La Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer ofreció
ayer una charla en la que informó a los asistentes sobre los
recursos disponibles que existen en la ciudad para ayudar a
tratar a personas con este mal, como centros diurnos,
terapias de estimulación o ayuda a domicilio para
familiares.
Cuando te confirman un diagnóstico de Alzheimer “se te cae
el mundo encima”, asegura Arancha Lorenzo, la responsable
del área social de la Asociación de Familiares de enfermos
de Alzheimer (AFA). Ese es el punto de partida de una
enfermedad que no tiene cura, pero para la que existen
numerosos tratamientos que ayudan tanto a enfermos como a
familiares a sobrellevarla. Precisamente estos tratamientos
y los recursos con los que puede contar el cuidador de un
persona con este mal degenerativo, fueron los dos temas
centrales de la charla que ayer impartió AFA en colaboración
con el Centro Asesor de la Mujer en la sede de la UNED en
Ceuta.
“Tras recibir la noticia de que un familiar padece Alzheimer
el choque es tal que los familiares no aprovechan los
recursos a los que tienen acceso”, cuenta Lorenzo. En AFA
son muchos los programas que procuran mitigar esta
enfermedad y evitar que toda la carga del cuidado del
enfermo caiga sobre un solo familiar. Un servicio de ayuda a
domicilio, que cuenta con un fisioterapeuta y un psicólogo
que hace una valoración de la situación del enfermo,
auxiliares de enfermería y cuidadoras, servicio de
hipoterapia, un centro de atención diurna o incluso un
servicio de asesoramiento jurídico, son algunas de los
servicios que ofrecen desde AFA.
Estimulación cognitiva
Sin olvidar las terapias de estimulación cognitiva, desde la
asociación hacen hincapié en que estas sesiones son muy
beneficiosas para los enfermos, ya que “incluso se han dado
casos en los que los médicos han reconocido que personas
diagnosticadas han recuperado capacidades psicomotrices y de
memoria que no tenían gracias a estos talleres “.
Además, para los familiares AFA tiene en funcionamiento
grupos de apoyo “que sirven de desahogo a las personas que
atienden a los enfermos”, pues para Lorenzo es muy
importante que estos familiares no padezcan “el síndrome del
cuidador cansado”.
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