Melilla puede presumir de ser una de las ciudades españolas
más seguras a juzgar por el descenso de la tasa de
criminalidad y el aumento del índice de esclarecimiento de
delitos que ha registrado en el último año. El delegado del
Gobierno, Antonio María Claret, dio a conocer ayer los
resultados que en materia de seguridad ha registrado Melilla
a lo largo del último año, en el que destaca sobre todo una
bajada del 1,9 por ciento de la tasa de criminalidad y una
subida del 3,8 por ciento del índice de esclarecimiento de
delitos.
Claret, que ofreció su rueda de prensa junto al teniente
coronel jefe de la Guardia Civil, Ambrosio Martín
Villaseñor, y el jefe superior de Policía, Juan Manuel
Calleja, explicó que la tasa anual de criminalidad -delitos
y faltas por 1.000 habitantes- de 2010 ha sido de 61,2. Esta
cifra es aún menos si se excluyen los delitos contra la
seguridad vial, ya que en ese caso el índice de criminalidad
sería de 59,6 si excluimos. Este parámetro, según indicó el
delegado del Gobierno, supone un descenso de 1,9 delitos y
faltas por cada mil habitantes respecto a 2009. El nuevo
delegado subrayó el fuerte descenso que se ha producido en
este apartado desde la legislatura anterior, ya que Melilla
registraba en 2004 una tasa de criminalidad de 79, cifra que
se ha ido recortando en los últimos cinco años hasta
situarse en torno a las 60 acciones delictivas por cada
1.000 habitantes.
Por esta razón, Claret subrayó que los resultados incluidos
en el balance de criminalidad de nuestra ciudad son
satisfactorios, ya que representan una buena evolución en la
“estabilidad” que se viene registrando desde hace unos años.
Además, destacó que gracias a estos resultados, Melilla se
encuentra “muy por debajo” de la media nacional si se tiene
en cuenta la población flotante de 35.000 personas que
cruzan a diario la frontera desde Marruecos. Por lo tanto,
tomando como referencia que los servicios públicos de
Melilla atienden diariamente a 110.000 personas entre la
población real y la transfronteriza, la tasa de criminalidad
por cada 1.000 habitantes descendería de 61,2 a 41. Claret
fue desglosando el balance de criminalidad por la tipología
de los delitos cometidos, haciendo especial hincapié en los
robos, que son los que suelen generar una mayor inseguridad
entre los ciudadanos. En general, apuntó que los robos
disminuyeron el año pasado un 12,7 por ciento y los hurtos,
un 11,94 por ciento.
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