El presidente Juan Vivas hizo entrega ayer de una placa y un
escudo de Ceuta a 66 funcionarios públicos, en
reconocimiento a los 25 y 35 años de servicio. Antes del
acto, celebrado en el Salón del Trono, una nutrida
representación de la Ciudad acudió a la tradicional ‘Misa
del Funcionario’ para rendir honores al Patrón, el Cristo de
la Vera Cruz.
Entre los nervios y el orgullo. Así se sentían los
funcionarios que ayer fueron reconocidos públicamente tras
haber cumplido 25 y 35 años de servicio. El homenaje se
realizó ante la llegada del 3 de mayo, fecha en la que se
conmemora la festividad de la Santa Cruz, y, a su vez, el
día del Patrón de los Funcionarios Municipales.
Por ello, una nutrida representación de empleados de la
Ciudad, entre los que se encontraban el presidente Juan
Vivas, la consejera de Sanidad, Adela Nieto, o el director
general de Protección Civil, Ángel Gómez, asistió a una misa
en la Iglesia de África en donde se realizó el tradicional
homenaje al Cristo de la Vera Cruz.
Tras la eucaristía, el Salón del Trono del Palacio
Autonómico se convirtió en el escenario escogido para la
entrega de una placa y un escudo conmemorativo a los 66
funcionarios que comenzaron a trabajar para la Ciudad en los
años 1976 y 1986.
El presidente Juan Vivas fue el encargado de presidir el
acto. Su reconocimiento a los trabajadores no sólo se
produjo con la entrega de los obsequios sino que, de forma
previa, ofreció un pequeño discurso en el que enfatizó la
importancia de valores como la experiencia, “ayuda a
distinguir entre los principal y lo accesorio y, además, nos
hace ver las cosas que no tienen remedio”, o la importancia
de ser funcionarios en Ceuta, “debéis sentiros muy
satisfechos”, señaló.
Vivas también hizo mención a los años en los que los
empleados habían comenzado a trabajar. Así, en 1976, “Díaz
Flor ganó una medalla al mérito deportivo, se celebró una
etapa en Ceuta de la Vuelta Ciclista a Andalucía, ‘La
Tertulia Flamenca dio sus primeros pasos, Beatriz de Silva
fue beatificada...” Diez años después, en 1986, “se puso la
primera piedra de la ‘Loma del Pez’ y el transbordador
‘Virgen de África’ realizó su último trayecto tras 33 años
de funcionamiento”.
Asimismo, el presidente recordó que “lo más importante son
las personas y la lealtad que se le debe tener a Ceuta”, así
como que “todas las funciones son muy necesarias”. También
tuvo palabras de reconocimiento a dos funcionarios
recientemente fallecidos, “eran buenos empleados públicos,
tuve la fortuna de trabajar y aprender de ellos”, dijo.
No obstante, los auténticos protagonistas del acto fueron
los trabajadores presentes... y sus familiares. Muchos de
ellos, incluso, no pudieron contener sus lágrimas ante un
momento tan “emotivo”. Así, una de las responsables de
integración del Colegio José Acosta, Margarita Cruz, quien
se confesaba “muy orgullosa” de la labor que realiza.
Por su parte, otros empleados también destacaron la
“atención” recibida por parte de la Ciudad Autónoma, como
fue el caso de la técnico de Menores, Ana María Mendoza, o
el jefe del Servicio de Prevención y Promoción de la Salud,
José María Sánchez.
Un recuerdo a los que se habían perdido ese momento fue el
sentimiento de Luis Muñoz quien, tras cumplir 25 años de
servicio, expresó que “algunos familiares, ya fallecidos,
hubieran estado muy orgullosos de mí”.
En total 66 historias diferentes que quedaron inmortalizadas
bajo los acordes de ‘Haydn’ y ‘Mendelssohn’.
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