‘El asentamiento protohistórico de Ceuta. Indígenas y
fenicios en la orilla norteafricana del Estrecho de
Gibraltar’ recoge el trabajo de investigación de un
yacimiento que cuenta con restos del siglo VII a. C., a
través de los cuales se identifican los modos de vida de los
hombres que habitaron la ciudad, las bases de su dieta así
como su actividad agrícola y ganadera o las herramientas que
utilizaban.
En el año 2004 el inicio de unas obras para mejorar los
accesos a la Catedral sacaron a la luz un yacimiento en el
que se descubrió el asentamiento más antiguo en el casco
urbano de Ceuta, cuyos restos datan del siglo VII a. C.
Desde entonces y hasta mayo de 2005 se llevó a cabo una
excavación que dejó numerosos vestigios tanto de cerámicas,
como de útiles líticos, metálicos o huesos. Hoy se presenta
el resultado de seis años de investigación y trabajo, en
forma de libro, sobre esos restos que han permitido hacer
una reconstrucción aproximada de los modos de vida de
aquellos hombres que poblaron la ciudad hace más de 2.700
años.
El libro ‘El asentamiento protohistórico de Ceuta. Indígenas
y fenicios en la orilla norteafricana del Estrecho de
Gibraltar’ analiza tanto los elementos recuperados en el
yacimiento como las estructuras encontradas, además de
restos de flora y fauna, que permiten hacerse una idea de
qué tipo de animales y vegetales constituían la dieta de
estos antepasados.
Los niveles definidos en esta excavación, atendiendo a su
antigüedad, se han dividido en tres fases dependiendo de las
estructuras de hábitats que lo componen. Así, en un primer
estadio se encuentran una serie de cabañas y de plantas con
forma ovoide, que son sustituidas, en una segunda fase, por
un urbanismo ortogonal, con hogares compuestos por más de
una habitación y que se encuentran articulados en torno a
calles. Por último, al final del período se identifican
estructuras de una producción más artesanal y elaborada que
ocupan la zona.
Agricultores y ganaderos
Partiendo de que es difícil reconstruir una sociedad a
través de un sólo espacio de ocupación, los responsables de
este yacimiento creen que la zona excavada corresponde a un
asentamiento dedicado fundamentalmente a la agricultura, la
ganadería y a la obtención de unos recursos del territorio
más próximo que luego se comercializan, fundamentalmente,
con poblaciones fenicias del sur del Málaga y de Granada.
Cuestiones que se analizan en este libro fruto del trabajo
conjunto de Fernando Villada, arqueólogo de la Ciudad, Joan
Ramón Torres, jefe del servicio de Arqueología del Consell
Insular de Ibiza y de José Suárez, arqueólogo de la empresa
Arqueotectura. La presentación será esta tarde a partir de
las 20.00 horas en el Museo de las Murallas Reales.
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