Escribía “nuestro” Alain de
Benoist, uno de los más preclaros filósofos franceses,
aquello de que “el estilo es el hombre”. Cierto. Para
ejercer cualquier actividad hay que hacerlo con un mínimo de
estilo y algo similar a “un toque de clase” que conlleva,
retrotrayéndonos al ejercicio de la información, un mínimo
de objetividad, algo de coherencia y algún atisbo de
cordura. Requisitos mínimos para resultar medianamente
creíbles y no caer en la postura esperpéntica de ir por la
vida periodística ejerciendo de la versión local de Atila el
huno y con una especie de declaración de guerra a “todo lo
que se menea” en esta ciudad.
Cuando Ruiz Gallardón acometió las obras faraónicas del
barrio de Salamanca madrileño, calles y aceras levantadas,
pérdidas para lo comercios, los vecinos se quejaron con la
boca pequeña, conscientes de que los dos años con el barrio
patas arriba y colapsado era el precio a pagar porque hoy
esté tan espectacular como está, para uso y disfrute
colectivo. Cuando en la ciudad de Granada comenzaron las
obras mastodónticas de los nuevos accesos por autovía fue un
caos circulatorio que duró años y un perjuicio considerable
para el turismo, los granadinos criticaron lo que tardaban
los trabajos que para ellos iban lentos y no se hacían
turnos de veinticuatro horas, pero todos eran sabedores que,
las rondas y autovías significaban progreso, accesibilidad y
más turismo futuro al facilitar los accesos. Cuando en
Málaga acometieron las obras del metro que aún hoy siguen,
han sido también años de polvo, suciedad, ruidos
estruendosos, incomodidades, molestias y hasta amenaza de
ruina para tiendas, por las dificultades de transitar por
las calles, todos rabiando, como es normal, pero asumiendo
las ventajas que las líneas de metro van a suponer para
todos los malagueños.
Ninguno de los alcaldes de estas ciudades ha tenido que
“disculparse” por las molestias ante los vecinos, ni los
afectados han caído en el comportamiento cateto de exigir la
paralización de las obras porque “les causan molestias”
parando así mejoras y progreso.
Los ciudadanos saben perfectamente que cualquier iniciativa
urbanística o de infraestructuras va a ocasionar fastidio
por un tiempo, pero jamás nadie se ha planteado parar una
autovía porque levanta polvo y poluciona.
Los españoles gozamos de una aceptable salud mental y nos
encontramos colectivamente aupados al tren del progreso. Y
los alcaldes no “piden perdón” por hacer el metro porque la
gente pensarían que se han vuelto chalados, al revés, son
los ciudadanos quienes agradecen sinceramente cualquier
mejora y agradecen a los gobernantes cualquier iniciativa
que conlleve calidad de vida, progreso y prosperidad. El
mejor ejemplo aquí en Ceuta es la peatonalización del Paseo
del Revellín y la Calle Real.
Tal vez por ello, desde una perspectiva de española siglo
XXI, las inaceptables pamplinas con respecto a los olores
del vertedero que exponen en alguna columna de prensa, se me
antojan una burda tentativa de querer endosarles a los
vecinos de la zona un comportamiento “miope” y una postura
opuesta a la conversión de una fétida montaña de basura en
un pulmón verde. Y eso no es cierto. Los habitantes de la
zona saben perfectamente que para poder disfrutar del futuro
gran parque van a tener que aguantar hedores, pero considero
estulticia en estado puro la exigencia de que la portavoz
Yolanda Bel tenga que realizar una especie de acto público
de contrición para “hacerse perdonar” por los incordios de
las pestes que son ‘condictio sine qua non’ para que existan
los futuros jardines. ¡Que melindres tan insoportables!.
¿Cuál es la pretensión de quien critica a Yolanda Bel?. ¿Qué
los vecinos se opongan al nuevo parque y proclamen que
prefieren el vertedero?. ¿O es que Carmen Echarri siente
alguna querencia o afinidad con la montaña de basura y
lamenta que desaparezca?.
El tratar los hedores con el tono trágico que se tratan las
catástrofes humanitarias es entre ridículo y demencial, pura
“pose” periodística para continuar actuando en el aburrido
show de malos-malosos donde, encima, los papeles están mal
asignados porque para ser “terrorífico” en verdad hay que
tener una gran altura intelectual, una inimitable sagacidad
y saber manejar impecablemente el esgrima dialéctico de la
ironía.
