OPINIÓN - MIÉRCOLES, 20 DE ABRIL DE 2011

Los honores al Cristo y el artículo 525 del Código Penal

Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
 

Si nos atacan hay que responder y hacerlo con las Leyes Penales en la mano y en los Juzgados, les transcribo el artículo 525 del Código Penal, la dirección del Juzgado de Guardia donde deben dirigirse para depositar la denuncia en el registro la preguntan ustedes porque yo no me la sé.

Todos conocemos esa cuestión espiritual y ética que planteó San Agustín en una de las obras universales más excelsas del misticismo que son sus “Confesiones”, me refiero al párrafo con la pregunta que traduzco directamente del latín y que dice “¿Es que no quedan cojones en España?”. Se ve que el santo varón e insigne escritor ya intuía nuestra realidad actual en plan profético.

Y yo, autora cristiana, le respondo “No. No quedan” O tal vez los pocos existentes andan expuestos al sol y secándose como los bacalaos, porque verse no se ven por ninguna parte y entono mi particular “mea culpa” esperando que el acto de contrición llegue a todos. ¿Motivo? El haber permitido que la ministra socialista Chacón impida a nuestro ejército rendir honores a las sagradas imágenes como dicta la tradición secular, eso sí,tirando de Real Decreto y utilizando nuestras leyes para ofender, vejar, insultar, zaherir y humillar a los millones de católicos españoles de la Muy Católica España, a quienes mamamos el cristianismo desde antes de que llegara a las costas de Finisterre el sarcófago de piedra conteniendo los restos de Santiago Apóstol en el siglo I de nuestra era. Sí aquel que fuera enterrado en el “campo de estrellas” que fue a transformarse en la mayor ruta de peregrinación del mundo en general y de la Cristiandad en particular.

En toda España los cristianos hemos sufrido la ofensa colectiva y blasfema que mancilla nuestra Semana Santa porque ¿Cabe mayor bajeza moral en un ser humano que impedir que militares voluntarios rindan honores al Hijo de Dios en presencia de su Santa Madre y ante millones de españoles repartidos a lo largo y a lo ancho de la geografía?¿Cabe mayor inmundicia espiritual que la humillación gratuita a la práctica totalidad de los españoles con este ataque frontal a nuestras creencias? ¿Que ganan con eso el Zetapé y su siniestro Gobierno? No ganan nada, simplemente creen contar con el conformismo, la resignación, el miedo y la proverbial falta de huevos de los actuales cristianos de quienes esos demonios piensan que andamos perdidos, como perros sin collar y atemorizados ante el ensañamiento que estos bichos se gastan. ¡Que viene el SYTEL! ¡Que os liamos una Ballena Blanca o una Malaya! Y mucho usar por un lado la política de “la nube de humo” y por el otro la estrategia de “la tierra quemada” es decir, que piensan irse arrasando. Si les dejamos.

Acción-Reacción. Si nos atacan hay que responder y hacerlo con las Leyes Penales en la mano y en los Juzgados, les transcribo el artículo 525 del Código Penal, la dirección del Juzgado de Guardia donde deben dirigirse para depositar la denuncia en el registro la preguntan ustedes porque yo no me la sé. Art.525 : Incurrirán en la pena de multa de 8 a 12 meses los que para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias o vejen, también públicamente a quienes los profesan o practican”.

Más públicamente no puede realizarse el escarnio a Cristo y a su Madre Dolorosa ni mayor vejación cabe a los millones de cristianos, tampoco existe mayor publicidad que la de un Real Decreto sobre el que escupimos colectivamente. Nos consta que el Partido Popular lo derogará de inmediato y que se sucederán los desagravios, himno va, himno viene, honores arriba, honores abajo, besamanos y piropos. Pero el art. 525 nos dota ahora, en este mismo momento, en este preciso instante, lo que se tarde en formular una denuncia por escrito que es el próximo cuarto de hora, de la herramienta legal necesaria para denunciar y pedir su inmediata revocación así como la inhabilitación absoluta de la Chacón, es decir que, frente a la iniciativa sacrílega el Universo nos ofrece un “exit” una salida honrosa que tenemos la obligación ética, moral, religiosa y espiritual de utilizar como respuesta a la ofensa. Y no nos sirven los cobardes titubeos de más de uno y más de dos que, proclamándose creyentes pero socialistas, tratan de disculpar con la boca pequeña y de forma deshonrosa esta afrenta, son los “tibios” a quienes Jesús de Nazareth escupía de su boca.

Y si no denunciamos por el insulto a Dios nuestro Señor le daremos plenamente la razón a San Agustín y también a Santa Teresa de Ávila, la mística del Carmelo cuando, entre visión mística y visión mística canturreaba premonitoria aquello de “El honor español ¿donde está, donde está? lo ha tirado Chacón en el fondo del mar”. De momento.