Busco el silencio y me abandona el
mundo.
Busco la vida y no me dejan vivirla.
Busco el amor y el desamparo me alcanza.
Busco a Dios y Dios también se calla.
Después de observarme, descubro al fin,
que no basta con tener el pensamiento,
es necesario recogerse, saber reflexionar,
y poseer la virtud de reconocerse falible.
El mundo no me abandona, nace en nosotros.
Vivir es querer, uno vive dentro de sí mismo.
Quien en verdad ama, vive en aquellos que ama.
Dios tampoco se calla, en todo se revela Dios.
Ser ciudadanos que buscan es saludable:
la búsqueda de lo que soy nos engrandece,
no se accede a ser sino a través de explorarse.
En verdad, sí la verdad vive en nuestra alma,
puesto que en el alma está la luz que se precisa,
es natural ver que cada forma tiene su belleza.
Belleza que todo lo desea y lo que desea es agradar.
No le injertemos sombras, pues, a lo que es sol,
dejad que la hermosura sea mirada, y sea vivida,
nos sorprenda y prenda en el mundo su esplendor.
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