Sergio José Toribio, enfermero de la Unidad de Quirófano,
imparte esta semana y la próxima un curso en el hospital
Universitario sobre el proceso de cicatrización de las
heridas, el conocimiento de los distintos tipos de sutura y
el manejo adecuado de los diferentes tipos de anudados. En
ese sentido, uno de los objetivos de las investigaciones en
el campo de las suturas es “utilizar materiales que sean lo
más naturales posibles para que sean menos agresivos para el
cuerpo y no los rechace”.
Las primeras referencias sobre la realización de suturas
aparecieron en el año 600 antes de Cristo. También en la
Biblia se habla de técnicas que sentarían precedente para la
realización de estas técnicas de costura de heridas. Algunos
antepasados utilizaban bocas de hormigas con este fin. Pero
no ha sido hasta el siglo pasado cuando la realización de
suturas, en su concepto contemporáneo, ha cobrado un mayor
protagonismo.
Sergio José Toribio, enfermero del área de Quirófano del
Hospital Universitario de Ceuta desde hace 19 años, está
coordinando, en el centro sanitario de Loma Colmenar, un
curso sobre el proceso de cicatrización de las heridas, el
conocimiento de los distintos tipos de sutura y el manejo
adecuado de los diferentes tipos de anudados.
Están formándose unas quince personas, entre enfermeros,
matronas y alumnos residentes, con especial atención al
personal de los servicios de Urgencias y Quirófano. El
curso, que empezó ayer, se incluye dentro del Programa de
Formación Continuada 2011, y durará en una primera fase
hasta el 29 de abril, y después del 2 al 6 de mayo, en
horario de tarde. Tendrá una parte teórica, de diez horas
lectivas, y otra práctica que se realizará en diferentes
centros.
Toribio, que estudió Enfermería en la Facultad de Ciencias
de la Salud de Ceuta, y que está realizando actualmente un
máster en Prevención de riesgos laborales por la Unversidad
de Huelva, ha iniciado el curso haciendo un recorrido
histórico sobre el uso de las suturas en la sanidad. “Al
principio se utilizaban materiales de origen biológico y
ahora es todo sintético”, explicó en una entrevista a EL
PUEBLO.
En ese sentido, uno de los objetivos de las investigaciones
en el campo de las suturas es “utilizar materiales que sean
lo más naturales posibles para que sean menos agresivos para
el cuerpo y no los rechace”.
La segunda parte de su curso versará sobre la clasificación
de heridas, a fin de que el personal sanitario sepa
distinguir cuándo debe realizar una sutura y cuándo no. “Por
ejemplo, no se pueden saturar heridas de animales, ni
tampoco heridas que estén infectadas. En ese caso, se tratan
por ‘segunda intención’, es decir, es el organismo el que va
regenerando el tejido gracias a una cura diaria”.
Después de identificar la herida, lo siguiente que debe
conocer el trabajador es “qué materiales utilizar, teniendo
en cuenta qué factores influirán en el proceso de
cicatrización”.
Así, las suturas pueden realizarse con hilo, con puntos de
aproximación, con un material similar al pegamento y, solo
en intervenciones quirúrgicas, de manera mecánicas.
Fase práctica
El curso también incluye una fase práctica, en la que el
personal sanitario pone de manifiesto los conocimientos
adquiridos en la primera semana. De este modo, realizan
anudados con la mano y con la pinza, suturas, etcétera.
El objetivo de este curso es, según explica el enfermero,
“actualizar los conocimientos del personal, aunque teniendo
en cuenta qué tipo de suturas va a necesitar hacer un
enfermero, puesto que hay otras que requerirá la
intervención de un médico”. Toribio señaló además que, en
general, “es necesario que el personal esté constantemente
formándose”; y en concreto en este campo, “si es fundamental
que conozcan estas técnicas es porque conocer el material y
el procedimiento de trabajo otorga siempre una mayor
calidad”.
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