La verdadera realidad
En realidad, el asunto del vertedero es lo de menos para los
Atilas de mercadillo. Es una excusa más. Hay veces que
quienes dirigen un medio de comunicación se envanecen hasta
el punto de creerse “en posesión de la verdad”. El poder
inherente a disponer de un espacio en blanco donde poder
expresar ideas e impresiones, puede muy bien conllevar un
resultado desastroso si ese poder recae en una persona o
personas poco equilibradas. Es el típico e indeseable “O
conmigo o contra mí” sin términos medios. Y ese principio de
caracter absoluto y restrictivo que suele desembocar en
comportamientos prepotentes, aplicado a la información,
resulta un desastre aún mayor, porque el sospechoso de “no
bailar el agua” con suficiente entrega y sumisión a quien se
cree detentador o detentadora del poder, se encuentra con el
riesgo de “ser represaliado” en negro sobre blanco y letra
redondilla.
Así hay que echar mano de las hemerotecas para encontrarse
con la lista de “enemigos anti-bailongo acuático”, es decir,
de los que se han negado en redondo a rendir pleitesía y
“bailar el agua”. Así fueron víctimas en su día de venganzas
por escrito, entre otros, Emilio Carreira y Francisco
Sanchéz Paris. ¿Serían dos levantiscos en la mejor tradición
del 2 de mayo o se amotinarían en plan “rebelión a bordo”?.
Tampoco fue contemplada con simpatía la labor, para el resto
inmejorable, del Jefe Superior de Policía de Ceuta, lo que
demuestra que no basta con ser grandes y prestigiosos
profesionales ni esencialmente operativos a fuerza de logros
sobresalientes para obtener reconocimiento por parte de
“algunos”, porque el viperino si no tiene el veneno a mano
manda a comprarlo a cuenta a la botica.
¿Y que me dicen de los varapalos al lider socialista
Carracao? ¡Machaque, machaque!. Por malo, desobediente e
independiente, al socialista le zahirieron con lo de “nos ha
salido un hijo tonto” y contesté que era mejor que salir “un
hijoputa”. Carracao no quiso entrar en el “bailar el agua” y
fueron a su yugular.
¿Y las abominaciones contra el servicio del 112?
Profesionales y trabajadores que tienen el afecto y el
agradecimiento de todos los ciudadanos por su labor y que
nos hacen sentir mejor y más seguros. Normal que el
personal, harto de coacciones y veladas alusiones
coercitivas se manifieste tomando el poder de la energía que
la física cuántica atribuye al ser humano respondiendo
“Pasamos de tí, caricatura de íncubo”.¡Lo que es la gente y
como se revuelve!.
Pero hay más represaliados por no ser lo suficientemente
“bailones” por ejemplo, el PP de Ceuta en general, al que se
acusa de ser un partido que “no existe”, claro, escribiendo
esas cosas “tan aterradoras” piensa que todos se asustarán y
se pondrán a bailotear, no a “bailar el agua” sino una
coreografía tipo “El lago de los cisnes” que es más
complicada o “Cascanueces” que es más elegante o incluso
algo étnico para sorprender agradablemente a las amistades
de cada cual, tipo “Homenaje a la Pilarica” vestidos de
maños y con las sentidas jotas de cuando los tiempos de
“Coros y Danzas”.
Carreira, Paris, Chacón, Carracao, Torres, el 112, la
manzana del Revellín, el arquitecto de la manzana del
Revellín, la Protectora de Animales, el fotógrafo más
espectacular de la ciudad, el Partido Popular en pleno y
ahora le toca la represalia sinuosa… ¡A Yolanda Bel!. Lógico
y normalísimo, solo que Yolanda tiene detrás a veintidos mil
ciudadanos que la quieren. Y no la quieren porque “baile el
agua” sino precisamente porque no la baila y si se arranca
con todo el arte del mundo es para echarse una “rumbita
dialéctica” o un “tanguillo ideológico” que eso lo
entendemos todos y nos encanta, porque esa Yolanda es “muy
artista” y “muy verdad”. Como todo el resto de los
“represaliados-afortunados” porque hay determinadas críticas
de determinados pájaros de mal agüero que, en lugar de
perjudicar, dan categoría y prestigio.
