Uno de los principales motivos por
los que se crearon las Autonomías fue, sin lugar a dudas, el
tratar de descentralizar las distintas regiones de España,
para llevar a cabo la petición de cualquier documento había
que solicitarlo a Madrid, con la pérdida de tiempo que ello
suponía.
Pero cuando los nacionalistas llegaron a tomar el poder, en
cualquiera de ellas, la cosa cambió de forma radical. No se
conformaron con la descentralización que se había realizado,
ellos querían más, mucho más de las concesiones que
recibían. Eran insaciables en sus peticiones, cada vez
querían más sin importarles, poco ni mucho, lo que sucediera
en el resto de las Comunidades aplicándose, primero yo,
después yo y siempre yo, y el resto que se apañe como pueda.
Una prueba irrefutable de solidaridad.
Las Comunidades Autónomas, con su voracidad, se han
convertido en un barril sin fondo donde van a parar el
dinero de todos los españoles para instalar en ellas sus
propios sistemas educativos, su sanidad diferente al resto
de España e incluso algunas de ellas, rizando el rizo, han
llegado a abrir embajadas en algunos países y han dado
dinero para la defensa de un idioma que sólo lo hablan
cuatro cinco personas, sin olvidar los millones de las
antiguas pesetas que se han dado en preservativos.
Unos gastos millonarios, salido del bolsillo de todos los
españoles, para hacer el mayor de los ridículos. Unas
embajadas abiertas en distintos países que no valían para
nada, a no ser para colocar en ella al hermano de algún
manda o a otro familiar cercano, a sabiendas que la UE jamás
considerará país o nación a esa Comunidad Autónoma, ya que
sólo es reconocida como Nación , la Nación española,
Y como aun era poco el ridículo que se estaba haciendo, con
semejantes majaderías, se gastan unos millones de nada, en
llevarle a los pobres negritos preservativos, a los que esos
pobre negritos le dan el uso que más les conviene,
transportar el agua.
Los populares dicen que van a incluir en el programa
electoral de las elecciones del 22 M la obligatoriedad de
que las autonomías fijen por ley en su normativa un techo de
gastos como arma para combatir el déficit público.
Se hace necesario más que nunca que los dos grades partidos
nacionales lleguen a un acuerdo para que las leyes
autonómicas impongan ese techo de gasto.
Creo, con toda sinceridad, que más que llegar a ese acuerdo,
deberían de llegar al acuerdo de cambiar la Ley Electoral, y
que todos los partidos que quieran tener representación
parlamentaria, se tenga que presentar en todo el territorio
nacional acabando, de una vez por todas, con ese chantaje al
que someten al Gobierno de España, sea el que sea, de si no
se les da lo que piden les quitan sus votos y hacen que
pierdan todo cuanto vayan a proponer.
Decía la sabia de mi abuela “muerto el perro, se acabó la
rabia”. Haciendo esa nueva Ley Electoral se acabaron
cualquier tipo de chantajes que quieran hacer ya que, sin
lugar a duda alguna, presentándose en todo el territorio
nacional, no tendrían jamás representación parlamentaria y,
por tanto, difícil sería poder chantajear al Gobierno de la
Nación.
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