Las falsificaciones de titulaciones náuticas están a la
orden del día. Así lo demuestran las operaciones llevadas a
cabo por la Guardia Civil, la más reciente, la denominada
‘Girasoles’, por el momento con 16 imputados ceutíes, a los
que se suman más de una veintena de ciudadanos que el verano
pasado también fueron puestos a disposición judicial por la
misma causa aunque sin organización ni vinculación alguna.
El nexo común es la actividad delictiva, consistente en el
canje para la obtención del título de Patrón Embarcaciones
de Recreo (PER) y de Patrón para la Navegación Básica (PNB),
presentando una documentación de capacitación falsificada
del Certificado del Título de Marinero Profesional.
Este hecho se ha traducido en la acusación, por falsedad
documental, de más de 40 ceutíes arrestados entre la
reciente ‘Operación Girasoles’, llevada a cabo a nivel
nacional e iniciada por la Guardia Civil de Ceuta, y más de
una veintena de procesados que fueron detenidos meses
previos al verano de 2010 por las mismas causas pero sin
vinculación ni pertenencia a ninguna organización dedicada a
ello.
Según las fuentes consultadas por este medio de
comunicación, fue la Policía Judicial la que tomó
declaración, en las dependencias de la Benemérita ceutí, a
los 16 arrestados en la ‘Operación Girasoles’ el pasado día
7, cuyas diligencias han pasado al Juzgado de Instrucción
número 5 de la ciudad pese a que el órgano central que lleva
todas las investigaciones de la causa, abierta por todo el
territorio nacional, se ubica en el Puerto de Santa María.
Las pesquisas que guiaron la investigación inicial del
instituto armado apuntan a que la organización captaba a
personas con un perfil de alto nivel educativo o bien que se
envolvían en un entorno delincuencial y falsificaban el
título de Marinero Profesional Básico para la obtención de
los permisos PER y PNB, que habilitan para el manejo de
embarcaciones o motos de agua, y suelen ser demandados para
acceder al puerto. Además de ser este tipo de embarcaciones
“las más utilizadas para la comisión de actos ilícitos con
el tráfico de estupefacientes”, informaban desde la Guardia
Civil a través de una nota de prensa.
Pero otras investigaciones por el delito de falsedad
documental en titulaciones náuticas, que puede conllevar
hasta los tres años de prisión, ya fueron iniciadas los
meses previos al verano de 2010, cuando más de una veintena
de ceutíes fueron detenidos por la misma causa aunque, en
esta ocasión, sin pertenecer a ninguna red u organización.
Por ello, al presentarse como casos aislados, las
diligencias las llevan varios órganos judiciales de la
ciudad, entre ellos, los Juzgados de Instrucción 1, 2 y 6,
tal y como informaron fuentes de la defensa de estos
procesados, en libertad pero con cargos, y sin apertura de
juicio oral, por el momento.
Al parecer, también estos procedimientos arrancaron cuando
la Guardia Civil se dedicaba a identificar a patrones de
embarcaciones en Alta Mar, solicitando el PER y luego
contrastando sus datos con la Marina Mercante u otro
organismo de competencias similares puesto que, como ocurre
en la ‘Operación Girasoles’, los patrones podían proceder de
distintos puntos de España. “No todos coincidían en las
mismas pesquisas por ello no se abrió una investigación
conjunta que aglutinase todas las acusaciones”, explicaban
fuentes de la defensa.
Un delito de falsedad documental, o continuado, es la
acusación que pesa sobre estos más de cuarenta ceutíes, que
podrían enfrentar prisión aunque también multa.
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De Ceuta al Puerto de Santa María para desembocar en la
Audiencia Nacional
Pese a que la investigación de la
‘Operación Girasoles’ fue iniciada por la Comandancia de la
Guardia Civil de Ceuta, el órgano judicial que ha asumido
todas las causas relacionadas con el operativo nacional se
ubica en el Puerto de Santa María (Cádiz) aunque los
detenidos proceden de varias localidad tales como Córdoba,
Sevilla, Madrid, Barcelona, Granada y Ceuta. Por ello, cada
territorio concentrará las diligencias correspondientes a
sus detenidos en un juzgado que luego se inhibirá a favor
del de la localidad gaditana. Sin embargo, los
representantes de la defensa de los arrestados ceutíes
apuntan que, con posterioridad, podría ser la Audiencia
Nacional la que asumiera la competencia del caso. A modo de
esquema piramidal, el instituto armado considera que la base
y primer escalón de esta presunta red se halla en el
“cliente”, que paga para la obtención del PNB sin realizar
curso, ni examen obligatorio al respecto. En el segundo
escalón, se hallarían las náuticas y ciertos particulares
que son intermediarios entre el cliente y el escalón
superior (aporte de documentos, dinero, etc). Y finalmente y
en el tercer escalón cúspide, el tramitador y falsificador
de ciertos documentos, quien obtiene ya legalmente el
solicitado por el primer escalón titulo PNB; respondiendo
este detenido a las iniciales A.F.I de 60 años y residente
en Cádiz. No se descartan nuevas detenciones al respecto,
toda vez que existen muchos beneficiarios y colaboradores
necesarios que impulsan el delito tras solicitar el PNB, así
como la existencia de algún colaborador más.
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