LUNES. 25
Hacía un mundo que yo no veía a Salvador Durá,
delegado de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
Así que hoy, cuando nos hemos encontrado, nos hemos puesto a
recordar tiempos pasados. Salvador, por si ustedes no lo
saben, fue un jugador de fútbol extraordinario, malogrado
por sufrir una grave lesión cuando vivía un momento cumbre
de su carrera. Con Salvador Durá estuve yo trabajando en una
empresa local, en la década de los noventa, y debo decir que
nuestras relaciones fueron inmejorables. Y él sabe bien de
lo que hablo. Por lo cual, siempre que tenemos la
oportunidad de charlar, que son muchas menos veces de las
que desearíamos, salen a relucir aquellos años. Cuando
descubro que ha perdido peso, Salvador me dice que se
encuentra formidable en todos los aspectos y, naturalmente,
en el físico. Y me cuenta cómo lo ha conseguido: comiendo
menos fuera de casa y suprimiendo los vinos del alterne.
Sacrificio que, acompañado de sesiones de carrera continua,
le han devuelto una figura que había perdido. En fin, que mi
estimado Salvador Durá está viviendo un momento estupendo; y
uno, que siempre le ha tenido ley, no puede sino alegrarse.
MARTES. 26
A Enrique Juliá Benítez lo conozco yo desde hace la
tira de tiempo. Me parece que hablé por primera vez con él
nada más llegar yo a esta tierra. Y jamás hemos dejado de
hacerlo. O sea, que llevamos ya la friolera de treinta años
charlando cada vez que nos vemos. Y nos vemos con cierta
frecuencia. Eso sí, en cuanto le echo de menos lo primero
que hago es preguntarle a su hijo, José Juliá Nicolás,
por él. Con el hijo de Enrique también he hecho yo siempre
buenas migas. Y es que padre e hijo están avalados por una
forma de ser a la que es imposible no responderle con un
trato exquisito. Hoy, cuando me encontraba sentado a una
mesa de la terraza de La Tasca de Pedro, se acercó a mí
Enrique para que yo le explicara algo relacionado con
tácticas futbolísticas. Y allá que nos pusimos a debatir
acerca del asunto, ante la presencia de otro conocido mío
que no dijo ni mu. Enrique, que siempre se ha confesado
lector mío, le agrada sobremanera pegar la hebra conmigo. Y
a mí, como ustedes comprenderán, me encanta conversar con
él. Y, naturalmente, con su hijo: José Juliá Nicolás: un
tipo estupendo
MIÉRCOLES. 27
Hacía una semana que había disfrutado yo de lo lindo viendo
como mi equipo le ganaba la Copa del Rey a un extraordinario
Fútbol Club Barcelona. Y, sin embargo, esperaba el primer
encuentro de la Copa de Europa, entre ambos conjuntos, con
cierto pesimismo. Pesimismo que a medida que se acercaba la
hora del encuentro iba degenerando en miedo. Ese miedo que
me producía saber que el Madrid terminaría, una vez más,
quedándose con diez jugadores frente a once del equipo
azulgrana. Por mor de una regla no escrita pero sí admitida
en los despachos de la UEFA. En suma, que en la última
conversación que tuve con otro madridista de pro, por
teléfono, diez minutos antes de que comenzara el balón a
rodar, le confesé los motivos que tenía para estar casi
convencido de que el Madrid terminaría palmándola. Mira, le
dije a mi interlocutor, el miércoles pasado en Valencia,
hubo dos detalles que me hicieron comprender que nuestro
equipo estaba sentenciado. El primero, debido a los cortes
de manga que les hizo Pepe a los aficionados
catalanes; el segundo, y verdaderamente significativo, la
cara que mostraba, durante la entrega del Trofeo a los
jugadores del Madrid, Ángel María Villar: presidente
de la Federación Española de Fútbol. Villar parecía estar
iracundo por la victoria madridista. En su cara se reflejaba
la aversión que siente por el club presidido por
Florentino Pérez. Ese odio que le hizo, en cuanto pudo,
ponerse en contacto con Michel Plantiní, presidente
de la UEFA, para indicarle que Pepe debería recibir el
castigo que no tuvo en tierras levantinas. De modo que,
cuando se produjo la expulsión de Pepe, ninguna extrañeza me
produjo. Pues la esperaba como algo que estaba ya decidido.
