Vecinos de Monte María Cristina se concentraron ayer
pidiendo mejoras para el barrio, afectado por la
incineradora y los afecciones que dicen sufrir por la
toxicidad de la zona. Guelaya Ecologistas en Acción quiso
apoyar a la Asociación de Vecinos ‘Azahar’ que decidió
reivindicar sus peticiones en la puerta del Palacio de la
Asamblea, aunque no llegaron a la treintena, siendo la
mayoría menores.
José Cabo, de Guelaya Ecologistas en Acción, pidió
“transparencia”. Y el secretario de los vecinos, Abdelkader
El Founti, “un estudio de las posibles causas en la salud
por el tratamiento de los residuos en la incineradora”.
El secretario de la asociación, Abdelkader El Founti pidió
para el barrio zonas verdes, polideportivo para los niños,
educación, apoyo escolar, “un transporte público en
condiciones, así como transporte escolar, pues hay muchos
padres de familia que tienen que desplazarse al colegio
provocando grandes atascos”. El Founti dijo que la mayoría
de los niños van al mismo centro educativo, por lo que cree
viable un transporte escolar para ellos.
Por otro lado, quiso quejarse de la incineradora que “no
hace más que soltar toxinas a la atmósfera y somos los
perjudicados porque estamos cerca y produce olores, humo,
cenizas negras que no sabemos el efecto que puede tener en
nuestra salud”, aunque aseguró que “hay muchas alergias por
causas desconocidas, así como infecciones pulmonares en los
niños sin saber ni de dónde viene”. Es por ello que muchos
de los 4.500 vecinos que componen el barrio se han quejado,
pidiendo a la administración central y a la Ciudad Autónoma
que “pongan los medios necesarios para poder llevar a cabo
una serie de peticiones que necesita el barrio”, dijo El
Founti, quien también siente que “el centro penitenciario
nos está excluyendo de toda la sociedad de Melilla” y
provocando que no haya comercios en la zona.
José Cabo, de Guelaya Ecologistas en Acción, recordó que
“siempre hemos estado en contra de la incineración de basura
en toda Melilla”. Por eso, “estamos apoyando a la asociación
de vecinos, porque sabemos que no está claro lo que pasa en
la incineradora”, además de destacar que la incineradora
“tiene que estar a dos kilómetros de los núcleos urbanos y
en este caso está integrada en un barrio”. Cabo dijo que
muchas veces hay problemas que hacen que la incineradora
funcione mal porque “hay más basura de la cuenta y el horno
tiene que quemarla más deprisa de lo que puede”.
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