, deportivos y bodas, qué nos
importa a nosotros que haya en éste país casi cinco millones
de parados, ni que nadie, ante esto asuma responsabilidades,
ni se salga a decir que el futuro está más oscuro que la
boca de un túnel.
Qué le importa al personal, que haya cinco millones de
parados, ni que no se vea la forma de salir de las crisis.
Eso es pacata minuta al lado del encuentro de vuelta
Barcelona - Madrid o que se televise un buen bodorrio. Mucho
pan y circo es lo que necesitamos.
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