La Asamblea de Melilla expresó durante el transcurso de la
jornada de ayer miércoles su rechazo unánime a las
pretensiones anexionistas de Marruecos, a través de una
declaración institucional aprobada por todos los grupos
representados en la cámara regional.
El texto consensuado surge, a iniciativa del PSOE, a partir
de las declaraciones realizadas el pasado 28 de marzo por
Omar Azziman, presidente de la Comisión Consultiva de la
Regionalización de Reino de Marruecos y anterior embajador
de este país en España, en las que cuestionaba la soberanía
española de Ceuta y Melilla.
“Los melillenses estamos ya cansados de la permanente
injerencia de los distintos miembros del Gobierno marroquí
en cuestiones territoriales que afectan a nuestra ciudad”,
recoge el texto.
Los grupos de la Asamblea melillense creen que la soberanía
española de la ciudad no puede ser “cuestionada” ni por
Azziman ni por ningún otro miembro del Gobierno de
Marruecos.
La declaración institucional recuerda que Ceuta y Melilla
son ciudades españolas desde mucho antes de que el actual
Estado de Marruecos existiese como tal, por lo que este país
no tiene ningún título histórico ni jurídico que le permita
sustentar su “habitual reclamación territorial” sobre las
dos ciudades.
Por ello, la Asamblea considera que no se puede tolerar que
se utilice “permanentemente” el nombre de la ciudad para
“crear tensiones artificiales en sus relaciones con España o
como argucia para desviar la atención de la opinión pública
marroquí e internacional de los graves problemas reales que
aquejan al Reino de Marruecos y de las necesarias reformas
democráticas que dicho país debe abordar”.
La Asamblea de Melilla defiende el mantenimiento de “las
mejores relaciones posibles” con Marruecos, pero sin entrar
a dudar sobre la soberanía de Ceuta y Melilla, que “no es un
asunto que pueda estar sometido a discusión o controversia
por parte de nadie”.
“Somos una parte inseparable de España, somos territorio de
la Unión Europea y queremos ser amigos y vecinos leales de
Marruecos, pero lo mínimo que podemos exigir a este país es
que también lo sea con España”, concluye la declaración
institucional.
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