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El tiempo amenazante permite, por
el momento -creemos que seguirá así- el disfrute de nuestras
cofradías en la calle.
El viento fuerte de levante no deslució, pese al interés de
eolo, la majestuosidad del Domingo de Ramos con una cofradía
de muchos kilates en la calle y con miles de ceutíes
disfrutando de este primer día grande de la Semana Mayor
ceutí. En cualquier caso, la avenida Alcalde Sánchez Prados,
perfectamente ataviada para la ocasión, se engalana para
acoger la carrera oficial del discurrir de las cofradías por
las calles ceutíes, y es el lugar perfecto para comprobar
todo el esplendor de una cofradía.
¿Es nuestra Semana Santa motivo para venderla turísticamente?,
absolutamente si. La excelencia de nuestra Semana Mayor es
digna, absolutamente digna como para enorgullecernos de una
muestra de arte tan magnífica como la que apreciamos
cualquiera de los días en los que está prevista la salida
penitencial de las hermandades ceutíes.
La tradición, la devoción, las imágenes, los enseres, la
disciplina en la calle, el ritual cofrade, el olor a
incienso, la seriedad, el respeto... la magnificencia de la
contemplación de una cofradía, con letras mayúsculas, en su
recorrido por las estrechas calles más tradicionales, las
‘revirás’ más espectaculares, las marchas cofrades, los
tambores y cornetas... la banda, el ejército, la luz... la
Semana Santa de Ceuta, todo un derroche de sensaciones, de
olores, de sabores.
Hoy será el Medinaceli el que salga en estación de
penitencia. Ya es un no parar. Ceuta ha recibido a mucho
personal estos días. Los jóvenes universitarios ceutíes se
encuentran de vuelta en casa y los que han decidido o
deciden salir en el próximo puente son menos que el pasado
año, la crisis también pasa factura, por lo que ¿qué mejor
motivo que contemplar la Semana Santa y acompañar a los
cofrades en su recorrido?. Que el tiempo climático se
comporte y nos deje apreciar a las magníficas cofradías
ceutíes.
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OPINIÓN / EDITORIAL
