Pensando que las matemáticas nunca
mienten, se frotaron las manos porque haciendo números se
podrían conseguir hasta seis consejeros, cantidad más que
respetable para ser el primer partido de la oposición.
Lógicamente con ese planteamiento se sintieron los más
felices del mundo mundial, abrazos, felicitaciones y todo lo
que se puedan imaginar ante semejante alianza que les iba
dar ese buen número de consejeros en la Asamblea,
La mayor inteligencia política que jamás haya dado esta
tierra, qué digo esta tierra, el mundo mundial, fue abrazado
por sus seguidores ante la magnifica idea que había tenido
de llevar acabo una alianza que, sin duda alguna, le
reportaría semejantes beneficios a él que desde hacía doce
años no podía conseguir un escaño, porque el pueblo, ese que
dicen que es “soberano” le negaba, una y otra vez, su
confianza.
Por fin sus superior inteligencia política, a años luz de la
inteligencia de cualquier ser nacido en éste mundo, había
tenido una de las más grandes ideas que jamás se le hubiese
ocurrido a nadie. Y es que, la suma de los supuestos
votantes, les darían a esa alianza, como mínimo, los cinco
mil votos.
Cantidad que, como ya hemos dicho, les llevaría a conseguir
cinco o seis consejeros. Los números, son los números y eso
es lo que la suprema inteligencia política de esta tierra,
le ofreció al jefe de la oposición, que al escuchar sus
explicaciones y los consejeros que podía aportar esa alanza,
no dudó ni un solo segundo en aceptar la formación que le
proponían.
Una alianza que le ponía en bandeja el tener un buen número
de diputados con los que hacer una oposición a Juan Vivas,
que éste se iba a enterar lo que valía un peine.
Todo, tan bien explicado por el político que mayores
fracasos a tenido en esta tierra, a pesar de ser una
inteligencia política superior al resto de los mortales,
estaba atado y bien atado. Abrazos, felicitaciones y sabor a
triunfo, era lo que se respiraba en esa alianza que, al
único que beneficiaba, era a la mayor inteligencia política
del mundo mundial.
Pero como decía la sabia de mí abuela: “luego viene el tío
Paco con las rebajas”. Y bien que ha tardado poco en
aparecer. Pues según las encuestas, esa alianza que tanto
iba a conseguir se puede, simple y llanamente, quedar en
algo representativo o sea testimonial.
Y es que se hicieron las cuentas, sin tener en cuenta, valga
la redundancia, todos los descontentos que se marcharon de
un partido que, por supuesto, no les van a votar. A eso hay
que añadir que el fracasado político cuenta con menos apoyo
que servidor para ser presidente de los EE. UU. Y claro, de
esa forma, no hay matemática que sea exacta entre los deseos
y la cruda realidad. Ya lo decía le título de la película
“Mas dura será la caída”.
La fantasía en esto de contar con posibles votantes, ha
superado con crece a la realidad. Tan superado estas esa
fantasía que, de nuevo, me hace pensar en jugar una partida
a los “chinos” y decir, sin temor a equivocarme, “ninguno
con los que saque”.
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