Las autoridades marroquíes iniciaron ayer un control previo
de sus vehículos nacionales con apariencia de no disponer de
la garantía técnica necesaria para circular por carretera.
También ayer la Guardia Civil incrementó la vigilancia de
estos automóviles, sobre todo por la carencia de la ‘carta
verde’ de seguro internacional, motivo por el cuál durante
la mañana de ayer se hizo retornar a más de una decena de
vehículos, lo que suele ser la media habitual según informó
la Benemérita a la Delegación del Gobierno. Y todo ello,
pese a que el trámite parlamentario tras la petición de la
senadora ceutí, Luz Elena Sanín, no ha finalizado.
No ha sido necesaria la rececpción de una orden, ni siquiera
que lo solicitado en el Senado por la parlamentaria ceutí
cumpliera el trámite de rigor en las Cortes. Este pasado
miércoles, las autoridades marroquíes de Bab Sebta se
interesaron por la cuestión y consultaron a la Guardia Civil
mediante la habitual cordial relación existente en el
Tarajal. Eso sí, mientras el lado marroquí cuenta con una
sóla voz pese a contar con cuatro cuerpos desplegados en su
zona (Aduana, Gendarmería -policía-, unidad militar -JED- y
DST), en el lado español, la Guardia Civil tiene su propia
voz, y el Cuerpo Nacional de Policía cuenta con la suya
particular.
La Guardia Civil advirtió este pasado miércoles que estos
controles se iban a establecer con rigurosidad en el momento
que se recibiera la orden directa una vez finalizado el
trámite parlamentario que se lleva a cabo, aunque la
Benemérita sí haga cierta criba diaria con una media de 10
vehículos devueltos al día, según consta en el informe
respuesta que se remitió a la Delegación del Gobierno hace
un par de meses.
Colapso de vehículos ayer
Las autoridades fronterizas marroquíes tomaron al pie de la
letra la advertencia aunque ayer mismo inició su propio
filtro previo al paso hacia el lado español mientras que los
agentes de la Guardia Civil, tal y como comprobó ayer EL
PUEBLO, solicitaban la documentación a todos los vehículos
con apariencia antigua y casi desclasificado.
La consecuencia de este escenario motivó la ralentización
brutal del paso fronterizo en los vehículos. Al punto que la
demora superaba la hora y la cola que se amontonaba
terminaba adentrándose en la carretera que accede al lado
fronterizo marroquí. Llegó a ser de casi dos kilómetros.
Los marroquíes que lograban acceder a Ceuta comentaban que
“la Guardia Civil había cortado el acceso a la ciudad de los
coches marroquíes”. Pero evidentemente no era así. También
se oyeron voces culpando a la “policía española”, pero ayer
conocieron, sobre la marcha y sin aviso previo, de que los
filtros y controles se iban a iniciar ayer mismo. También
cogió de imprevisto a la Benemérita, que de algún modo se
sumó haciendo su propia criba de vehículos.
La situación fue la que describimos. Comprobada ‘in situ’ y
con fuentes debidamente solventes e implicadas tanto a uno
como a otro lado de la frontera, que narraron a EL PUEBLO
los hechos que ayer motivaron tanta retención en el lado
marroquí.
Se trata de impedir que los vehículos sin seguro y sin
control técnico garantizado entren a Ceuta.
ITV y mala apariencia
Es un hecho, con el que se encuentra a diario la Guardia
Civil, que muchos de los automóviles que son controlados por
contar con una apariencia lamentable disponen de la garantía
de la inspección técnica de vehículos marroquí, lo que
obliga a los agentes de la Benemérita destacados en la
frontera a permitirles el acceso a Ceuta.
Por lo que no pasa la Guardia Civil es por la falta de carta
verde, el seguro internacional que cubre posibles
siniestros. El caso es que estos filtros, dicen fuentes del
Instituto Armado consultadas, son regulares y el control de
esos vehículos se realiza cada día aunque no a todos para
evitar que el colapso reine diariamente en el paso
fronterizo. Se computan más de 3.500 coches al día, lo que
constituye una cifra muy notable y conjugarla con una cierta
fluidez en el paso por el Tarajal.
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La Guardia Civil se encuentra con coches que sustituyen el
depósito de gasolina por una botella de Coca Cola
La mayoría de los vehículos que
acceden a Ceuta son utilizados para la carga de mercancías
que se introducen en los espacios más recónditos. Una simple
visita en horas de tarde por el entorno de las naves del
Tarajal sirve para comprobar el ingenio desplegado con el
que los propietarios de estos vehículos tratan de ganar
cuanto más espacio mejor.
La Guardia Civil ya no permite el paso a Ceuta de aquellos
vehículos que venían preparados con la suspensión elevada
que permitía una mayor carga en el transporte. “Ni eso, ni
dejamos que entre a Ceuta un coche al que le vemos un faro
roto o alguna anomalía a simple vista, por más que la carta
de ITV marroquí esté en orden”, nos comentaba un agente de
la Benemérita.
Uno de los casos raros con los que se ha topado la Guardia
Civil, algo que se ha venido repitiendo en numerosos
vehículos de Marruecos destinado a la carga de mercancía, es
el de la sustitución del depósito de gasolina, que suele ser
una pieza de grandes dimensiones para albergar unos 45
litros de gasolina de media, por una simple botella de Coca
Cola de 2 litros para ganar ese espacio y aumentar la carga
del transporte.
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