Desde el lejano oeste estadounidense a la actualidad de las
urbes españolas, la fiebre del oro, altamente contagiosa,
también ha afectado a Ceuta. Hace poco más de un mes se
instaló en la ciudad el primer negocio de compra de oro,
situado en la Avenida alcalde Sánchez Prado y, poco tiempo
después, otra de estas franquicias repartidas por todo la
geografía española abrió sus puertas en Hadú. Dos comercios
a los que se les unen cuatro joyerías ceutíes en las que,
desde hace años, los clientes además de comprar también
pueden vender sus joyas de oro.
Esta práctica se ha vuelto habitual desde la aparición en
escena de la crisis económica, que ha obligado a muchas
personas a desprenderse de sus joyas, que en muchos casos
incluso constituían reliquias familiares. “Hay gente que
vende por necesidad, pero otros simplemente quieren
aprovechar piezas que no utilizan y llevarse un dinero por
ellas”, explica Cristina Carmona, la responsable de ‘Ceuta
Oro’. Este comercio se dedica a la compra de oro, de 14 y 18
quilates, pero también adquieren plata. “Nosotros adquirimos
cualquier tipo de pieza de oro, incluso joyas rotas, ya que
después los trozos se funden para crear nuevas”, explica la
responsable.
Desde abrió sus puertas, por ‘Ceuta Oro’ una media de casi
diez personas venden algo de oro cada día. “Son muchas las
que vienen preguntando precios e informándose y cada vez más
la gente entra para vender”, cuenta Cristina. El proceso
siempre es el mismo. En primer lugar se comprueban los
quilates de la pieza, se pesa la joya y en función del
precio que ese día tiene el oro se hace una tasación. Si
cliente y comprador llegan a un acuerdo, se procede al
registro de la transacción, donde se incluye una imagen de
las piezas y la documentación de la persona que las vende.
Por ley queda anotado todo lo que se compra y además se toma
una imagen de las piezas que se traslada a la Policía, para
evitar que se haga negocio con joyas robadas, tal y como
muestra la responsable de ‘Ceuta Oro’.
El mercado fija el precio
Durante el mes que lleva abierto este negocio, el precio del
oro ha sufrido constantes altibajos. “No hay nada fijo, por
la mañana se puede pagar 15 euros por un gramo de oro y por
la tarde 12, todo depende del mercado”, puntualiza Cristina.
No obstante, la tendencia de los últimos meses es de
escalada. “Desde hace un tiempo el precio del oro ha subido
muchísimo”, recuerda Juan Carlos Ramos, de la ‘Joyería
Ramos’. Y es que, el pasado jueves este metal precioso
volvió a romper techo alcanzando un valor 1.530 dólares por
onza, uno de los máximos históricos.
En la ‘Joyería Ramos’ han visto muchas subidas y bajadas en
el precio del metal por excelencia. Desde 1997, este negocio
también se ha dedicado además de a la venta, a la compra de
oro, que por aquel entonces se pagaba a 500 ó 600 pesetas
por gramo. Mucho han cambiado las cosas desde entonces, pero
los motivos que siguen moviendo a la gente a vender su oro
siguen siendo los mismos: necesidad o desuso de las joyas.
En su comercio, Juan Carlos sólo adquiere oro de 18
quilates. “Seleccionamos mucho las piezas que compramos
porque a todas no se les puede dar uso”. Dependiendo de si
son huecas o macizas, con incrustaciones o lisas y su forma,
el precio puede ser más o menos elevado, según indica el
dueño de este comercio de la calle Jaúdenes. Para él, el
“boom” de este negocio comenzó hace un par de años, cuando
la gente comenzó a dejar de recibir ayudas como el paro y se
vio obligada a vender lo que tenía en sus casas para obtener
algún beneficio.
Ahora, Juan Carlos asegura que ya no queda en España “tanto
oro como el que se está vendiendo”. Con el comienzo de la
crisis, los comercios de compra de oro crecieron al mismo
ritmo que cerraban las constructoras. En ese momento las
familias empezaron a intercambiar por dinero líquido las
joyas de las que disponían .
Por entonces, quien no vendía aquí lo hacía en Marruecos,
donde en ocasiones es fácil conseguir vender el oro a un
precio más alto. Vender y comprar, pues este metal precioso
es un activo refugio utilizado por muchas fortunas que
invierten en este metal precioso como un valor seguro.
|