Una vez finalizadas las
tradicionales procesiones de la Semana Santa ceutí propias
de estas fechas, criticadas por algunos aunque, disfrutadas
por todos, es el momento oportuno de proseguir profundizando
en las numerosas decisiones protagonizadas por quien fue
incapaz de consumar sus actuales promesas electorales cuando
ostentó la dirección económica de un equipo municipal que
gobernó nuestra ciudad entre octubre de 1988 y mayo de 1991,
actualmente socio político de la primera formación política
en la oposición. En esta ocasión, me centraré exclusivamente
en reflexionar sobre la difusión de un mensaje vertido
siempre desde aquellas formaciones políticas, que se
encuentran en la oposición, formaciones que mantienen una
única constante, criticar a quien ostenta el Gobierno de la
Ciudad.
En innumerables ocasiones estas formaciones políticas han
vertido ante la opinión pública un mensaje subliminal
extraído de la siguiente afirmación “un gobierno en mayoría
es perjudicial para la democracia” argumentándolo en una
gestión política denominada “rodillo” como consecuencia
directa de la aprobación por parte del grupo parlamentario
que sustenta al Gobierno de la Ciudad de todas aquellas
propuestas presentadas por ellos mismos obviando
premeditadamente, que dicha mayoría es siempre concedida por
quien ostenta la soberanía nacional es decir, por la
ciudadanía. Por tanto, una vez más, estas formaciones
políticas se muestran totalmente irrespetuosos con los
principios democráticos contenidos en la Constitución
Española aprobada mayoritariamente por el pueblo español y
que sustenta nuestro sistema político.
Formaciones políticas, que menosprecian intencionadamente la
responsabilidad de unos ciudadanos que decidieron otorgar
mayoritariamente su confianza a quien demuestra un mayor
grado de compromiso con la ciudad en su conjunto tras
examinar y valorar los diferentes programas electorales con
los que las diferentes formaciones políticas concurren a las
alecciones así como, tras analizar el comportamiento de los
diferentes líderes en los meses anteriores, decidiéndose
finalmente por quien demuestra mayor grado de sensibilidad
ante las necesidades de la sociedad en general, sin
exclusiones de ningún tipo. Una ciudadanía, que ha otorgado
de forma abrumadora su confianza mayoritaria en los últimos
años a quien representa sin duda alguna valores tan
esenciales como la honestidad, la lealtad, cercanía,
laboriosidad, credibilidad y nobleza.
Por todo ello, solo puedo rechazar totalmente las
manifestaciones despectivas vertidas por quien desprecia los
valores esenciales incluidos en nuestra Carta Magna, por
quien injuria gravemente a todos aquellos ciudadanos, que en
el desempeño de sus derechos constitucionales, apoyaron
mayoritariamente, en dos ocasiones consecutivas al Partido
Popular liderado por su actual Presidente. Una formación
política, que ha devuelto la serenidad a la vida pública
tanto, en el seno de la Asamblea como en la propia ciudad, a
pesar de los virulentos ataques injustificados recibidos en
los últimos meses protagonizados por quien protagonizara la
etapa más oscura de nuestra historia democrática, el líder
ideológico y portavoz de la coalición Caballas. En
definitiva, los ceutíes tendremos una nueva ocasión de
responder a los insultos recibidos democráticamente, desde
la indiferencia más absoluta, acudiendo a las urnas el
próximo domingo día 22 de mayo y depositando legítimamente
nuestros votos demostrando nuestra responsabilidad
democrática.
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