¿Riesgos de “no bailar el agua”? Ninguno. No existen.
Pasamos de ellos.
Mientras abominen, ataquen y echen las túrdigas por la boca
no son más que un claro exponente de que el Gobierno va por
buen camino y funciona en condiciones. Y mientras perpetren
sus sañudas críticas en el caso de la portavoz Yolanda Bel
significará que priman su independencia, su coherencia, su
rectitud y su razón. Enhorabuena portavoz.
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Lamentable homenaje a la II
República |
Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com
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Es evidente que en las
manifestaciones de la izquierda radical y de los antisistema
que suelen presentar varios denominadores comunes entre
ellos el que entre sus miembros no hay notarios, ni
cirujanos, ni ingenieros, ni funcionarios, ni comerciantes
ni… Resumiendo ni nadie de la España que madruga para ir a
trabajar y que financia al Estado con sus impuestos, es
evidente, repito, que inexorablemente aparezcan siniestras
banderas republicanas, es decir, las que llevan la franja
roja inferior teñida de luto morado por la sangre de los
cien mil católicos asesinados a partir del 1.931 por sus
creencias religiosas.
Cierto es que, parte de la sangre que amorata la enseña
procede de las cerca de cinco mil víctimas asesinadas por
orden expresa de Santiago Carrillo en Paracuellos del Jarama,
familias enteras, la casi la totalidad de la promoción de
1939 de 1º de Derecho entre ellos mi tío abuelo Lorenzo
Iniesta Huertas, los detenidos de la checa de Fomento al
completo y así hasta pasar de las cuatro mil víctimas
inocentes, todos ellos en las cunetas sin incómodas
dilaciones procesales, es decir, sin juicio previo. De
Paracuellos no se han molestado en determinar los ADN,
mejor, así permanecen juntos todos los amigos a la sombra de
las cruces de esa gigantesca fosa común. Y a los
descendientes de los asesinados nos resarcieron
rehabilitando al carnicero de Paracuellos en virtud de una
amnistía en plan “apaño” que hubo que respetar por vivir una
apacible Transición. Pero los “homenajes” actuales a aquel
régimen sangriento e ilegítimo que, para anular la victoria
de Calvo Sotelo en las urnas no dudó en asesinarle, nos
parecen a muchos un cruel escarnio y una sombría vuelta a
“las dos Españas”.
Aunque siempre resulta revelador que, en el homenaje
republicano ceutí, donde acudió una patética representación
de diez individuos con el puño en alto y seguramente
cantando “La Internacional” gran parte de los asistentes
fueran trabajadores de un medio de comunicación local.
¿Tendremos que entender que encontramos en la siempre
diferente Ceuta un periódico republicano con añoranzas de
aquellos tiempos?. ¿Significa que legitiman con el puño y su
presencia orlada por la tricolor el genocidio de los cien
mil cristianos?. ¡Caro, carísimo pluralismo ideológico en
torno a una bandera anticonstitucional!. Porque la bandera
republicana que simboliza a un sistema de la izquierda
marxista choca frontalmente con el sistema de Monarquía
Constitucional que consagra la Constitución votada en las
urnas de forma abrumadoramente mayoritaria por los
españoles. Así por el contrario, la bandera que presenta el
águila de San Juan, emblema de los Reyes Católicos y enseña
claramente monárquica e histórica, es pre-constitucional, es
decir, anterior, muy anterior a la Constitución con símbolos
que se remontan al año 1.400 pero no anticonstitucional ya
que Sus Majestades Católicas ni entraron ni salieron en el
hecho de que el Caudillo adornara la bandera con simbología
histórica. De hecho, a muchos amantes de las tradiciones
históricas y culturales españolas, les emociona la imagen de
“el pollo” que es como confianzudamente se denomina al
águila de San Juán.
La penosa exhibición de la tricolor es una ofensa a las
víctimas y a los católicos y una provocación cruel e
innecesaria, aún si cabe infinitamente más malvada cuando
llega la Semana Santa y los cristianos no olvidamos nuestras
maravillosas iglesias incendiadas por los antepasados
políticos de los del puño en alto, ni nuestras imágenes
profanadas o tiroteadas, cuando no achicharradas también.
El puño y la franja morada guardan tras de sí una leyenda
negra demasiado tenebrosa, mejor dejar a “represaliados” y a
víctimas cristianas descansar en paz.
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