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OPINIÓN - DOMINGO, 17 DE ABRIL DE 2011

 
OPINIÓN / COLABORACIÓN

Miscelánea semanal

Por Manuel de la Torre


LUNES. 11


Comparto cháchara con el director del Hotel Tryp. Quien se muestra muy dolido por cómo lo he tratado hace dos semanas en este espacio. Y le digo que haría muy bien en no dolerse tanto de una situación concreta cuando él ha sido uno de los personajes que más se han beneficiado de mis escritos. En el momento oportuno aparece Francisco Sánchez Paris y me dice que está celebrando su cumpleaños. Ni siquiera se me ocurre preguntarle cuántos ha cumplido. Sobre todo porque oigo que le dice al camarero que él viene dispuesto a pagar todo lo que se consuma. Y, ante ese gesto desprendido, Sánchez Paris se ha ganado el derecho a que uno hable bien de él. Pero pronto, el todavía jefe de Gabinete de la Presidencia, trata de mostrarse irónico conmigo. Y yo no tengo más remedio que salirle al paso de lo que dice. A Francisco Sánchez Paris, a quien no se le puede negar lo mucho que ha vivido en la política, desde que la democracia se asentó en España, le falta todavía un hervor para entender que una columna no tiene nada que ver con un análisis farragoso. El día que lo entienda, seguramente será hasta capaz de atreverse a escribirla él. Quiero decir la columna, naturalmente.

MARTES. 12


Hace muchos años que conozco a Mohamed Alí Susi. A quien saludaba todas las mañanas cuando yo escribía en el periódico añejo. Ya que él se ganaba la vida en un almacén de comestibles sito en la calle Antioco. De él, en aquel entonces, la gente hablaba muy bien. Y uno recogía los elogios hacia una persona con la cual, al margen de los saludos, nunca había tenido la oportunidad de conversar. Al cabo de los años, casualidades de la vida, nos tocó ser vecinos en un bloque de la Avenida del Ejército Español, y me ha sido posible comprender por qué Mohamed Alí Susi había ganado fama de ser como es. Es amable, sin estridencias; es educado por naturaleza; da gusto coincidir con él en cualquier momento y apetece conversar de lo que se encarte con alguien tan dispuesto siempre a pegar la hebra. Luego, cuando me ha dado por adentrarme en su vida, con sumo cuidado, he podido enterarme de que es padre de cinco hijas. A las que les ha dado una educación y unos principios que para sí quisieran las familias más encopetadas. Mis sinceras felicitaciones para Mohamed Alí Susi.

MIÉRCOLES. 13

Comida en El Velero con varias personas a las que aprecio de veras. Del restaurante, o sea de El Velero, no tengo más remedio que redoblar el tambor y, como no podía ser de otra forma, elogiosamente. Celebramos el cumpleaños de Marina; una gaditana que ha conseguido ganarse nuestra confianza. La comida sirvió para alegrarnos la vida durante más de dos horas. Y lo hicimos conscientes de que la ley del buen gusto es contraria a que las señoras digan los años que cumplen y, mucho menos, festejarlos. Lo cual, con todos mis respetos para quienes se aferran a esa norma no escrita, me parece un absurdo. De modo que si agradable fue la comida, qué decirles de la sobremesa. Hablamos de todo un poco. Y acabamos riéndonos de nosotros mismos. Y es que entre gaditanos, pues éramos mayoría en la mesa, si no sale a relucir nuestra guasa es que algo nos falla. Evidentemente. Luis Parrilla, José y Mohamed Chaib, le cantamos el clásico cumpleaños a Marina, de manera más afinada y con más sentimiento aún que el mundialmente conocido de la Monroe al presidente Kennedy. Y que cumplas muchos más, Marina.

