Ya tenemos en las manos, en negro
sobre blanco y con el confortable tacto de la hoja de papel
A4, los puntos del programa electoral del Partido Popular.
He querido titular “Horizontes cercanos” a los análisis y
reflexiones que, desde una perspectiva política, vaya
realizando sobre el contenido de la oferta del Gobierno de
Juan Vivas. Lógicamente si hubiera denominado el asunto con
el poético, literario y cinematográfico apelativo de
“Horizontes lejanos” hubiera resultado más elegante, pero no
me estaría ajustando a la realidad y encima me podrían
tachar de “derrotista” por permitirme fijar en la lejanía
una propuesta que va a ser de aplicación inminente y no lo
digo yo, sino que lo dice Sigma dos.
Genéricamente podría calificar el programa como
absolutamente “cuadriculado” y lo menos parecido a la utopía
o al planteamiento demagógico que pueda encontrarse en el
panorama actual de los partidos. Se percibe con claridad
que, cada punto, es fruto de una primera reflexión pero que,
tras la idea inicial ha existido un arduo trabajo de
análisis para sintetizar los resultados en propuestas
concretas. Así el margen de ideas histriónicas,
planteamientos irrealizables y utopías fantasiosas es cero
total. Lo que se expresa se puede cumplir y empíricamente se
ha demostrado con anterioridad.
Se palpa así el método casi científico que se ha utilizado
en su elaboración y se notan las horas de estudio y se notan
los codos. Ni las baratas propuestas-outlet ni el
redentorismo compulsivo tienen cabida en la oferta electoral
de un partido que es profundamente realista en cuanto a la
España actual, y por ser realista y consciente de los
problemas existentes, ha de ser esencialmente pragmático.
Y dentro de esa tendencia a lo práctico y a la exaltación de
lo cotidiano, resalta sin lugar a dudas el punto relativo a
la seguridad: “Más seguridad: Vivir con más libertad”.
La valoración de este extremo del programa es esencial,
porque la seguridad ciudadana repercute directamente en la
calidad de vida del ciudadano. Puede existir una bella
enumeración articulada de derechos y libertades, pero
ninguno de ellos es factible si no se asientan sobre el
pilar fundamental de la seguridad. Desde el mismo momento en
el que el ciudadano experimenta una sensación fundada de
temor y de estar en una especie de situación continuada de
amenaza a su integridad física, a su hogar y a su familia o
a su patrimonio, se extingue su derecho a la libertad.
Afortunadamente en Ceuta no se ha padecido la irrupción de
las mafias del delito ni de las bandas organizadas. La
configuración geográfica de la ciudad la convierten en una
especie de “ratonera” para los criminales expertos en tipos
delictivos como son los robos con violencia en casa
habitada, urbanizaciones enteras de chalets asaltadas por
las bandas, polígonos industriales con todas sus naves
robadas y vaciadas, atracos cotidianos a joyerías y otros
comercios, realizados con violencia extrema y a veces con
víctimas mortales, robo de vehículos pesados, robo
multimillonario de cobre, robos de cosechas enteras,
sustracciones de vehículos y mafias de ladrones asolando los
lugares turísticos como en Barcelona.
Ceuta es privilegiada porque su situación resulta
disuasoria; no es fácil salir. Y cuenta además con el plus
de la merecida fama de sus policías, tanto Nacional como
Local, de la Guardia Civil y sobre todo con la inquietud
bien motivada que causa en los delincuentes la existencia de
la UIR.
No obstante la seguridad es como la mente del escritor: un
delicadísimo ecosistema al que cualquier factor externo
puede desestabilizar. La propuesta de que la Policía Local
sea una presencia continuada y tranquilizadora en los
centros escolares y la labor docente que los agentes pueden
llevar a cabo impartiendo charlas al alumnado, con mesas
redondas y puestas en común con los niños y con los jóvenes
para aclararles todo tipo de dudas y de cuestiones sobre
violencia escolar y como denunciarla; los peligros reales
del alcohol y de las drogas; actuaciones infantiles y
juveniles en caso de ser víctimas, testigos directos o
indirectos o conocedores de supuestos de violencia de
género; la correcta utilización de los teléfonos de ayuda a
las víctimas de malos tratos en el hogar; normas básicas de
educación vial y también visitas guiadas didácticas a los
entrenamientos, maniobras o simulacros de intervención de la
policía y adiestramiento de guías caninos. Todo este amplio
abanico de posibilidades educativas dimanantes de encuentros
entre los menores y los policías que les protegen
constituyen un beneficio y un notable enriquecimiento para
ambas partes.
Policía=Cercanía. Policía= Garantía. Porque es una oferta
firme del Partido Popular la de ejercer un control
exhaustivo sobre el consumo de alcohol y de drogas, así como
sancionar con dureza la venta de alcohol a menores.
Desgraciadamente aún queda casi un año de vigencia de la
actual Ley del Menor, tal y como está y sin las reformas
venideras y consustanciales a la regeneración democrática
que vendrá de manos del próximo Gobierno del PP, pero como
se ha de utilizar el único instrumento legal del que se
dispone, tratar de que nadie se sustraiga a su aplicación
bajo ningún supuesto.
La seguridad ciudadana es condición indispensable para la
calidad de vida, para que exista la convicción de que, las
calles y las ciudades no pertenecen a los delincuentes sino
a las personas honradas, de ahí la prevención y persecución
de cualquier acto vandálico, conducta incívica, delito,
infracción o cualquier conducta prevista y penada en
nuestras leyes. El ciudadano exige que ningún delito quede
impune y para ello confía en la labor de la policía y en la
coordinación absoluta entre los distintos Cuerpos de
Seguridad del Estado.
Y dentro del empeño del Gobierno de Juan Vivas por conseguir
que jamás, bajo ninguna circunstancia y bajo ningún concepto
Ceuta corra el riesgo de, como sucede en otras ciudades, ser
tachada de “peligrosa e insegura”, el apoyo sin fisuras a la
labor policial y la valoración de sus logros y de su empeño
por parte de la colectividad, es un imperativo moral y ético
al que no se puede renunciar.
“Más seguridad: Vivir con más libertad”. Voy a atreverme a
no calificarlo como “objetivo”, el horizonte es cercano, va
a ser una realidad.
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