La soledad del mando, como es
sabido. Lo sugería en su portada de la segunda semana de
abril la revista Telquel, dirigida por Karim Boukhari:
“Ellos no han comprendido nada”, en clara alusión al
Gobierno de Abbas El Fassi y al conjunto “seguidista” de la
clase política marroquí después del movimiento del 20 de
Febrero. Mohamed VI se encuentra en cierta medida solo ante
el peligro y lo peor que podría hacer el joven rey es caer
en la tentación, sugerida por buena parte de sus interesados
cortesanos: prometer con una mano y racanear con otra,
hurtando una dinámica de cambios profundos anhelada por el
conjunto de su pueblo que, dejémoslo claro, le quiere como
un monarca constitucional, que reine… pero que no gobierne
tanto. Coraje majestad, porque el viento de la historia es
implacable y ya no hay posibilidad de pasos atrás.
En Tetuán la semana ha trascurrido entre nubes y claros,
aunque las notas predominantes han sido dos constantes de la
primavera norteña: las lluvias asociadas a una agradable
temperatura. Ayer a media tarde, la Blanca Novia de la
Yebala vivió la concentración de familiares de los jóvenes
detenidos tras los disturbios del 20 de febrero y, para hoy
domingo, se espera para las 17.30 locales una manifestación
de apoyo a esos jóvenes condenados por vandalismo y que,
para un buen número de asociaciones y activistas pro
derechos humanos, habría que considerar “presos políticos”
dadas las circunstancias concurrentes en sus, por lo demás,
duras condenas: entre quince y veinte años de reclusión por
alteraciones del orden público y atentados a la propiedad en
Tetuán, Xauen y Larache. Sin duda actos reprobables que
deben censurarse, pero las condenas parecen a todas luces
excesivas para gente muy joven, algunos adolescentes,
mientras mafiosos de todo pelo, políticos notoriamente
corruptos y otra fauna de ladrones de guante blanco,
disfrutan impunemente de sus fechorías. No, no es justo.
Como tampoco lo fue la “movida” de la concentración del
pasado fin de semana, en la que otra vez una familiar
directa de mi respetado amigo el abogado Hajji volvió a
meter la pata hasta el corvejón (la primera vez fue cuando
la visita de los Reyes de España a Ceuta), esta vez acusando
injustamente en una pancarta con foto a la directora de la
Casa de Cultura de Tetuán, Samira Khadiri, eficaz
funcionaria y artista de talento con una preciosa voz, que
no deja de cosechar éxitos tanto en Marruecos como fuera de
su país.
Finalmente y en el frente de la comunicación, reseñarles
como siempre la última edición de la revista “Kántara”
(Puente), oficialmente dedicada a templar gaitas entre
España y Marruecos aunque, en realidad y hasta el momento,
parece haberse especializado en asestar puñaladas traperas a
los intereses de España, encabezados por una pandilla de
corifeos y estómagos agradecido aspirantes, cuando menos, al
honorario cordón de Gran Oficial de la Orden de la Fidelidad
(Wissam al-`Uala), oportunista banda encabezada por su jefe
de redacción, nativo de Orense y reconocido “converso de la
raja”, radicado desde hace años en Rabat. Escribo de
algunos, claro, fundamentalmente buena parte de la “troupe”
española, porque de su último número 5 por ejemplo he
disfrutado mucho leyendo la excelente y atinada columna,
“Entre bambalinas”, de la joven y atractiva periodista Wisal
El Hayui. Del converso de la raja y sus allegados no vayan a
pensar que soy el único en pensar así, pues hace unos días
en Rabat y comentando la revista con profesionales del
periodismo de reconocida independencia, algunos sentimos
vergüenza ajena con la forma y el fondo de algunos artículos
y reportajes firmados por esta caterva.
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