JUEVES. 14

Me preguntan por el cierre de El Periódico de Ceuta, debido a que ayer tuve a bien recordar un hecho que acabó siendo un escándalo mayúsculo en esta ciudad y en toda la península. Incluso El País no tuvo el menor inconveniente en enviar a unos de sus mejores corresponsales de guerra, que estaba disfrutando de un permiso, tras llevar ya su tiempo cubriendo la llamada Guerra de los Balcanes, para que diera fe de cómo la Policía Local, con Ángel Gómez a la cabeza, cumpliendo órdenes del alcalde, Francisco Fraiz, alentado por un empresario y político (!) local, precintaba las instalaciones del medio y procedía a desalojarnos a todos los empleados. Quienes me oyen relatar los hechos, así por encima, quieren saber si es verdad que me detuvieron y si en el coche policial me acompañaba José Antonio Alarcón: Director de la Biblioteca Municipal. Y digo que sí. Que fue la única persona que, tras comprobar la injusticia que se estaba cometiendo, un atropello descomunal, se puso de mi parte y ambos le echamos a la situación todo el coraje que estuvo a nuestro alcance. De modo que nos llevaron a Comisaría como si fuéramos delincuentes consumados. Contestada la pregunta, les digo a mis oyentes que no les seguiré contando nada más. Pues quiero reservarme el grueso de lo ocurrido para una próxima columna.

VIERNES. 15

De Fatima Hamed he escrito yo pocas veces. Lo cual no significa que no siga sus actividades políticas y, mucho menos, que no lea sus artículos. Y debo confesar que me cae la mar de bien. Con Fatima he hablado una vez. Y fue durante un descanso de una sesión plenaria a la cual acudí yo porque así me lo pidieron quienes mandan en este periódico. Pero de eso creo que hace ya más de un año. Lo que sí me acuerdo perfectamente es que nuestra conversación se redujo a ensalzar la intervención que había tenido Mohamed Alí en la primera parte de la sesión. Aproveché el encuentro con FH en el pasillo de la primera planta del edificio municipal, para que ella le transmitiera al que era todavía líder de la UDCE la magnífica impresión que me había causado su oratoria. Fatima, amable, educada y sorprendida ante mi opinión, me dio las gracias y quedamos en vernos en otra ocasión. Incluso creo que le pedí una entrevista. Pues bien, me ponen al tanto de algo que he decido contar porque tiene su interés, y lo sé de buena tinta. Fatima Mohamed, que va como número dos en el partido de Aróstegui, es decir, Caballas, ha contraído el siguiente compromiso: caso de que el partido solamente consiguiera dos escaños, y en vista de que el ya reseñado Aróstegui es el número tres, al mes de haberse celebrado las elecciones, Fatima le cedería su escaño a cambio de convertirse ella en la abogada de CCOO. En suma: Juan Vivas no conseguirá quitarse de en medio a Aróstegui, ni tan siquiera perdiendo éste. Cosas peores se han visto.

SÁBADO. 16

Cuando escribo son las once de la mañana, y como comprenderán ustedes faltan muchas horas para que comience el primer partido de los cuatro que han de jugar Madrid y Barcelona. Cuatro partidos entre Barcelona y Madrid, en tan corto espacio de tiempo, me parece una locura. De momento, esta noche comienza la semana de pasión futbolística más espectacular de la historia y que concitará la atención de millones de personas alrededor del televisor. El Barcelona, grandioso equipo que tiene cautivado al mundo del fútbol, goza, por tal motivo, de las ayudas milagrosas en momentos decisivos. Cuando, por ejemplo, sus extraordinarios futbolistas, por ser mortales, tienen un mal día, siempre se ve favorecido el conjunto azulgrana por alguna decisión arbitral. Aunque, hablando de milagros, sería injusto no referirse a Víctor Valdés; que los hace en cada partido. Cierto es que, por no ser persona mediática, han tardado lo indecible en reconocerle su enorme categoría. En el Madrid, sin embargo, quienes manejan los medios siguen colmando de elogios a dos futbolistas: Iker Casillas y Xabi Alonso. Como si los demás, entre los que se cuenta Ronaldo Cristiano, fuesen todos prescindibles. Que razón tenía Almunia, ese españolito que se hizo gran portero en el Arsenal, cuando dijo un día que si a él le contaran nada más que sus aciertos y omitieran sus fallos, seguramente sería el mejor portero del mundo. En lo tocante a Xabi Alonso, tengo la impresión de que tiene que ser listo hasta lo impensable; de no ser así, no sería posible que hasta sus errores se enumeraran como aciertos. Una vez más, vuelvo a declararme madridista fetén. Y, naturalmente, quiero que mi equipo gane los cuatro partidos. Pero continúo sin entender las razones por las que Iker Casillas y Xabi Alonso están tan bien apadrinados como para ser sobrevalorados a cada paso.
 

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