El Teléfono de Información sexual GRATUITO 900 101 867,
conveniado desde la Consejería de Sanidad y Consumo y la
Asociación Ceutí Anti-Sida y Exclusión Social “El Rumor”, es
un teléfono de información, prevención y atención a la Salud
Sexual y de intervención en población en general.
Los servicios de atención telefónica y atención directa,
junto al uso profesional de las nuevas tecnologías
constituyen un instrumento eficaz de prevención, ya que no
solamente suministran información precisa y rigurosa a la
persona que lo solicita de forma inmediata, sino que además
promueven actitudes y comportamientos saludables.
El Teléfono de Información sexual GRATUITO 900 101 867,
conveniado desde la Consejería de Sanidad y Consumo y la
Asociación Ceutí Anti-Sida y Exclusión Social “El Rumor”, es
un teléfono de información, prevención y atención a la Salud
Sexual y de intervención en población en general, atendiendo
la prevención del VIH, jóvenes y colectivos en riesgo de
exclusión social en particular.
Desde la Consejería de Sanidad y Consumo de la Ciudad de
Ceuta y la Asociación El Rumor, coinciden también en la
necesidad de abordar adecuadamente la prevención de las
infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados,
constituyendo un problema de salud publica en la Ciudad de
Ceuta. También estamos en la pagina web: http://elrumorceuta.org/
donde se pueden ver nuestros servicios, programas y
noticias, también se cuenta con un consultorio sexual donde
las personas pueden realizar sus consultas con toda
privacidad y confidencialidad.
Durante los últimos 30 años, tal como ha pasado con las
tecnologías de la información, ha habido grandes avances
científicos -principalmente farmacológicos en el caso del
VIH- que han permitido la disminución de la mortalidad a
causa del sida y han mejorado exponencialmente la calidad de
vida de las personas infectadas por el VIH, aunque no de una
forma homogénea en todo nuestro planeta.
En este mismo periodo, Internet se ha convertido en la
principal fuente de búsqueda de información en todo el
mundo. Pero en Internet podemos tan pronto encontrar
información muy buena y adecuada como información incorrecta
y, incluso, perjudicial. La información sobre el VIH y la
salud sexual en general no es una excepción, por lo que
muchas veces encontramos datos precisos y muchas otras
encontramos información imprecisa o, en el peor de los
casos, que confunde y fomenta la discriminación hacia las
personas con VIH.
Los y las jóvenes que actualmente están en los institutos y
otros centros educativos cursando la ESO han crecido con el
Messenger, el Facebook y las redes sociales como forma
inmediata de comunicarse e intercambiar todo tipo de
contenidos, y Google y Wikipedia como fuentes de información
principales. Se está perdiendo la costumbre de preguntar en
casa, en el entorno familiar y los maestros, como venimos
haciendo desde la Antigua Grecia, dejando de lado una
tradición en que los conocimientos los transmiten los
mayores, los más sabios y los maestros hacia sus discípulos.
Son muchos los y las jóvenes que recurren a Internet como
única fuente de información -más allá de sus iguales- para
informarse sobre aspectos relacionados con la sexualidad,
como pueden ser embarazos, el VIH/Sida u otras infecciones
de transmisión sexual (ITS). Desde las escuelas y el entorno
familiar a menudo miramos hacia otro lado, porque parece ser
que la sexualidad y más concretamente el VIH siguen siendo
temas de los que evitamos hablar por prejuicios o
desconocimiento. Muchas veces no sabemos qué decir ni cómo
lo tenemos que decir, y más cómodo es dejar a los jóvenes
sin respuestas, y con la única posibilidad de encontrar esta
información en Internet.
Los datos nos dicen que la realidad es que cada vez los
jóvenes se inician antes en las relaciones de pareja. Un
estudio reciente dice que el 30% de los jóvenes que cursen
3º o 4º de ESO ya han mantenido relaciones sexuales con
penetración. A la vez, otro estudio, dice que alrededor de
47.500 chicas menores de 19 años han recurrido durante el
2010 a la píldora del día después para evitar un posible
embarazo no planificado. Por otra parte, no es ninguna
sorpresa el rechazo o desconocimiento en el uso del
preservativo, ya que los datos de ITS y VIH se mantienen
estables en los últimos 5 años en este grupo de población.
Afortunadamente, no todos los datos son negativos. También
hay estudios que nos demuestran que la promoción de la
sexualidad saludable que se hace en los centros escolares es
efectiva, ya que los y las jóvenes adquieren mayores
conocimientos sobre los métodos anticonceptivos, aprenden a
utilizar el preservativo como método preventivo para todos
los posibles riesgos relacionados con la sexualidad y a la
vez mejoran sus relaciones personales reduciendo las
desigualdades sociales respecto al género, embarazos no
deseados y discriminación hacia las personas que viven con
VIH, creando una mayor conciencia respecto a su sexualidad y
su propio cuerpo.
La ley, siempre alejada de la realidad, ya contempla que la
educación sexual debe ser incluida en el currículum escolar,
pero la realidad, es que muchas veces no se hace efectiva,
de manera que las intervenciones sólo llegan gracias a
aquellos centros o maestros que lo consideran necesario y
ponen voluntad, dejando a mucha gente joven sin el acceso a
esta información por parte de docentes, madres y padres.
Antes de que sea demasiado tarde, tendremos que plantearnos
y escoger cuál es el modelo que queremos fomentar para los y
las jóvenes de nuestra sociedad. Un modelo ‘Platón’, donde
el conocimiento se da a partir de una información científica
y empírica contrastada y transmitida a través de los
profesionales y el entorno familiar a lo largo de los años.
O un modelo ‘Facebook’, donde a través de internet él y la
joven accede sin filtro a informaciones, vídeos, imágenes
que como mucho pueden elegir entre “me gusta y no me gusta”.
Siendo optimistas, seguramente, entre ambos, podemos
encontrar un punto medio donde la herencia y la modernidad
se complementen.
*Responsable del Teléfono de Información Sexual de Ceuta
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