JUEVES. 28
Me encuentro con Fernando Jover Cao de Benos y de Les
en el paseo Alcalde Sánchez Prados. Y, tras los saludos de
rigor, la cháchara comienza, como suele suceder entre
nosotros cuando nos vemos. Fernando me recuerda lo que
escribí acerca de que Mabel Deu, la consejera de
Cultura, Educación y Mujer, aspiraba a ser la directora del
Centro Asociado a la UNED en Ceuta. Y le respondí que si
acaso se había sentido disgustado al conocer que Mabel tenía
previsto postularse como candidata a sustituirle. Y
Fernando, con su acostumbrada cachaza, me estuvo explicando
lo que le dijo, en su momento, la señora Deu al respecto de
lo escrito por mí. Y, claro está, su guasa en el decir,
propició mi risa. Eso sí, ambos tuvimos el buen gusto de
hacerle el articulo a Mabel Deu; debido a que es mujer que
ha sabido ganarse nuestra simpatía y a la que le profesamos
afecto. Fernando me recordó, antes de despedirnos, que le
debo una visita a su despacho, prometida por mí hace ya la
tira de tiempo. Y a mí solamente se me ocurrió decirle que
hiciera el favor de comunicarle a Enrique Ávila Pérez,
secretario de la UNED, que está en deuda conmigo. Y que
Enrique sabe sobradamente el motivo.
VIERNES. 29
Ser de sangre azul. A las personas presuntuosas y remilgadas
suele decírseles que parece que sean de sangre azul.
Tradicionalmente se ha conocido a la aristocracia como gente
de sangre azul. Este apelativo proviene de la blancura de su
piel que dejaba traslucir el azulado de las venas, en
contraste con la del pueblo, que debido al trabajo diario
estaba curtida y tostada por el sol. En el Real Madrid, si
nos atenemos a lo que dice esta frase hecha de la lengua
castellana, Valdano y Butragueño podrían dar
el pego. Valdano y Butragueño, tanto monta, monta tanto,
mean colonia y se la cogen con un papel de fumar. Han sido
siempre así, y les ha ido tan bien en la vida que no tienen
por qué cambiar. A la forma de ser de ambos, fariseos por
excelencia, la llegada de Mourinho no les apetecía. E
hicieron todo lo posible por convencer a Florentino Pérez
para que cambiase de idea. Sin conseguirlo. Desde ese
momento, comenzaron a urdir trampas contra el portugués.
Ahora, tras los incidentes del Madrid-Barcelona, han vuelto
a la carga. ¿Cómo? Usando los medios del Grupo Prisa, del
que Valdano ha sido siempre fiel servidor, para que destile
peste contra Mourinho y, sobre todo, para que el
vestuario se rebele contra su entrenador. Florentino
Pérez tiene una ocasión pintiparada para ponerlos a los
dos en su justo sitio. Porque mucho me temo que si Mourinho,
al verse desprotegido, decide poner los pies en polvorosa,
el Madrid quedará a merced de sus enemigos. Los amigos para
siempre del Barça. Es decir, Villar y Platiní,
quienes, con la ayuda de Valdano y Butragueño, harán posible
que el equipo azulgrana siga siendo intocable. O sea, el
juguete preferido de la realeza futbolística.
SÁBADO. 30
Mañana (hoy, para ustedes) se celebra, con motivo del día
Internacional del Trabajador, la manifestación del Primero
de Mayo. Cuando las cifras de parados son ya mareantes. Del
drama de los parados he escrito yo en no pocas ocasiones.
Porque lo he vivido en mis propias carnes. Un hombre sin
trabajo va de un lado a otro por la casa como un perro
abandonado. Se ha descrito con frecuencia el desasosiego
psicológico del parado. Más allá de la inquietud material,
el hombre privado de trabajo experimenta una angustia
existencial. No solamente culpa a la sociedad que le ha
arrebatado la posibilidad de ganarse la vida, sino que
también duda de sí mismo, de su capacidad. Un varón sin
trabajo se siente casi emasculado. Y es que el mundo del
trabajo había sido concebido, organizado y construido por
los hombres. No olvidemos que hasta no hace muchos años,
eran los hombres quienes controlaban casi exclusivamente su
funcionamiento, arrogándose todos los mandos. Las mujeres
trabajaban, ciertamente, pero en la casa. Eran muy pocas las
que tenían acceso a tareas destacadas. Sólo tenían derecho a
labores secundarias. Las que deseaban progresar levantaban
los ojos hacia lo alto y sólo veían hombres. Las cosas han
cambiado, justo es reconocerlo. Aunque todavía hallan las
mujeres resistencia por parte de los hombres. En fin, que la
manifestación de este año llega en momentos donde el paro
está haciendo que innumerables personas hayan pasado de
llevar una vida de clase media a verse sumida en la pobreza.
Terrible situación.
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