En el día de hoy, compartiré con
los lectores de este periódico algunas reflexiones alejadas
totalmente de las cuestiones políticas que han protagonizado
mis últimas colaboraciones. En esta ocasión, centraré mis
opiniones en reconocer el trabajo desarrollado por todos los
miembros de las cofradías que procesionarán en los próximos
días a pesar de las adversas previsiones climatológicas
anunciadas y en particular, en relación a lo que miles de
ceutíes tuvimos la oportunidad de disfrutar en el día de
ayer, el Encuentro.
Una año más y no será el último, las inclemencias
climatológicas nos acompañarán en los momentos menos
deseados confirmando aquel viejo proverbio “nunca llueve a
gusto de todos” y en esta ocasión, su presencia deslucirá
con total seguridad nuestra anhelada Semana de Pasión.
Precipitaciones, que en esta ocasión han llenado de
desesperanzas y de desilusiones a miles de devotos ceutíes
deseosos de disfrutar en todo su esplendor de sus creencias
religiosas y en particular, de un Martes Santo protagonizado
por la Fervorosa Hermandad y Cofradía de Penitencia de
Nuestro Padre Jesús Nazareno y Sacratísima Virgen de la
Esperanza de nuestra ciudad, el Encuentro.
En reconocimiento al trabajo desarrollado durante meses por
todos sus hermanos, incluiré en mi colaboración una pequeña
reseña histórica extraída de la página Web de la misma
Cofradía cuya primera salida tuvo lugar un Miércoles Santo
de 1.939, a las 18,00 horas, para hacer el hoy tradicional
Encuentro con Nuestra Señora de los Dolores, que había
salido a la misma hora de la Parroquia de los Remedios. A
partir de 1.945, se realiza el encuentro con María Santísima
de las Penas y San Juan Evangelista, hasta que en 1.949 se
incorpora la imagen de la Sacratísima Virgen de la
Esperanza. Desde 1940 el Tercio Duque de Alba II de la
Legión ha acompañado ininterrumpidamente a sus imágenes.
En definitiva, a pesar de las adversas condiciones
meteorológicas, en nuestra retina perdurarán las emotivas
imágenes de un nuevo Encuentro protagonizado por Nuestro
Padre Jesús Nazareno y la Virgen de la Esperanza,
acompañados por el Novio de la Muerte cantado a viva voz por
los legionarios del Tercio Duque de Alba II de la Legión,
ante la atenta mirada de los miles de ceutíes y visitantes
totalmente emocionados arremolinados alrededor de la Plaza
de África. Capataces, costaleros, penitentes y legionarios,
que pudieron ofrecer a todos los asistentes momentos
inolvidables a pesar de las circunstancias adversas.
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