Me congratula comprobar la gran
aceptación que esta alcanzando entre los lectores de este
medio de comunicación una columna que reflexiona, entre
otras muchas cuestiones, sobre cuestiones relacionadas con
la gestión del grupo parlamentario del Partido Popular al
frente del Ejecutivo local así como, en relación a las
diferentes manifestaciones y opiniones de otras formaciones
políticas. En esta ocasión, por su relevancia, me referiré a
la austeridad en la gestión económica de la ciudad como
consecuencia directa de la situación de crisis socio
económica que padece la sociedad española en general y la
ceutí en particular. No obstante, una gestión que a pesar de
todo incorpora las medidas necesarias al objeto de
incrementar las partidas destinadas a favorecer la cohesión
social.
Aunque, al reflexionar en relación a esta cuestión, afluye a
mi memoria algunas informaciones relacionadas con las
decisiones y actuaciones protagonizadas por quien hoy
pretende representar en exclusividad los principios de
igualdad, libertad y solidaridad cuando, la realidad esta al
alcance de la ciudadanía con tan solo recurrir a la
hemerotecas y retroceder a la etapa más convulsa de nuestra
historia política, la comprendida entre los años 1988 y
1991. En principio, años en los que el portavoz de la
coalición Caballas desempeñó las competencias
correspondientes a la concejalía de Economía y Hacienda.
En principio, resulta irónico comprobar como, quienes hoy
plantea entre sus promesas electorales la desaparición de
impuestos abusivos así como, la supresión de los impuestos
de basuras y alcantarillado fue el ideólologo de la
implantación en nuestra ciudad del sistema más insolidario
de recaudación de fondos públicos, la generada a través del
cobro por aparcamiento en cualquier zona de la ciudad como
consecuencia de la aprobación por parte de las formaciones
políticas progresistas coaligadas en el Gobierno municipal
(PSOE, CDS y PSPC) de la implantación de la zona azul.
También, debo recordar como fue el promotor en el incremento
generalizado de las tasas por prestación de servicios
municipales incluidos en el documento de Presupuesto para el
ejercicio de 1990, superior al 166,67%.
En definitiva, una vez más, los hechos protagonizados por el
líder localista demuestran sobradamente la realidad de quien
tan solo pretende alcanzar a cualquier precio un viejo
sueño, el escaño de diputado que le confiera aún mayor
relevancia en la sociedad ceutí. En otra ocasión expondré a
nuestros lectores otros muchos ejemplos de insolidaridad,
totalitarismo, amiguismo y otras insanas conductas
protagonizadas por el político-sindicalista, causantes de la
pérdida total de apoyos por parte de una ciudadanía hastiada
de tanta demagogia rancia aunque, ahora busque dicho escaño
con los votos prestados de otra formación política, ¡ver
para creer!
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