Cómo pasa el tiempo dicen los más
antiguos de esta tierra Realmente el tiempo no pasa, los que
pasamos somos nosotros, el tiempo siempre es el mismo y
siempre vuelven las mismas estaciones en las que está
dividido el año. Nosotros, con toda seguridad, seremos los
que no volveremos más el día que nos toque decirle adiós a
este mundo.
La Semana Santa nos está diciendo adiós por este año, y a
esperar al próximo año en que con toda seguridad volverá y,
de nuevo, iremos a presenciar los desfiles procesionales,
que ésta año han quedado algo deslucidos por culpa del
tiempo. Un tiempo en el que hemos tenido que aguatar el
levante y la amenaza de lluvia.
Volviendo la principio de nuestra Semana Santa, que como
todas las Semanas Santas, se inician el Domingo de Ramos,
con la salida de la “pollinica”, que es como se conoce en
Ceuta la entrada de Jesús, hemos de decir que una vez más
fue presenciado, por miles de ceutíes, su desfile
procesional.
Pero antes de ese Domingo de Ramos tuvo lugar, en nuestra
tierra, uno de los acontecimientos más importantes que se
producen en la Semana Santa ceutí, que no es otro que el
traslado desde el Príncipe a su sede del Señor de Ceuta, el
Cristo de Medinaceli, que en ese recorrido cumpliendo una
tradición, libera a un preso de la cárcel de Ceuta, Este año
ha sido a una señora de cuarenta y cuatro años de edad, a la
que el Medinaceli le ha dado la libertad.
Y decimos que es uno de los acontecimientos más importantes,
este del traslado del Medinaceli desde le Príncipe porque
son, cada años, miles de personas las que lo acompañan. Este
año, según los cálculos realizados, han sido cinco mil los
fieles que han acompañado al Cristo de Medinaceli en el
traslado.
Ninguna novedad, pues, el enorme numero de personas que
acuden, cada año, a acompañar la Señor de Ceuta en este
recorrido a igual que serán muchísimas las personas que en
su salida procesional le acompañen en penitencia.
Es algo tan tradicional en Ceuta que lo extraño sería que,
tanto en su traslado como en su recorrido procesional, no
fuesen miles de personas tras el Cristo. Una tradición que
cada año va adquiriendo un aumento del número de ceutíes.
Como se sigue manteniendo esa parte especial que se realiza
a la entrada a su sede, cantándole saetas desde el balcón
del antiguo edificio de Automovilismo. Este año, en ese
cantar de saetas ha existido una novedad, ver a uno de los
hermanos Pérez entonarla, acompañado por una artista local
ya fija en eso de cantarle la saeta Cristo de Medinaceli,
Lola del Monte.
Habrá otra de las tradiciones que, cada año, reúne a un
mayor número de personas, como es “El Encuentro” realizado a
las puertas del Ayuntamiento, con la colaboración del
glorioso cuerpo Legionario, que pondrá los bellos de punta a
todos los que acudimos a presenciar estas cofradías,
conocidas como “El Encuentro” cuando entonen el “Novio de la
Muerte” o “El Himno de al Legión”.
La simbiosis entre pueblo y ejército se estrecha en este
acto más si ello es posible.
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